death || michaeng & 2yeon [g!p]

10. lamentos y verdades

Pov: mina

–mierda, mierda, mierda!– exclame en voz alta haciendo que chaeyoung me mirara raro.

–estas bien?– pregunto y yo negué

–no, mi esposa esta aquí justo ahora– confese intentando mantener la calma

–oh... su esposa, lo había olvidado– sus ojos estaban algo tristes cosa que me confundía, ¿que le sucede?

–chaeng, tienes que irte ahora– ella solo suspiro, sin hacer nada más

–chaeyoung, no escuchas? Tienes que irte– repetí algo molesta

Ella se levantó y se coloco su ropa, durante eso yo también aproveche de ponerme la mía.

Chaeyoung camino hasta la puerta con la cabeza hacia bajo algo triste. No podía explicar porqué pero en ese momento sentí una gran necesidad de abrazarla, por un momento estuve apunto de hacerlo pero su triste voz me detuvo.

–señorita... ¿puedo decirle algo?– me sorprendí al oír su tono de voz, hace unos momentos se escuchaba tan decidida de ella misma y ahora parecía alguien totalmente destrozada.

–claro, cuentame– le dije intentando no sonar preocupada por su cambio de humor tan drástico.

–no se que tan cierto sea pero esta mal jugar con el corazón de las demás personas– seguido de esto abrió la puerta y salió, dejándome sola con un enorme nudo en la garganta.

Antes de que pudiera tan solo decir algo las lágrimas caían por mi cara ¿que te sucede mina?, ¡esta no eres tú!
Me dije a mi misma simplemente quería llorar sin ninguna explicación eso comenzaba a pasar, lagrima tras lagrima.

-knoc,knoc,knoc- el ruido de la puerta me distrajo, una parte de mi me suplicaba que porfavor fuera chaeyoung la que tocaba aunque sabia perfectamente que no sería ella.

–no quería molestar pero necesito hablar contigo– era Jeongyeon acercándose a mi lado y acariciando mi cabello.

–mina, creo que esto no va a funcionar– dijo derrepente. Me quedé mirándola con los ojos rojos.

–esto se tiene que acabar ahora– repitio con la voz firme mientras limpiaba mis lágrimas.

–¿De que estas hablando?– dije mientras mi mente seguía en otro lado

–Sabes bien lo que pasa, no tenemos porque fingir. Ya no es lo mismo que antes, peleamos todo el tiempo, no pasamos momentos juntas y tampoco me esperas para cenar. Mina, solo alguien muy tonto no se daría cuenta de lo nos esta pasando– la curiosidad me ganó, quería que fuera al grano pero me encontraba muy triste para decirlo

–Se que nuestro matrimonio estaba mal por parte mía y se que lo sabes pero aun así seguías junto a mi y ahora no. Siento que es necesario preguntar esto, mina a ti... ¿te gusta alguien más?– sus ojos me miraban esperando la respuesta, ella no se encontraba molesta ni tampoco triste.

–¿Porque crees eso jeong?– tuve que preguntar y ella echo una carcajada.

–Mina, aunque creas que no se nota a la única que engañas es a ti misma, no soy tan tonta para darme cuenta que hay alguien más en tu vida y fuera de lo que creas que pienso, quiero que me lo digas, ¿quien es?– me quedé atónita jeong me conocía perfectamente.

–No hay nadie más, te lo prometo– me analizó y soltó un gran suspiro

–Quiero que en este momento yo deje de ser tu esposa y mírame más como una amiga, alguien en quien puedes confiar– estaba confundida y eso lo detesto.