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Achuchones se levanto de golpe con una gran sonrisa, (no tan grande como la de Sonrisas)emocionado ya que hoy era el día!! Hoy comerá junto con Gordi!! 

El día anterior llego al dormitorio militar dando saltitos mientras mostraba orgullosamente una sonrisa boba. Algunos reclutas vieron su comportamiento extraño y se acercaron a preguntarle porque estaba tan contento, Achuchones respondió con unas risitas. 

Estaba tan emocionado que no pudo dormir mientras soñaba a el y a Gordi comiendo espaguetis en el mismo plato y después recrear la escena del beso de la dama y el vagabundo.  

Miro la hora sabiendo que todos los días se levantaban muy temprano, eran las siete, solo tenia que aguantar ocho horas para que sean las tres. 

De repente el sonido de la puerta abriéndose con brusquedad y seguido un grito proviniendo del Sargento Caricias lo obligo a sacar de sus pensamientos, sonó por todo el dormitorio que los reclutas se despertaron de golpe, Achuchones se dio cuenta que se había levantado mucho mas antes de que llegara el sargento, incluso adelanto a Coco. 

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El entrenamiento era duro si y costaba trabajarlo, aun mas teniendo a un sargento gritándoles de todo. Pero eso ya no importa, cuando estaban yendo de camino al comedor le había echo creer al sargento Caricias que iría al servicio, pero en realidad estaba de camino al hospital mientras que su mente creaba varias fantasías.    

Al llegar recordó que Gordi le había dicho que la cafetería estaba en la primera planta, empezó a asomar en las ventanas hasta encontrar la de la cafetería, sonrió al ver que ahí estaba Gordi sentado, bien ahora debía entrar!

La sonrisa de Achuchones se evaporo al darse cuenta de que...

¿Como podía entrar sin ser descubierto? 

Su expresión de confusión fue remplaza por uno nervioso ¡GORDI NO LE HABÍA DICHO COMO DEBÍA ENTRAR! No habían hablado de esto! Que iba a hacer!? Seguro que ahora mismo Gordi se estará preguntado donde esta! 

De pronto una bombilla apareció encima de su cabeza dando entender que se le ocurrió una idea, ya saben como salen en los dibujos animados. 

Agarro una bata blanca que tapaba su uniforme, así no sabrían que era un recluta metiéndose en la cafetería. 

Antes de irse, empezó a mover de un lado a otro en frente de un espejo. 

—Vaya! Esta bata me queda fenomenal, que dijo, todo me queda bien! —Dijo empezando a caminar. 

Gordi miraba de un lado para otro intentando buscar a cierto oso turquesa con una pajarita de color amarilla, lo único que veía eran sus compañeros charlando o comiendo. 

—Le habrá pasado algo? — susurro empezando a preocuparse. 

—Ya llegue! 

Miro a otro lado y ahí estaba Achuches con una bata y un estetoscopio colgado en su cuello. 

—Te tardaste mucho. 

—Bueno no me hubiera tardado si cierto osito me hubiera dicho como entraría sin que supieran que soy un recluta. 

Los ojos de Gordi se agrandaron por lo que había dicho Achuchones, como  es posible que no le había hablado de eso?

—Lo siento. 

—No pasa nada, pero preferiría otra forma de disculpa... 

—Dime. 

— Quiero un pastelito de chocolate — Dijo con un tono inocente mientras ponía ojos de cachorrito. 

Una pequeña risa se escapo en los labios del otro oso y se levanto yendo a pedir al barista. 

—Espera Gordi!

—Que? 

—Y cafe con leche!

El osito rosa rodó los ojos conservando aun su sonrisa. Acuchones siempre le sacaba una sonrisa. 

Mientras que Gordi se iba Achuchones aprovecho para observar la pequeña cafetería hasta que sus ojos se detuvieron en dos pajaritos en la ventana, estaban muy pegados, Achuchones sonrió con ternura a la parejita, de pronto se fijo que uno era de color turquesa y el otro rosa. 

Se parecían a el y a Gordi...

 Achuchones soltó un suspiro. 

 Algún día el y Gordi serán como aquellos pájaros...  

—Aquí tienes —Dijo Gordi acabando de llegar dejando una bandeja donde estaba el pastel y el café que había pedido Achuchones. —quisiera algo mas?

Lo ultimo lo dijo con un tono humorístico mientras miraba al oso turquesa de forma divertida. 

—Al fin! Por primera vez voy a comer comida normal! —Exclamo con un tono dramático. 

Gordi soltó una risita y se sentó de nuevo en sus sitio agarrando su café. 

—Creo debería ser medico, mírame! Esta bata me hace ver un guapo. 

—Si claro, solo dices eso por la cafeteria. 

—Lo dijo en serio! Podría ser un excelente doctor, solo tengo que ver que le ocurre al paciente y ya. 

— También te gustaría ver las partes del cuerpo con graves heridas y sangre. 

— AY NO QUE ASCO! —Exclamo alarmado mientras ponía una cara de asco como si estuviera a punto de vomitar. 

Gordi soltó una carcajada ante la reacción de asco del turquesa, mientras que el otro lo miraba atontado. Juraría ver a Gordi rodeado de corazones y estrellas y acompañado con un aura rosada. 

—Oh Achuchones! —Exclamo entre risas —Tenias que ver la cara que has puesto JAJAJA!

Verlo reír de esa forma era como mirar una obra de arte. 

Estuvieron hablando de muchas cosas y rieron por cualquier anécdota graciosa que contaba el otro, todo era simple, no es lo que había soñado exactamente Achuchones, pero la realidad superaba a sus sueños. Hoy se había divertido demasiado con Gordi y ya deseaba que todas las tardes fuesen así. 

—Oh que deliciosa estaba la tarta! —Dijo terminando el ultimo trozo de pastel que había quedado. 

 — Tienes chocolate aquí —Comento Gordi mientras se señalaba el lugar donde estaba la mancha. 

Achuchones saco un papel y se empezó a limpiar la barbilla y la mejilla. 

—Ya?

—No. 

Soltó un suspiro molesto y se empezó a limpiar por toda la boca con fuerza, mientras tanto Gordi sonreía de forma divertida mirando aquella escena. Nego con la cabeza y agarro un papel y se acerco al turquesa. 

—Ven que te lo limpio yo. — Dijo poniendo una mano en la mejilla del otro y con la otra empezó a limpiar la pequeña mancha con el papel. 

Por otro lado Achuchones estaba totalmente de piedra sin saber como reaccionar ante la inesperada reacción por parte del rosado, sus ojos estaban puestos solamente a Gordi, su mente solamente pensaba que el otro no se diese cuenta de sus fuertes latidos en el corazón, su respiración estaba medio corta ya que estaban muy cerca. 

— Ya esta. —Dijo el rosado alejándose del otro. 

—Gra-gracias...

El otro le sonrió de vuelta.

La mente de Achuchones solo podía pensar una cosa.

¿Gordi no se cansaba de ser tan lindo?

Sana mi corazónWhere stories live. Discover now