Era de madrugada, una persona normal estaría durmiendo con sus seres queridos o solo, en cambio estaba parado afuera de la puerta del que alguna vez llamo hogar, había tocado hace nada, esperando a que aún estuviera despierto, lo más probable es que estaría más que dormido, si no abría en cinco minutos se iría para no molestarlo más, está sería la última vez que vendría en medio de la noche a verlo, no era justo para ninguno esto que se estaban haciendo.
Mientras pensaba en irse la puerta café con un gran golpe en el centro causado por el que ahora la abría, bueno en realidad fue culpa de ambos, aún recuerda la noche en la sucedió, un cuerpo fornido y alto empujando uno igual de fuerte aunque más bajo en contra de la puerta del piso, fue una de las mejores noches que pudieron compartir, una que extrañaba y esperaba con ansias volver a repetir aún sabiendo que era lo peor que podía hacer en este momento, la puerta se abrió por completo dejando ver a quien llevaba horas esperando con ansias.
El hombre más alto estaba recargado en el arco de la puerta con un brazo y con la otra mano sosteniendo una taza de café con demasiada leche y crema, siempre lo molesto la forma en la que su alguna vez pareja lo tomaba, "a eso no se la puede llamar café" decía siempre que lo veía prepararse la bebida.
— ¿Qué quieres?— dijo con la voz ronca, era claro con esa voz de ultra tumba que se acababa de levantar, no solo por la voz si no por el cabello revuelto, los ojos entre cerros y si característica pijama, una vieja camisa de manga larga con el logo de una universidad y un viejo chándal más agujerado que soldado en la segunda guerra mundial, penso en lo que Reborn habría contestado a ese chiste tal vez un "calla capullo, que no es gracioso" y se cruzaría de brazos fingiendo estar molesto, ocultando su risita, era doloroso recordar cuando podían compartir esos momentos de amor.
Carola sonrió sabiendo que nada funcionaria mejor que eso, no tenía palabras para describir el por que tenía el ojo morado y el labio partido junto a un montón de heridas más, ya se le había acabado las excusas para llegar golpeado a casa, siempre era algo distinto, razones igual de impredecibles que él.
Vio la mirada de decepción en el rostro de Reborn, una mirada que en verdad le dolió, su Reb no estaba enojado estaba triste, odiaba verlo triste, lo ponía muy mal, lloraría justo ahí solo por ver y oír el suspiro que soltó, uno profundo, largo, cansado y lento, aveces un suspiro puede llevar hasta la muerte y eso Reborn lo sabía muy bien.
El castaño se movió de la puerta para dejarlo entrar, Carola lo siguió sin perderse ningún detalle del departamento, el sillón seguía siendo el mismo, el tapete, la televisión, cocina, sillas, todo era igual excepto una sola cosa, una capucha sobre la mesa, el rubio conocía de pies a cabeza el armario de su ex-amante, desde su primer par de calcetines hasta su traje más elegante y esa sudadera rosa de lana no era de él y conociéndolo bien sabía que jamás se compraría algo así, el color rosa era demasiado claro para sus gustos, de alguno de sus amigos no podría ser porque Reborn siendo como es la abría doblado, lavado y puesto en un lugar donde la pudieron ver para regresarla después.
— Siéntate, voy por el botiquín—
El rubio tomo asiento con cuidado de no lastimar más sus heridas, intentando que Reborn no lo notará tomo el jersey, lo inspecciono lento, sin dejar un solo detalle a la imaginación, la verdad es que no sabía que estaba esperando encontrar, volteo a la puerta del baño y como no noto la presencia de Reborn acercó el jersey a su nariz, percibía un poco del olor de Reb, algo de tabaco y un aroma más extraño, no sabía de quién era pero podía suponer que se trataba de un hombre, ahora estaba celoso.
— No te limpies con eso— de un arrebato le quitó la prenda de sus manos — pudiste mancharla y es rosada, es un color muy claro— explicó abriendo el botiquín y lanzando la sudadera en el sillón.
En ese instante el rubio recordó cuando llegaba del gimnasio y se quitaba toda la ropa en ese mismo sillón, "a ver capullo, levanta todo eso que aquí no es su lugar" Reborn lo regañaba y decía que recogiera su desastre mientras el lo hacía, "cada día eres más des obligado" hacía un puchero triste por el regaño " está bien, pero recuerda que no solo por ser guapo te vas a salvar" Reborn beso sus labios y luego llevo sus cosas al sesto de ropa sucia.
— Coño, que te estoy hablando—
Carola salió de su trance volteando para ver al hombre a su lado que curaba con cuidado sus heridas.
Reborn volvió a mover su cabeza para acomodarla — se que no estás bien, lo veo en tus ojos— con alcohol limpió la mejilla del rubio — no se que estés haciendo y no quiero saberlo, pero me gustaría que es algo bueno, que ya no estás metido en mierdas con esos amigos mexicanos tuyos y que tú avaricia no es tan grande— Carola miro el suelo decepcionado de su mismo, Reborn tomo su hombro — rubiales mirame a los ojos— Carola lo hizo con inseguridad — no siempre voy a estar para curarte las heridas, ya no soy tu lugar seguro y debes saberlo— le costo un poco seguir hablando, lo que estaba a punto de soltar tal vez era demasiado — estoy saliendo con alguien más, Carola ya no quiero que vengas aquí, yo ya no te quiero cerca, eres tan malo para mí como yo para ti— con algo de tristeza dejo todos los algodones y termino de poner curitas en el rostro del rubio.
No dijo nada y se levantó, aguanto sus lagrimas pues podía ser débil frente a todos menos frente a su Reborn, estaba bien, no estaba muriendo por dentro y no se acababa de romper lo poco que queda de corazón.
"No siempre voy a estar para curar tus heridas" esas nueve palabras estaban bien granadas en su subconsciente, mientras veía el suelo del bus en el que iba montado, no le importaba a donde se dirija, el único lugar en el que se sintió feliz verdaderamente feliz se había derrumbado, todo lo que tardo años construyendo se cayó en cuestión de segundos, lo más probable es que Reborn ahora mismo este dormido en su habitación en los brazos de otra persona, persona que si supo darle el calor que alguien como Reborn necesita, la atención y cariño, ahora está celoso de esa persona, celoso y furioso de no ser lo que Reborn necesito en su momento, de no ser el otro.
Estaba tan celoso que sentía que moriría en cualquier momento, moriría de celos de él que lo este abrazando ahora mismo, seguramente moriría pronto de amor, quería demasiado ser el tipo ese con olor raro, desearía haber sido más como el otro, de verdad lo deseaba.
¿Quién podría ser la nueva persona con la que está Reb? 🧐
Dibujo en tradicional que inspiró el capítulo (dibujo mejor en digital, lo sé)
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