4. Ampliando mi círculo de amistades

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ETHAN

Ashley y yo estuvimos hablando mucho rato, aunque en verdad yo hablé mucho más que ella porque siempre he sido muy extrovertido y supuse que ella era más vergonzosa al ver lo poco que escribía, pero luego mágicamente se soltó bastante sin saber por qué.


Ethan: ¿Qué estabas escuchando?


Ashley: Una canción de Coldplay


Ethan: Tienes pésimos gustos mariposita.


Ashley: Tú sí que eres pésimo.


Me reí y le respondí.


Ethan: No puedes decir eso, todavía no me conoces.


Ashley: No me hace falta conocerte para saberlo.


Era tarde así que me despedí de ella.


Ethan: Buenas noches Ash.


Ashley: Buenas noches, me alegro de

que no estés enfadado 😊


*  *  *


La noche anterior había estado hablando con Ashley durante mucho tiempo y hacia tiempo que no me sentía así de bien al hablar con alguien.


Ya había comenzado un nuevo día en el que mi padre seguía sin estar en casa, habían pasado ya tres días desde su última desaparición, pero tarde o temprano cuando se le acaba el dinero para alcohol, drogas o tabaco, vuelve a por más discute con nosotros y se va de nuevo.


Aunque sea triste llega un momento en el que te acostumbras a su ausencia. Pero siempre duele saber que jamás volverás a tener la figura paterna que tuve hasta los diez años.


Hoy tenía que ir al psicólogo así que la contaría sobre mi nueva amiga Ashley y de nuevo la ausencia de mi padre en casa.


Al llegar a la consulta, ella estaba sentada en el escritorio como de costumbre, la habitación no era muy amplia, pero estaba bastante decorada. Había algunos cuadros y diplomas colgados en las paredes, plantas en el suelo y una caja de pañuelos encima de la mesa además de juguetes anti estrés y sus libretas en las cuales anota todo.

A su espalda se encontraba una amplia estantería con muchos libros y algunos cuadernos.


–Buenos días Ethan– me saludo.


–Buenos días a ti también Sophie.


Me preguntó que cómo había estado estas últimas semanas, y yo la conté lo de la nueva ausencia de mi padre, también la dije que en parte me sentía algo culpable porque la discusión fue conmigo esta vez.


–No es tu culpa Ethan, tu padre tiene muchos problemas y ambos lo sabemos, que discute contigo por culpa de sus problemas no te hace responsable de sus desapariciones.


–Pero discutió conmigo, no está en casa por mi culpa, aunque sean sus problemas los causantes de la pelea.


–Ethan, tenemos que avanzar, esto lleva pasando mucho tiempo y lo sabes, no porque la discusión sea contigo eres responsable.


Ella hizo que me sintiera menos culpable por ello, pero igualmente seguía pensando que tenía parte de culpa.


Más tarde cambiamos de tema, y le hablé de Ashley, la conté que se acababa de mudar, que era una chica muy agradable, etc.


–Pues ayer estuve hablando con ella hasta tarde y me sentí genial al hacerlo, hacía mucho que no me sentía así.


–¿Crees que te hará feliz esta nueva amistad? – Me preguntó con una sonrisa.


–Si, creo y espero que si.


–Pues entonces sigue adelante con la amistad, espero que salga bien y te ayude porque es bueno que amplíes tu círculo de amistades Ethan.


Al poco tiempo nos despedimos y me fui de la clínica, pero lo hice feliz porque acababan de darme luz verde para seguir conociendo a Ashley, aunque Sophie no pueda decidir lo que hago o no, confío mucho en su opinión, la considero importante. Ella piensa que ampliar el círculo de amistades es importarte porque te ayudan a olvidarte de los problemas de una forma u otra.


Confío en que Ashley se convierta en una buena amiga para mi y alguien en quien confiar.

Mil razones para quererteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora