V E I N T I C U A T R O

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Cierta Rubia observaba una escena que la dejo perpleja, acaso sus ojos la engañaban.

Luego de escuchar algunos peculiares gritos se acercó de dónde provenían y al estar frente a la puerta para nada cerrada pudo ver aquel escenario sorprendida.

Eran Poseidón y Sasaki Kojiro besandose.

El golpe de realidad la trajo al instante dejando atrás el shock se fue de inmediato completamente asustada. Se escondió detrás de uno de los pilares de los pasillos que dirigen a los campos deportivos y se sentó tratando de analizar lo sucedido... Vamos no podía quejarse ella tampoco era una Santa y a pesar de que ya le había prometido a cierto profesor cambiar con su ayuda, de igual manera habían cosas de las que no iba a poderse escapar.

Pero... Cómo querer evitar que alguien a quien ella misma lastimo salga perjudicado por tomar malas decisiones.

Era obvio que ese tema no era de su incumbencia, lo que más le preocupaba era de cuánto tiempo llevaban de hacer esas cosas a escondidas, porque si algo era obvio, y es que lo es, Sasaki no parecía estar siendo forzado en ese beso lo que indicaba perfectamente que ya estaba acostumbrado o en una relación con ese tipo.

Se asomo por un costado divisando de inmediato que el mayor se había ido a dirección contraria y el menor se había quedado frente a al parecer su casillero.

¿Debería meterse en esta situación? Cómo pensó ella no era la persona indicada para esto pero de igual forma no podía pensar en que esto estaba mal.

—¡Kojiro Sasaki!

El nombrado dió un salto inesperado debido a que ni había notado que la rubia de grandes pechos estaba cerca de el.

—Afrodita... Por favor no me hagas nada...—retrocedio un paso

—No te haré nada... De hecho, perdón por lo que te hice anteriormente, no planeo volver a lastimarte a ti ni a tus amigos.

—¿Eh?

—Si, se que es imposible creerme pero de verdad me di cuenta que está mal lo que hago, incluso... Aunque no me creas... Convencí a mi tío de quitar la denuncia contra Jack y hablé con el director para quitarle la sanción también

—Si eso es verdad... Me alegro mucho que recapacitaras Afrodita, yo te perdono todo... No soy de rencores.

—Gracias...

El moreno asintió y le dedicó una sonrisa al mismo tiempo que daba la vuelta para retirarse del lugar hasta que es detenido por la rubia

—¿Desde cuándo el profesor de historia y tu están juntos?

El moreno dió la vuelta nuevamente quedando frente a ella tratando de mirar sus gestos y al confirmar que no había ninguna mala intención en sus palabras más que preocupación en ellas. Los colores se le subieron al rostro.

— N-no se de qué hablas Afrodita, me tengo que ir a clases.

— Sasaki... Los ví besandose...

— Estás loca.

— ¡Sasaki quiero la verdad! ¿No te está obligando? Porque si no es así debes denunciar esto... Es ilegal.

— No me puedes exigir explicaciones tu no eres nada mío.

— Lo sé, pero yo te puedo entender mejor que nadie.

— No te entiendo.

— ¡A mí también me violaron!

El silencio se adueñó del ambiente, era bastante tenso, los ojos de Sasaki se volvieron agua en pocos segundos, era esa desagradable escena otra vez.

— ¡A mí no me violaron, estás loca!

Obsesión| Sasaki x Poseidón © Donde viven las historias. Descúbrelo ahora