𝐈𝐧𝐨𝐜𝐞𝐧𝐜𝐢𝐚 ④

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―Quisiera que fueras de alguna
secta... ―Soltó mientras avanzaba por la acera. Mina se dió la vuelta, dando un pequeño salto cuando notó que habían sido las pisadas de su vecina las que escuchó detrás suyo y no las de cualquier persona que podría haberla estado siguiendo así. ―Asi me acogotas la gallina. ―Mina se dió la vuelta de forma brusca y se paró en medio del camino, cruzando sus brazos en su pecho y mirándola con el ceño fruncido.

—Vecina. —Murmuró con tono algo duro. —¿Por qué siempre dice esas cosas?. —Nayeon encogió sus hombros y se acercó a ella, irguiendose un poco antes de tomar un mechón de cabello entre sus dedos y ponerlo detrás de la oreja de la más baja.

—Porque te ves muy linda cuando no entiendes algo de lo que digo. —La muchachita negó con la cabeza y se colocó al lado de Nayeon que soltó un suspiro lleno de algunos sentimientos que quería dejar ir. —¿Qué sucede, Minari? Hoy tu hermana no está esperándote. ―Dijo mientras miraba hacia la dirección en donde la casa de su vecina estaba.

—No quiero volver a casa. —Una corriente de aire caliente pasó, volando parte del cabello con bucles de Mina. —Y le pedí a unnie que no me esperara porque si lo hacía comenzaría a correr en dirección contraria.

—Uh, eres una fiera cuando quieres. —La muchacha puso sus ojos en blanco. —¿Quieres pasar un rato?. —Señaló la puerta de su hogar y Mina lo pensó mucho mientras sus ojitos se enganchaban a los de la más alta.—Tengo café frío y galletas que preparó la pareja de Jeongyeon.

—Bueno, está bien. —Murmuró y fue la primera en ingresar. La casa podía denominarse como un desastre, había ropa de adulta y de bebé tirada en el suelo, podía ver los distintos juguetes y estaba seguro que había una pila de pañales sucios en una esquina. ―¿Puedes tener una gallina si tienes a una bebé recién nacida en tu hogar?. ―Nayeon se tragó una carcajada.

—Siento el desastre que hay acá. Jeong habrá salido y siempre tiende a probarse muchos atuendos antes de elegir el perfecto. Tuve turno doble y siempre soy quien se encarga de Myeong por las mañanas, habrá sido un problema encargarse de ella cuando no se puede dormir bien en la madrugada. —Tomó algunas de las prendas que se encontraban esparcidas por el suelo para luego juntar los pañales sucios. —¿Sabes? Algún día te diré qué significa todo lo que te digo, pero por el momento me gusta que reacciones a todo como si no conocieras nada.

—No es que no conozca, simplemente hay cosas que dices que se salen de mi rango de conocimiento.

Nayeon la observó en todo momento, la forma en la que su rostro cambiaba con distintas expresiones, en como sus ojos contaban todo y nada a la vez, la manera en la que sus facciones se ensombrecian un poco y el como sonreía chiquito. Su cuerpo estaba ligeramente encorvado cuando se sentó en el sofá, pero en ningún momento dejó esa pose de relajación y el como su rostro estaba en completa paz, como si estar en ese lugar que era un desastre le causara eso. Bostezó, en el momento que Im terminaba de preparar los cafés y colocaba el plato con galletas en el centro de la mesita de color café que estaba en la sala.

—¿Tienes sueño?. —Preguntó la mayor, sentándose a un lado de ella y ofreciéndole el vaso que lo tomó con mucho gusto—. ¿Has comido algo?.

—Gracias. —Dijo Mina mientras trataba de recordar la primera pregunta que su vecina había hecho. Estaba cansada y su cerebro por alguna razón se sentía demasiado adormilado—. Sí, no he dormido muy bien. Me pasé la mayor parte de la madrugada jugando a un juego que descargué. Comí una hamburguesa en el trabajo, pero no te preocupes porque no tengo hambre. —Hizo una pausa tomando un trago del café y haciendo una mueca con sus labios demostrándole a la otra (que la miraba atentamente) que estaba delicioso. —¿Tú? ¿Has dormido bien? ¿Comiste?.

♡ ; inocencia.(minayeon)Where stories live. Discover now