LA MUJER DE BOTEN II - Nuevos comienzos -

CAP 24. EMBARAZADA PERO EMPODERADA🔥🔥

Después de unos largos besos con Mikey, las sábanas quedaron tendidas en el piso y mis piernas quedaron encajadas en la cintura de Mikey. Mikey fue dejando delicados besos por mi cuello y mi respiración se aceleraba cada vez más. 

Hasta que me di cuenta de la situación. 

Aparte a Mikey de mí con cuidado pero a la vez rápidamente. Me pare de la cama con cuidado y tome mi bata de noche que se encontraba encima de mi tocador y me la coloque para después salir por la puerta de mi habitación e ir hacía la sala donde se encontraban todos, incluido Hana con mi niño. 

Al llegar a la sala, nada más entrar fui hacía mi niño quién se encontraba en brazos de Hana. 

Cargue a Soru y lo coloque contra mi pecho con fuerza mientras dejaba delicados besos por su cabecita. 

– ¿Cómo te encuentras mi cosita hermosa?  – deje delicados besos sobre su cabecita. 

– Mamá ya ya Mamá – dijo Soru moviendo sus manitas a lo que Hana habló. 

– Soru se encuentra bien – dirigí su mirada hacía ella –. Gracias a que llegaste a tiempo, el agua no entro en sus pulmones y no fue tan grave como Emma. Pero en resumen todo está bien – dijo Hana a lo que me acerque a ella para darle las gracias y disculparme por los gritos de antes. 

Mientras terminaba de hablar con Hana, Mikey apareció por la puerta de la sala y Emma vino detrás con Lili en su mano. 

Al poco tiempo Hana de despidió de todos y se fue, ya que tenía que terminar su turno en el hospital. Una vez Hana se fue quede sola en la sala, en bata, con esos siete mirándome fijamente como si acabara de matar a alguien. 

– ¿Y vosotros que tanto me miráis? ¿Tengo algo en la cara o que chingados? – coloque una de mis manos libre en mi cintura. 

– Estamos apreciando tremenda obra de arte tesoro – dijo Kakucho a lo que volví a sentir mi corazón latir con fuerza. 

Deje a Soru en el piso con cuidado y hablé nerviosa y con demasiada pena. 

– Entonces...ya...ya lo sabéis... – dije jugando con mis dedos. 

– ¿Saber el que cielo?  – dijo Sanzu colocando una pierna encima de la otra. 

– Pues...eso... – temblé –. Ya habéis visto mi...mi...cuerpo...– agache mi cabeza, y todos se miraron entre sí. 

– No vemos la diferencia por ninguna parte amor, sigues siendo igual de hermosa que siempre, siempre lo has estado no entiendo porque razón crees que estás diferente, te vemos igual que bella que siempre – soltó Takeomi. A lo que sentí con mis mejillas se tenían de rojo y jugaba nerviosa con mis dedos. 

– Pero...yo si tengo un problema contigo – dijo Rin, parándose de su lugar. A lo que todos dirigieron sus miradas hacía él incluido yo y Emma quién se paró y se sentó al lado de Sanzu para enterarse del chisme. 

– No le pusiste Roberto a mi hijo – soltó Rin, a lo que me enoje. 

 – ¡¡¡Te dije que no le pondría Roberto a mi hijo!!! ¡¡¡Se llamara Arthur!!! 

– ¡¡¡Roberto es mil veces mejor que Arthur!!!

– ¡¡¡Y una mierda!!!

– ¡¡¡Arthur si que es una mierda!!! – justo en ese momento, me acerque a Rin y me lo cargue a piñas en medio de la sala. Mientras Ran y Takeomi trataba de separarnos, Emma me apoyaba desde su lugar. 

– ¡¡¡Dale mamá, Daleee!!! – chillaba Emma mientras movía sus manitas a lo que no pude evitar reírme. 

Luego de un buen rato, la pelea se termino y me encontraba en mi habitación acostada de lado, ya vestida, pensando en demasiadas cosas. Miles de cosas recorrían mi mente.