Hestia es hija de Odin y Frigga, hermana menor de Thor y Loki, y a diferencia de este último, es la diosa de la verdad, pero también de la vida, heredera de la magia de su madre y algunos otros poderes que la ponen en el punto de mira.
Llega a la ti...
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Pasaron varios días y todo sigue siendo realmente tenso.
Después de aquella discusión que terminó en el enfrentamiento entre Wanda y Yelena, nadie se atrevió a decir más sobre el tema.
Bueno... A excepción de la misma Yelena, quien no pierde oportunidad para hacer comentarios llenos de rencor y reproche por la muerte de su hermana y la posibilidad de haber evitado todo.
Nadie tiene idea del paradero de Thor y mucho menos de Loki desde aquella aparición que lo estropeó todo.
La distancia entre los miembros del equipo se hizo más grande, ya ni siquiera se reúnen juntos para comer, al menos los que lo hacían, todos parecen estar envueltos en una burbuja, en su mundo aparte, incluidos Peter y Kate quienes más que vengadores, ahora tienen una vida universitaria, pero siguen siendo parte de todo.
Kate: ¿Estás bien?
Yelena ni siquiera se inmuto en contestar la pregunta de Kate. Simplemente siguió pegando fuertemente al saco en medio de la sala de entrenamiento, llena de sudor y como si la presencia de la pelinegra no fuera nada.
Kate: Oye, sé que nunca nos hemos llevado bien y últimamente estás de muy mal humor, pero no creo ser la culpable de eso, al menos no ahora.
Yelena se veía ajena a querer dirigirse a ella.
Kate: Bien como sea... Solo vengo a decirte que él capitán Rogers ha convocado una reunión y en media hora nos esperan a todos en la sala.
Eso ahora sí llamó la atención de la rubia.
Yelena: ¿Rogers? ¿No estaba en una misión y regresaba hasta mañana?
Kate: Regresará hoy, lo supieras si al menos leyeras los mensajes que te envían al teléfono.
Yelena rodó los ojos, irritada.
Yelena: Lo siento pero no tengo tiempo para estupideces - Kate la observó con reproche - y no soy como tú, Kate Bishop, que a cada rato está revisando sus redes sociales para ver qué dicen sobre ella.
La pelinegra se sintió descubierta y los nervios le jugaron una mala pasada balbuceando más de lo normal
Kate: Eso... eso no, no... no es cierto
Yelena soltó una pequeña risa al ver la cara de Kate.
Si bien las dos no se llevan ni bien, ni mal, la rubia no pierde el tiempo para molestarla un poco.
