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Después de una tarde de entrenamiento los soldados se fueron agotados pero aliviados a las duchas. 

Bueno todos menos ciertos dos osos que aun seguían corriendo por todo el campo como castigo ¿La razón? Simple, fueron responsables de causar una guerra de comida, los dos estuvieron discutiendo hasta que Achuchones volvió a hablar sobre lo feas que estaban las arrugas de los ojos de Azulin. El contrario no le hizo ni una pizca de gracia que el turquesa volviese a mencionarlas, así que agarro su bol con garzas y con todas sus fuerzas se lo lanzo en su cara. Achuchones muy enfurecido también le lanzo su bol a Azulin causando que todos empezasen a lanzar garzas unos a otros. 

El castigo era que cuando se acabase el entrenamiento ellos seguirían dando diez vueltas mas por todo el campo de entrenamiento y después ir al comedor a limpiar todo el desastre que habían dejado.

— Ya... ya no puedo mas... —Se quejo el de voz afeminada. 

— Bueno... no estaríamos en esta situación si no fuese por tu culpa! —Exclamo Azulin. 

—Mi culpa! Perdona pero usted fue quien empezó! 

Azulin le costaba contener las ganas de golpear el rostro de Achuchones, ya que estaban siendo vigilados por el sargento Caricias y el Padre. 

— Cuantas vueltas hemos echo?! — Pregunto Achuchones totalmente cansado sentía que en cualquier momento sus pies dejarían de funcionar. 

—SOLAMENTE TRES VUELTAS! — Respondió el sargento Caricias — QUE VERGÜENZA HASTA UN NIÑO DE SEIS AÑOS PODRÍA HACER DIEZ VUELTAS O INCLUSO MAS!!

Achuchones emitió un gemido de frustración mientras que maldecía en su cabeza al otro.

En cambio Azulin se le ocurrió una idea para no dar librarse del castigo pero que Achuchones debía cooperar si o si, así que miro al otro con una sonrisa de oreja a oreja. 

—Que te pasa? Porque me miras así? 

—Tengo un plan para librarnos de esto. 

— Enserio?!

— Shh! 

Los dos se detuvieron al ver que ni el sargento y el Padre los estaban vigilado, así que Azulin aprovecho para empezar con el plan, Achuchones estuvo parado sin saber aun cual era el plan del azul. Un dolor repentino en el tobillo se apodero de el causando que soltase un grito desgarrador que interrumpió la discusión del Sargento y el Padre. 

—Que esta pasando aquí?! —Exclamo el sargento acercándose a los dos osos seguido con el padre.

—Achuchones se a tropezado con una piedra y se a caído! — Respondió Azulin fingiendo un tono preocupado. — Y creo que se a roto el tobillo!

Mentira, cuando los dos estuvieron parados Azulin aprovecho el momento para darle a Achuchones una patada bien fuerte causando un esguince. 

—Me duele mucho!! — Exclamo Achuchones entre lagrimas, el dolor era muy insoportable.

—Tenemos que llevarlo al medico. —Comento el padre. 

— Esta bien vamos. Y tu solado vete a limpiar el comedor ahora vuelvo a por ti!

La sonrisa de Azulin desapareció y rápidamente fue remplazada por una mirada de furia mientras veía como el sargento y el padre intentaban llevar a Achuchones.  

—Joder! 

Achuchones estaba tumbado en una camilla mientras era atendido por un enfermero, sus ojos no miraban en otra dirección a parte del oso que tenia al frente, su pelaje y sus grandes ojos eran de color rosado, sus orejas estaban bajadas y su cuerpo era obeso. 

Cuando lo vio por primera vez se negó repetidas veces que no quería ser atendido por ese enfermero para nada atractivo, pero ahora al tenerlo muy de cerca pensó que no se veía tan mal, incluso se atrevería a decir que quizá es un poco lindo...

—Te duele aquí? — Pregunto el enfermero mientras tocaba una zona que rodeaba la lesión. 

Achuchones emitió un quejido como respuesta.

— Y bueno ya hemos terminado! El hielo te reducirá la inflamación y recuerda evitar las actividades que te provoquen dolor o molestia. 

—Esta bien...

Solo estuvo media hora con aquel enfermero y sentía que su corazón iba a salir en cualquier momento de tanto latir por el, es amable, lindo,gentil, es perfecto, nunca había conocido a alguien como el. 

Le contó varias cosas como por ejemplo: sus anécdotas en el hospital, su hermano que también esta en el ejercito y su gran historia del porque se intereso la enfermería. Achuchones solamente estaba en silencio mientras prestaba atención a todo lo que decía el otro, jamas se cansaría de escuchar aquella voz. 

—Valla veo que mi turno a acabado, fue un placer hablar contigo Achuchones. 

Aquellas palabras fueron suficientes para desanimar al turquesa ¿Tan pronto tiene que irse? miro la hora y vio que era tarde, vaya! Estuvieron hablando probablemente dos horas? No es gusto! El tiempo pasa muy rápido cuando te lo pasas bien!

—El placer es mio emm... Perdón no me dijo cual es su nombre.

—Oh lo siento! Mi nombre es Gordi, bueno, nos vemos mañana por la mañana, buenas noches!

— Buenas noches Gordi.

"Gordi"

"Gordi"

"Gordi"

Sus mejillas se tiñeron de rojo mientras que en su mente se repetía una y otra vez aquel nombre. 

Sana mi corazónWhere stories live. Discover now