Capítulo 1

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Inútil 
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-- Maldita mocosa – la voz del señor a la cual le correspondía el título de "padre" retumbaba en mi cabeza -- ¡Baja ahora mismo!, ¿estás sorda o qué? – mi cabeza dolía más que los días anteriores, y su voz gruesa con un volumen bastante elevado no ayudaba con esta

-- ¿Qué pasó? – pregunté despreocupada, sin embargo, lo siguiente que sentí fue un gran golpe en mi mejilla el cuál fue acompañado de un gran jalón de pelo -- ¿Ahora que hice? – mi voz se cortaba, era obvio que no era la primera vez que pasaba

-- ¿Y tienes la descarada acción de preguntar? La carne, la puta carne que compramos esta semana – oh mierda -- ¿Ahora sí sabes de qué hablo? Te daré una lección, pequeña estúpida – no sé cuántos fueron en realidad, uno, dos, cinco ¿Quizás? Dolieron menos que la última vez, no obstante, mi cara se veía más roja y llena de sangre de lo normal. La carne, la maldita carne; el gusto que le agarré a esta después de los rasguños que me hizo Remus en su forma de hombre lobo fue inmensa. Aunque sabía que no podía tocar nada de lo que hubiese en la nevera, su olor me atraía y era imposible resistirme a esta así cruda o como estuviese.

Tenía planeado irme de la casa, pero en mi trabajo de medio tiempo no pagaban mucho y la poca plata que tenía ahorrada no me alcanza ni para el cuarto más horrible que existiera, así que por el momento tendría que seguir aguantando esta horrible casa; además, la plata no la hubiese podido gastar ya que por suerte no falta mucho para entrar a Hogwarts y los libros nuevos y materiales que requerirían los tendría que comprar yo.

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Ya tenía diecisiete, los había cumplido un par de días atrás ¿Mi regalo? Limpiar toda la casa, fue agradable, no recibí ningún golpe en toda esa tarde, además, aunque odiara a mi hermano menor, este muy en la noche tiró por debajo de mi puerta una pequeña barrita de chocolate, mi mente se llenó con imágenes de mi profesor, haciendo que esta formara una gran sonrisa que mi cara adolorida podía soportar. Aunque mi ilusión por el profesor Lupin aumentaba, me estaba diciendo a mí misma que ya no podía seguir más con él, más con eso que teníamos; él merecía a alguien mejor, alguien de su edad, alguien de su misma madurez, alguien similar a él; no a una niña, de apenas 17 años que lo máximo que podía aportar son charlas de cosas que ni siquiera le interesaban, una niña que se enojaba fácilmente y le dejaba de hablar como si nada, una niña que cuando estaba con él quería que todo se hiciese a su manera, solo una niña, nada más.

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Pero ¿Por qué odiaba a mi hermano? Fácil, él tenía todo lo que yo quería, sí, no me había hecho nada, al contrario, siempre fue amable en los momentos que él veía como me trataban mis llamados padres; yo era la grosera, lo alejaba y en algunas ocasiones lo empujaba cuando no se quería apartar de mí, odiaba verlo al lado mío, odiaba cruzarme con él en casa, odiaba que fuese algo mío, lo odiaba.

Las lágrimas que caían por mis mejillas, mi nariz mocosa y mis ojos rojos, se concentraban en la ventana de la habitación, viendo el lindo día despejado que hacía allá afuera, yo por otro lado me encontraba sola en casa; se habían ido al nuevo parque que abrieron por el centro de la ciudad, mi hermano solo tuvo que hablar sobre este para que ellos ya estuviesen arreglándose para irse; con miles de advertencias hacía mí, de cómo querían encontrar la casa cuando volvieran, se fueron. Desde ahí no he salido de mí habitación; abrí la ventana, quería sentir el aire, me asomé y miré las casas de los lados, parecían solas, supongo que todos querían ir al nuevo parque, siendo sincera yo también quería, había escuchado por mi hermano que tenían cosas increíbles, algo que me emocionó inconscientemente. Alcé un poco mi mirada ya que por alguna razón mi gato, se sentía muy ansioso y quería subirse a la ventana, lo dejé, dirigí mi mirada hacia donde él la tenía y me sorprendió bastante ver una lechuza dirigiéndose directo hacia mí, una ave muy conocida ¡Era la lechuza de los Weasley! Dejó la pequeña carta que venía a entregar y se marchó, mi gato se arrimó y empezó a ronronear, con rapidez abrí la carta y empecé a leer la nota que esta contenía adentro

Querida __, mis hijos han hablado mucho de ti. Sé que no tienes una muy buena relación con tus padres, por ello, te queríamos invitar a pasar lo que queda de vacaciones aquí en la madriguera, es tú decisión, ojalá puedas venir.

Con amor, Molly.

Obvio que quería ir, de todas las cosas que me han pasado estas semanas aquella carta era lo mejor que había recibido, así que sin perder tiempo, agarré mi maleta y empecé a empacar todo lo que pudiese necesitar tanto en la madriguera cómo cuando entrara de nuevo a Hogwarts, puse a Roier en su bolsito y ya con todo listo, salí de esa horrible casa; primero llegué al lugar donde estaba trabajando, me excusé diciendo que ya tenía que empezar mis estudios y que ya no podía ir; muy amables, lo entendieron.

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Por suerte la casa de los Weasley no quedaba muy lejos de la mía, así que consiguiente a eso tomé un bus que me dejaría cerca de aquel pueblo para después caminar un poco y llegar a la acogedora casa de los Weasley. Estaba tan emocionado, nunca había ido a la casa de ellos, pero por Harry me enteré que es muy linda y que a él en realidad le gustaba mucho. Agradecí al conductor y me bajé, todavía me estaba ubicando un poco con la pequeña dirección que había detrás de la nota, cuando por fin lo logré, empecé mi recorrido a pie. Después de unos quince minutos caminando y con mi vista enfocando una gran casa que se movía y veía de una forma bastante peculiar, me puse muy feliz. 

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Aquí está el primer capítulo de la segunda temporada, espero les guste. Recuerden que subo capítulo nuevo todos los días. Besos ✨😘

Secret 2Where stories live. Discover now