Secret 2

Especial última parte

Día de los profesores
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Ya me sentía un poco mejor y lo confirmé cuando la señora Pomfrey me dio unos últimos medicamentos dejando como palabras que los debía tomar cada ocho horas. Tenía mucha hambre, por eso, lo primero que hice fue ir al gran comedor y observar que había en el menú, al entrar pude ver varias caras conocidas, así que sin dudarlo fui a saludar.

- Hola, Her -- la castaña al verme se puso más feliz de lo habitual, supuse que ya se había enterado -- ¿Qué tal todo? -- Pregunté

- Muy bien, ¿tú estás mejor? Nos enteramos de lo que pasó -- lo sabía, simplemente me senté y asentí con la cabeza -- ¿Sabes que nos dijeron ahora en la mañana? Tenemos prohibido ir a la parte alejada de hosgmade, la que queda varias calles después de la tienda de Madame Pudipié -- que raro, pensé, ahí se encuentra la tienda de ese señor extraño. Quise contarle a los presentes todo lo que había ocurrido, la información que había dado Hermione era obvio que tenía que ver con aquel hombre -- pero, ¿no es raro que no nos hayan advertido antes? Digo, pudieron a ver llegado más chicos allá -- ella tenía razón, sin embargo, yo conocía a la persona perfecta que resolvería esta duda

- Chicos, me tengo que ir, si me entero de algo, les contaré -- todos asintieron y alzaron sus manos en forma de despido mientras yo salía.

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Al recordar un poco las conversaciones que tuve con el señor Milan el día anterior, recordé lo mal que se había puesto al mencionar a Remus, así que era obvio que el mencionado debía de conocer al menos un poco de él, así que al llegar al salón de este y recibir un "adelante" por parte del contrario, entré

- Buenas tardes, profesor -- al oír mi voz, levantó su rostro con rapidez -- perdón por no llegar anoche -- no sabía si este de había enterado, como no lo vi en la enfermería, supuse que no sabía

- ¿Estás mejor? -- Ah pues si sabe, y claro, Dumbledore había dado un discurso de advertencia, imposible que no se enteraran primero los profesores -- ven rápido, te tengo que revisar bien -- solo sonreí y llegué rápido hasta su escritorio, tomé una silla que había al lado y me senté ahí

- Creo que la señora Pomfrey hizo bien su trabajo, no tiene porqué preocuparse -- lo intenté tranquilizar, sus manos se pasaban por todo mi cuerpo intentando buscar algo, yo solo reía

- Tengo que revisar yo mismo, no puedo permitir que te pase nada -- mis mejillas rojas no se pudieron ocultar a tal confesión -- ¿Estás segura que ese idiota no te hizo nada? -- Le comenté todo lo que había pasado y que Cho entró justo a tiempo y me sacó de ahí -- ¿Ella entró? -- Preguntó

- Sí, me vio desde afuera y sintió que algo iba mal y entró por mí -- mis palabras lo pusieron un poco pensativo y esa actitud me ponía un poco curiosa

- Lo bueno es que estás bien -- tomó mi mano y le dio un pequeño beso -- subamos -- aún tomados de la mano, nos paramos y nos dirigimos hacia la parte de arriba del salón

- Yo.. yo vine a preguntarle algo -- no podía quedarme con la duda -- ¿Conoce al señor Milan, cierto? -- Al llegar simplemente paró por unos segundos y se sentó en el sillón, yo imite tal acción -- ¿Me podría decir quién es él?

- No te puedo decir, Dumbledore prohibió contárselo a los estudiantes -- demasiado sospechoso, pero no me iba a ir sin conseguir la información que necesitaba