Capítulo 9

61 10 2
                                    

El coronel disfrutaba de los bocadillos junto su tropa que estaban más tranquilos, Said andaba por la biblioteca real buscando dichas planta que fuera capaz de ingerir sin morir en el proceso.

La puerta fue abierta por Isacar y Muri que parecían más relajados, la nativa les dio una señal a la tropa para que la siguieran miéntras la deidad detuvo a Lyle dándole algo envuelto en obsequio, el cabo le sonrio agradeciéndole por tal razón la tropa buscaba ver que tenía dentro.

—Hola ¿Cómo te sientes?—Preguntó Isacar a Quaritch.

—Mejor mucho mejor—Contestó mirando detrás para ver que pasaba afuera por que escucho gritos de alegría—¿Qué le diste?

—Es algo privado—Agrego riendo para luego solo quedar serí@—Es culpa mía lo que te sucedio, casi mueres por mi culpa.

—No te estoy culpando—Le dije para tomar sus manos demostrando mi apoyo—Sin ti hubiera muerto.

—Ya no volveremos a salir, ni tu ni yo desde ahora—Añadió firme, Quaritch soltó sus manos incrédulo.

—No me puedes obligar a que no salga, no eres dueñ@ de mi vida—Frunci el ceño, Isacar me vio sin palabras para seguir negando.

—Puedes salir lastimado y está vez no podré salvarte—Explicó aterrad@.

—Antes que te conociera, creeme he salido lastimado más que nadie—Dijo enojado—No me conoces y me estás ordenando que me quedaré aquí cuando mi opinión debe contar en este lugar.

—Quaritch debes escucha...

—No, tu debes escucharme—Ordenó sin importar que alguien entró a la habitación debido a las voces altas—Tú ni nadie me controlara, no para eso estuve por años luchando ganando un puesto bueno para que ahora me mandes.

—Pero...

—¡Callate!—Le grito fuerte, Isacar bajo la cabeza sin contradecirlo—Puedes lavarle el cerebro a tu gente, y puedes decirles que si quieren morir que lo hagan ya, pero yo no soy asi—Lo señaló furioso—Y debes respetar mi decisión, así que yo saldré quieras o no.

—Está bien.

—Ahora me iré a mi cuarto—Se levanto para ver que ya era de noche, Isacar iba a ayudarlo pero l@ detuvo con su mano—Yo puedo solo, no te quiero ver hasta que cambies esa forma de ser.

Isacar se quedó en compañía de su hermana que presenció todo callada, miró atentamente como salía la pareja destinada de su herman@ por la puerta dejando un portazo a la silenciosa habitación, la nativa se acercó quedando cerca.

—¿Por qué están peleando? —Preguntó preocupada.

Somos tan distintos, no me quiere hacer caso—Le dijo frustrad@.

Debes entender que vienen de mundos diferentes, su forma de ser es dura propia de un ambiente en el que nunca se relajo o perdió algo importante—Añadió algo decaída—Depende de ti darle dicho respecto y lugar, no debes mandarlo lo que harás es que lo vas a distanciar.

—¿Cómo hago que me perdone?—Pregunto triste

—Piensa en algo y tendrás la respuesta, no seas dur@ con Quaritch—Se levantó para salir de la habitación.

El militar bajo por las escaleras hecho furia con Sacar pero se detuvo pensativo aunque no le importo si se enoja por su comentario, no le pertenece a nadie, esta demente, llegó como pudo a su habitación en donde estaban su tropa esperándolo.

—Vamos a entrar, debo decirles algo a todos ustedes—Abrió la puerta de una patada por que le dolían las manos.

—¿Y Said?  

La deidad encarnada Donde viven las historias. Descúbrelo ahora