Four

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El teatro estaba lleno. No cabía ni una aguja. Matty respiraba costosamente.
-No te preocupes, más gente va a salir contigo- le susurró el director, y salió al escenario.
"Respira Matty, tranquilízate" se repetía. Y llegó su hora.

Tosió, aclarándose la garganta.

-¡Hola!- gritó animando al público- hoy comienzan las vacaciones de Pascua ¿cómo lleváis la libertad?

La gente gritó un "si" que sonó por todo el recinto.
-Me alegro de oír eso, como capitán del equipo de fútbol, os invito a que veáis el partido y nos animéis en una hora, ¡gracias!

Entonces la banda del instituto comenzó a tocar y finalizó con un solo de saxo por parte de John y una gran cantidad de aplausos.

Adam, George y Ross esperaron a su amigo saxofonista para darle la enhorabuena.

-Bravo por Waugh, menudo solo que te has echado-lo felicitó Adam, abrazándolo.
-Genial hombreton- chilló George.
-Ha valido la pena venir para verte- aseguró Ross.
-Gracias chicos, en serio- agradeció sonrojado- ¿vamos al estadio?

Adam asintió y fueron al estadio. Se sentaron todos en la tercera grada.
-Eh, voy a por algo de beber ¿queréis algo?- preguntó Adam.
-Palomitas para mi y Ross y cervezas- pidió George- ¿y tú?- preguntó refiriéndose a John.
-Un perrito caliente y coca-cola- sonrío.
-Marchando.

Adam caminó hacia el bar.
-Por favor, tres cervezas, un paquete de palomitas grandes, un perrito caliente y una coca-cola- le pidió a la camarera y cinco minutos más tarde ya lo tenía todo ahí.
-Serán 25, por favor.
Adam abrió la cartera y sacó el dinero. Cogió el pedido y volvió a las gradas. Su teléfono vibró, un mensaje.
-Aquí tenéis vuestras cosas- dijo dándole a cada uno lo que había pedido.

Desbloqueó el móvil y abrió el whatsapp. Era Matty.
"¿Crees que puedes venir al vestuario ahora mismo?"
"Quedan 10 minutos para que comience el partido, en 5 sonará el himno y debes estar en el campo, como que no xD"
"Que borde estás hoy :/ ¿ocurre algo?"
"Te animo desde aquí, luego nos vemos ♡"
"Tengo ganas de que esto acabe, necesito abrazarte ♥"
Adam sonrío y bebió de su botella.
-Sonrisa de enamorado, ¿Matty?- preguntó John.
-¿¡Matty!? ¿¡Sales con Matty!?- chilló George y Ross rió- ¿soy el único que no lo sabía?
-Posiblemente si- sonrió Adam- encima, no salimos, está con Jane, aunque dice que es una tapadera.
-Pues no parece que ella lo sepa- susurró Ross, señalando hacia el hueco de entre las gradas que era de dónde salían los jugadores y animadoras- lo está besando.
-Matty no está por la labor, parece que haya perdido el interés en ella y ella no sé da cuenta, es patética- susurró George, entre risas.
Y era verdad, ella estaba besándolo por el cuello y de vez en cuando en la boca, pero él ni movimiento.

-¡Ya están aquí nuestros chicos, dadles una gran bienvenida!- gritó el comentarista y medio estadio hizo una ovación, mientras los jugadores salían y saludaban- ¡el capitán parece apagado! ¿habrá pasado algo? ¡MANCHESTER .VS. LIVERPOOL! ¡No os perdáis ni un detalle!

Entonces las animadoras entraron y hicieron su estúpida coreografía. El silbato sonó y el partido comenzó.
-Si no le apartas la mirada de encima sabrán que te gusta- susurró Ross y Adam lo miró, confuso- Jane te está mirando desde que esto ha empezado.
Adam dirigió su mirada hacia ella y era verdad, lo estaba mirando.

Todo el estadio dio un salto cuando Matty marcó el gol definitivo. Adam estaba orgulloso de él.

El partido acabó y la gente se fue de allí tan pronto como pudo.
-Id vosotros, yo me quedo- dijo Adam.
John asintió y se fue con los otros dos.

Se sentó en un banco a esperar a Matty.
"Estoy aquí afuera esperándote, sal pronto ♡"
"Vamos a montar una fiesta en mi casa, vete con los otros y os venís, ¿si?"
Adam bloqueó el teléfono y comenzó a correr hasta que alcanzó a los otros tres.
-Chicos. Una fiesta. En casa de Matty- dijo con la respiración entrecortada.
-¿Nos han invitado?- preguntó incrédulo George.
-Es para celebrar la victoria, puede ir quién quiera.
-Entonces, ¿vamos así?- preguntó John, señalándose la ropa.
-Si la princesita necesita cambiarse la ropa que se la cambie- bromeó George.
-Ni puta gracia ¿sabes?
Y comenzó a reír, igual que todos.
-Vayamos cada uno a su casa y nos vemos en mi jardín- dijo Ross y a todos les pareció buena idea.

John se fue por un lado, Adam por el otro y George y Ross siguieron recto.

Ross cogió a George de la mano y le sonrió.
-¿Qué ocurre? ¿Porque sonríes así?
-¿Tenemos que ir a la fiesta?- preguntó poniendo voz de niño pequeño- prefiero quedarme en casa.
George rió, desde el día anterior era mucho más directo.
-Has quedado con los otros, ahora no te eches atrás- lo "riñó"- pero... eso no significa que no podamos hacer nada, ya sabes.

Ross volvió a sonreír, complacido.

Pronto llegaron a casa de Ross.
-Hola cariño- lo saludó su madre desde la cocina.
Ambos avanzaron hasta allí.
-Si está aquí el pequeño George- dijo alegre y el chico movió su cabeza a modo de saludo- ¿todo bien?
-Absolutamente, nos vamos de fiesta, han ganado los de aquí.
-Pues pasaos lo bien e id con cuidado.
Ambos salieron de la casa y allí estaban Adam y John esperándolos.
-Waugh, no te has cambiado la ropa, quería verte con otro modelito- sonrió George.
-Cállate ¿quieres? O te cierro la boca de una manera que no le gustará a Ross- bromeó.
Comenzaron a caminar y entre broma y broma llegaron a la mansión de Matty, donde días atrás habían estado Matty y Adam.

-Pues habrá que entrar- susurró John con una sonrisa mientras llamaba al timbre.
La gran puerta se abrió y los chicos entraron al jardín y luego a la casa, que estaba llena de gente y de alcohol y la música estaba muy alta.
Adam se dio cuenta de una cosa, más de medio instituto estaba allí dentro.

Settle DownWhere stories live. Discover now