La relación de JungKook y TaeHyung años más tarde.
《 Te dije que los finales felices si existían omega 》
Solo eran ellos viviendo y aprendido de la vida como adultos y pareja, como alfa y omega. Con nuevos retos que atravesar y cosas nuevas por ven...
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—JungKook... —advirtió.
El alfa asintió y paró de mover su pierna con insistencia.
—Lo siento amor, estoy nervioso.
—Y eso que el embarazado no eres tú. —se burló.
JungKook soltó una risa.
—No te burles omega.
—Es nuestra primera revisión JungKookie, estoy seguro de que todo irá bien. —le sonrió tranquilo. —Nuestra bolita estará bien.
—Aún no sé por qué llamas bolita a nuestro hijo.
—Vamos, YoonGi llama a su bebé gusano, el mío no está tan mal. —se justificó. —Incluso Jimin ya se acostumbró, dice que su bebé se mueve como loco cada que Yoon lo llama así.
JungKook volvió a reír, logrando relajarse, esa sería su primera visita con el doctor que llevaría el control de embarazo de TaeHyung. Estaba nervioso, iban a ser papás por primera vez y hoy verían a su cachorrito formarse, Dios, tanto su alfa como él estaban brincando de felicidad.
Admite que al principio fue difícil, pues sabiendo que su pareja no deseaba hijos, eso automáticamente se volvió su idea también, jamás obligaría al omega a procrear una vida que no deseaba, por muchos años se hizo a la idea de que no serían padres y estaba bien. Pero ahora, todo era diferente, ¡iban a ser papás! Era una locura.
—Aún no puedo creer que nuestra bolita y el bebé de Jimin tendrán la misma edad. —comentó el rubio. —¿No es algo raro?
—Que tú y YoonGi vayan a ser papás al mismo tiempo no me sorprende amor, seguro quedaron de acuerdo y Jimin y yo fuimos sus victimarios.
El golpe que recibió por parte del mayor en su brazo lo hizo carcajear.
—¡Deja de decir eso! YoonGi y yo no lo planeamos.
—Lo que tú digas omega.
Antes de que el omega pudiera responder, una enfermera los llamó para que pudieran pasar al consultorio. El doctor Kang era muy amigo de los padres de JungKook, quienes los comunicaron con él en cuanto supieron de la llegada de su próximo nieto.
Luego de presentaciones y conversaciones básicas sobre su proceso de embarazo, el doctor colocó gel en el estómago del omega, quien sostuvo la mano de JungKook cuando el frío impactó contra su piel.
—Aquí lo tenemos... —señaló el ultrasonido en el monitor. —Esa pequeña mancha de ahí, es su... bebé.
Los menores sonrieron hacia la pantalla, ¿cómo podía ser ese sentimiento posible? Esa pequeña bolita los había encantado desde el primer instante, creando un tipo de amor que no conocían.
