Capítulo 8

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Era miércoles por la mañana y Louis estaba apresurado tratando de terminar su trabajo temprano para poder pasar por Harry a la universidad.

El mayor deseaba volver a salir con Harry y el domingo este le había comentado que deseaba hacer un picnic en el parque ya que el clima se prestaba y hace mucho no iba a uno. El alfa queriendo complacer al menor le dijo que podrían tener uno, que tan solo le dijera el día para que pasara por él y arreglara las cosas que llevarían.

Harry le había dicho que si bastante rápido y emocionado, pues su mensaje fue acompañado de varios signos de exclamación, así que el ojiazul no pudo arrepentirse a pesar de saber que no había asistido a un picnic desde que era tan solo un cachorro.

Apenas eran las diez y por lo que el menor le había dicho debía pasar por él a las tres de la tarde. Si los cálculos de Louis no fallaban y todo salía de acuerdo a su plan, todo estaría listo para entonces, pero para eso debía llamar a la única persona que podría ayudarlo en esa situación, y en la única en la que confiaba para ello.

Tomó su celular y marcó al número que sabía de memoria esperando pacientemente que contestaran.

Fue al tercer tono que la voz de una omega que reconocía muy bien por fin se escuchó.

—Lou, me alegra que me llames, hijo. ¿Cómo has estado? Hace como un mes que no nos vemos y todos en casa te extrañamos mucho— Su madre hablo con cierto tono de reproche.

Liliana Tomlinson, madre de 7 y una mujer sumamente trabajadora. Había sido una mamá comprensiva y amorosa que siempre apoyó cada uno de los sueños de sus cachorros, tomando turnos extra en el hospital en el cual ejercía como enfermera para poder darles lo que necesitaran junto a su esposo, James Tomlinson quien antes trabajaba en una empresa de construcciones, y si bien tenía un pago decente no era suficiente para mantener a tantos hijos, sobretodo cuando estos aumentaban.

Louis siempre fue muy inteligente y aplicado. Deseaba ser un empresario como los de las revistas y poder ayudar a sus padres con los gastos, así que estudio hasta que logró terminar antes de lo previsto el bachillerato, obtuvo una beca completa en una de las mejores universidades y comenzó a trabajar con ayuda de sus socios, y mejores amigos, en lo que después sería Tomlinson's Industry. Por fin, se hizo de dinero y apoyo a sus padres con sus hermanos, cubrió los estudios de estos y les compro una mejor casa.

—Hola, mamá. He estado bien, algo ocupado pero bien y prometo que nos veremos pronto— El alfa se sentía algo culpable ya que su madre tenía razón, hace mucho no se veían y hablaba muy poco con ella o su padre, mucho menos con sus hermanos.

—Eso espero, cielo. Ahora dime la razón por la que me llamaste.

El castaño frunció el ceño algo ofendido de que su madre asumiera que le llamo por algo en específico.

—¿Qué no puedo llamar a mi propia madre solo para hablar un rato?

—No seas bobo, claro que puedes. Pero esta vez no es por eso así que dime— Louis pudo imaginarse a su madre rodando los ojos pero con una sonrisa en el rostro.

—Bueno, está bien. Necesito ayuda en algo y solo confío en ti para ello.

El ojiazul estaba nervioso pues no había tenido tiempo para contarle a su madre sobre Harry, así que ahora debería decirle aunque sea un poco, porque si no lo hacía por su cuenta sabía que su madre se lo sacaría de una u otra forma.

—Sabes que cuentas con mi ayuda para lo que quieras ¿De qué se trata?

—Bueno... como que tengo una cita con un omega pero no se qu-

—¿¡Un omega!? ¿¡Por qué apenas me entero Louis William Tomlinson!?— Su madre lo interrumpió gritando al teléfono, tanto así que el alfa debió alejarse de este o creía que su audición se vería afectada.

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