T R E I N T A Y T R E S

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—¡Auch! —el quejido infantil alarmó al mayor de la habitación quien fue de inmediato ante el pequeño Kojiro de 6 años.

—¿Paso algo? 

—No es nada... Es solo que me corté con el papel —comentó en voz baja señalando con la cabeza el papel junto a varias figuras de origami.

—Sabes que no es necesario hacerte el fuerte conmigo, yo siempre te voy a cuidar.

Tomó la mano del pequeño Kojiro con sumo cuidado verificando la profundidad del corte aunque fuese más que claro que era un simple rasguño. Había pasado poco más de un año desde la muerte de sus padres, cuestión que ante la falta de las figuras paterna y materna se sentía un ambiente depresivo y tenso, Sasaki al ser tan pequeño pasaba la mayor parte distrayendose con cosas que le parecían interesante así como con el origami y otras manualidades.

—¿Tú también?... —Pausó sin saber cómo formular la pregunta obteniendo la atención de su hermano— ¿... Los extrañas?...

El rubio sonrió de manera dulce, sabía que la razón de su distracción por el cual se cortó con papel era el tema de sus padres.

—Cada día, los extraño al dormir y al despertar...

—Y-yo... La verdad es que tengo miedo... De sentirme solo y ya se que vas a decir.—Evitó que su hermano hablara— Se que no debo sentirme así porque tú estás aquí pero... A veces cuando hago algo no puedo evitar preguntarme “¿Que pensaran al respecto?” , ¿tú crees que estoy loco?

El mayor le siguió sonriendo —Por supuesto que no... Yo lo entiendo porque me pasa exactamente lo mismo, no hay día en que no me pregunte si ellos estarían de acuerdo con lo que hago pero recuerdo que ellos más que nadie nos hubieran apoyado en lo que sea... Nos aman desde donde sea que estén, nos están apoyando... Estoy seguro de ello.

El moreno sonrió tierno y abrazó a su hermano por unos segundos que parecieron eternos.

—Tienes razón... Ellos nos aman desde donde estén.

—Exacto, ahora déjame ponerte una curita de los power rangers.

El menor rió suavemente mientras el mayor sujeto y mano para echarle otro vistazo para ubicar la cortada pero entonces algo extraño sucedió.

—Ooh... ¡Desapareció! Es increíble creo que tengo superpoderes.—habló emocionado el moreno, aún con ello el francés observaba confundido la situación presentada.—Que grandioso y fantástico.

Yo más bien diría que extraño —susurró para si mismo.

—¿Dijiste algo Onee-Sama?

—Ah no, solo decía que es fantástico.

Fue entonces que esa duda incremento su pensar y necesitaba averiguar este “fantástico” suceso.






Se removió incómodo en su lugar mientras que un olor a comida le llenaba las fosas nasales, abrió los ojos lentamente mientras notaba que efectivamente se había quedado dormido en el suelo con la cabeza apoyada en la cama junto a su brazo y el retrato de su madre reposando en su regazo. El fuerte ardor en sus ojos le hizo entrar en su triste realidad.

Una realidad en la que estaba solo con su hermano desaparecido desde hace 6 días contando el actual. A veces solo pensaba que estaba teniendo una pesadilla profunda de la cual le estaba costando despertar pero cuando sentía el cansancio pasarle factura a su cuerpo sentía esas ganas inmensas de llorar cuál niño pequeño que se encontraba perdido, tenía miedo de no volver a ver a su hermano y es que él sabía que esto era su culpa, porque se equivocó y claro que lo aceptaba pero no era justo que su karma le esté cobrando con su hermano. No era justo que la vida quisiera arrebatarle a lo más preciado que tenía...

Obsesión| Sasaki x Poseidón © Donde viven las historias. Descúbrelo ahora