𝐓𝐡𝐞 𝐆𝐢𝐫𝐥 𝐍𝐞𝐱𝐭 𝐓𝐨 𝐌𝐞; KOOKMIN

12. Se fue.

JungKook miraba fijamente por la ventana del aula del clase, estaba físicamente en clase pero su mente vagaba por todos esos recuerdos que le causaban un enorme nudo en el estómago, esos sentimientos que le hacían sentir tan terriblemente confundido que ya no podía estar en un solo lado al mismo tiempo.

Habían pasado algunas semanas desde su charla con su madre y lo cierto era que no había podido cruzar palabra con JiMin, no cuando aún se negaba a perdonarle pero conforme pasaba el tiempo se hacía a una idea de sus motivos pues quizás no lo hizo con mala intención pero aun así le había mentido y de la peor manera.

El año escolar estaba por terminar, oficialmente saldría de la escuela y podría empezar su proceso como futuro cantante pero de alguna no se sentía tan feliz con la idea, sabía lo que deseaba pero ya no se sentía completo ante ese futuro.

— ¡JungKook! — La voz de su maestra lo sacó de su trance.

Levanto la mirada y sintió el calor subir por su rostro, todos los de la clase le miraban logrando que se sintiera realmente tonto, se disculpo con la mayor y está siguió con su clase.

— ¿Qué te pasa? Llevas semanas de esa manera, hermano, espero que no sea aún por lo de JiMin, supéralo de una buena vez. — JinHwan intentó sonar amable pero Gguk no lo sintió así.

— ¿Y qué si es por ella? Déjame en paz, no entiendo porque te importa tanto. — Las palabras salieron con brusquedad de su boca casi como si realmente le hubiera molestado.

El contrario permaneció en silencio, ignorando el hecho de que era la primera vez que su mejor amigo le hablaba de aquella manera y quiso atribuirle a lo pesada que se habían puesto las clases los últimos días.

JK estacionó su motocicleta frente el garaje de su casa y una vez se retiró el caso no espero ver a su madre agarrando del pelo a otra mujer mientras JiMin se encontraba tirada en el suelo con la nariz sangrando, se apresuró a bajar del vehículo y correr a separar a su madre de aquella mujer que nunca había visto en su vida.

— ¡Mamá! — Le llamó Gguk en un intento de que la mujer retomara la compostura — ¡Mamá, basta!

La mujer soltó la rubia melena de la mujer que no paraba de maldecir, esta cayó el suelo y ahí recién JungKook pudo ver el parecido que esta tenía con JiMin, eran casi idénticas y fue ahí cuando una pieza faltante en el rompe cabezas se acomodó.

— ¡Vuelves a ponerle un dedo encima a JiMin y te mataré, bruja!

— ¿Quien diablos te crees que eres? ¡JiMin es mi hijo! Puedo reprenderlo como yo quiera. — La mujer tenía la cara roja y marcas de rasguños en sus brazos, era delgada, poseía la misma altura de JiMin al igual de las facciones de su rostro, traía un elegante vestido gris que se ajustaba perfectamente a sus curvas y una altos tacones a juego.

JungKook sintió el aire escapar de su cuerpo cuando divisó por primera a vez a JiMin después de tanto tiempo, ya no tenía ese característico brillo en sus ojos, en su lugar tenía unas oscuras ojeras además del rostro pálido y delgado, su cabello ahora llegaba a sus hombros además de que sus labios se veían resecos y sin vida, hubiera seguido apreciando la imagen a la cual el mismo se culpaba pero el cuerpo del padre de JiMin se lo impidió, el hombre cubría el cuerpo de su hija con protección mientras miraba de mala manera a la mujer de cabellos negros.