𝐓𝐡𝐞 𝐆𝐢𝐫𝐥 𝐍𝐞𝐱𝐭 𝐓𝐨 𝐌𝐞; KOOKMIN

13. Estilo de Vida.

JiMin's POV

El sonido que emitían mis tacones podía oírse por todo el lugar, sentía mis talones agotados y mis dedos arder pero me negaba a quitármelos, me costaron un montón y se veían geniales en mi, además el usar zapatos bajos solo me haría lucir menos estilizada para esta ocasión y nunca permitiría tal cosa así que como buena mujer que soy, sufrí en silencio hasta que llegara pronto a un lugar donde pudiera sentarme.

Salí de mi sufrir y pensamientos agobiantes cuando sentí los flashes de las cámaras chocar contra mi rostro además de miles de preguntas que a duras penas podía oír entre tanta gente, por un momento creí que me quedaría ciega pues por más que los años pasaran, no me hacía costumbre a esto, con ayuda del equipo de seguridad pude por fin pasar la gran ola de paparazzis y llegar hasta el auto que me llevaría a mi casa, los premios eran lindos y más sus ceremonias pero me estresaba todo lo que ellos conllevaba.

Solté un enorme suspiro cuando mi trasero por fin pudo tocar la suavidad del cojín del coche, sentí el alivio en mis pies y como si fuera un acto reflejo, me quite los tacones, los tomé entre mis manos y los miré con cariño.

— Los amos mis Jimmy Choo pero vaya que me hacen llorar cada que los uso. — Las palabras salían de mi boca por si sola.

— ¿Como está la bailarina mejor pagada de Europa, eh? No, no, de el mundo quiero decir. — Se escuchó en el alta voz del auto la voz de Kim TaeHyung, mi mejor amigo.

— No se, ¿Por qué no vas y le preguntas a ella? Yo por mi parte estoy muy cansada, ¿Como está el super model sur coreano mejor pagado de la industria? — Mis últimas palabras le hicieron reír y así comenzó una amena conversación con Tae en lo que me dirigía a mi departamento.

Cuando llegue a Paris hace aproximadamente ocho años y con la idea de que no volvería a tener contacto con otra persona de Corea que no fuera mi padre jamás imaginé que años más tarde en la semana de la moda aquí en Paris me encontraría con él nuevamente y aunque mis deseos eran otros, no pude evitar entablar nuevamente mi amistad con él y aunque ambos vivimos en países diferentes eso no nos ha impedido hablarnos a diario eh incluso salir de fiesta cada que viene a Paris.

El auto se detuvo en el estacionamiento del conjunto de departamentos donde vivía por lo que agarre mis cosas, me despedí de Bastian y no me importo estar descalza al momento de bajarme e ir hacia el ascensor mientras aun tenía a Tae en la línea hablándome de sus siguientes proyectos.

— ¿Y qué tal está tu madre? Me habías dicho hace unos días que ahora era la directora médica del área de cirugía ¿No? — Me generaba sentimiento el hablar de ella puesto a que desde el día que me fui no hablamos nuevamente y temo que ahora ella me odie.

— Si, afortunadamente no ha sido tan complejo para ella y puede dedicarle el tiempo suficiente a Vai y a mi padre, estoy de camino a casa la verdad, será el cumpleaños de Vai en unos días y quiero estar ahí con ella.

Escuchar a Tae hablar de su familia me generaba bastante paz, ellos fueron muy buenas personas conmigo que nunca me hicieron sentir menos exceptuando a dicho personaje que no mencionaré.

— ¿Y como va tu relación con Shaw? Oí por ahí qué hay rumores de boda. — Por poco y me atoro con mi propia saliva al escuchar eso. — Creo que son solo rumores con esa reacción tuya.

— Claro que son solo rumores, yo no planeo casarme aún, y no me mal entiendas yo quiero a Shaw pero aún no estoy lista para eso y menos cuando sus padres no me quieren, él espera hijos, una familia numerosa porque él esta acostumbrado a eso y yo no puedo ofrecerle eso.

— Pues entonces deberías hablar eso con él, sabes que a los futbolistas les gusta las cosas en grande y que muchas personas lo vean así que no me sorprendería si hace un gran espectáculo para pedírtelo.