014: Un trabajo.

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📍: Hogar de los Lombardo

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📍: Hogar de los Lombardo.
(Narrador)

- No es por querer llevarte la contraria, tía. Pero Marisa tiene cara de buena gente...- admitió ________.

- Y sabe mentir muy bien. Además, es muy bonita, con esos atributos puede conquistar al hombre que quiera.- explicó la tía Lucrecia.

- Pues claro, lo hizo con Omar.- Lucía giró los ojos con notable molestia.

- Es amiga del padre José, lo ayuda en la parroquia, eso habla de una...

- Una mosca muerta.- Lucrecia interrumpió a Rafa.- Lo que quiero pedirles es que no se acerquen a ella, porque una de sus principales estrategias es conquistar a Esteban a través de ustedes. Así que por favor, evitenla a cualquier lugar. Digo, el padre José está de su lado porque no sabe de los alcances de esa mujer.

- ¿Y esto ya lo sabe Omar?.

- Yo creo que no. Porque si no, no seguiría tan enganchado con ella ¿No crees?.

[°°°]

- Eh Cándida, esa salsita huele delicioso.- admitió el Tortuga de visita en la casa de los Núñez.

Al parecer Pancho había convencido a su amigo de pasar la tarde con el y con su familia para así disfrutar un pequeño momento en dónde no esté preocupándose más de Álvaro, su hijo.

- No solo huele, sabe delicioso, Tortuga.- soltó Cándida un tanto orgullosa de sus dotes como cocinera profesional.

- Hola.- saludó el padre José entrando a la casa de los Núñez junto con una charola entre manos, el cual iba a ser el postre.

- Padrecito, que bueno que ya llegó. Ya casi están los chilaquiles.- avisó Cándida terminando de moverle a su comida casi lista.

- Les traje unos panecitos.

- Gracias padre pero no era necesario.- comentó Aidan tomando la charola que le había entrado el padre.

- Y me permití traer a alguien.

- Ay claro que sí, Padrecito. Pásale con confianza.- Celia y Aidan guardaron silencio al ver entrar a Marisa Jones, aquella mujer que Celia la traía de ceja en ceja.

- Hola, buenos días.

- ¿Qué tal? Buenos días.

Después de media hora de empezar a comer, la cena se había ido a charlas entre amigos que parecían no tener ningún problema.

- Así que ya sabe seño Marisa, cuando guste mi compadre y yo le pintamos su casa.- explicó Pancho hacia la señora pelirroja.

- Si, somos pintores buenos pero muy buenos en nuestro trabajo.- mintió el Tortuga, pues el único profesional ahi era Pancho.

ᴸᴬ ᴹᴬᴰᴿᴬˢᵀᴿᴬ // ᴬᴵᴰᴬᴺ ᴳ.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora