Dibujos.

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— Izuku–kun —había dicho Uraraka–san—. Oh, hola Eri–chan. Deku, ¿puedes venir conmigo?

— Claro. Espérame aquí, Eri–chan, ahora vuelvo.

Asentí con una sonrisa y solté su mano para que se fuera de allí junto con ella, y me quedé estática en mi lugar, esperando que volviese. Entonces, un chico rubio y con ojos rubís salió de la clase de Deku–san y Uraraka–san.
Me quedé mirándolo con atención y admiración.

— ¿Qué miras, niña?

— ¿Cómo te llamas? —Le pregunté acercándome cariñosa y con curiosidad.

— ¡Bakubro, deberíamos ir a...! —Una tercera voz apareció, dejando ver a Kirishima–san, quien corrí a abrazar—. ¡Eri–chan, hacía mucho que no te veía!

— Lo mismo digo, Kirishima–san. —Le sonreí—. ¿Este chico se llama Bakubro?

— ¿Eh? No, no. —Rio, llevándose una mala mirada del chico del que estábamos hablando.

— Mi nombre es Bakugo Katsuki, niña. Pelos de mierda me llama así porque le sale de los-

— ¡Bakugo! —Exclamó. Al final me quedé con la curiosidad de saber qué era lo que iba a decir.

— Bakugo Katsuki... qué nombre tan lindo.

Vi como me dedicaba una pequeña, breve y casi innotable sonrisa.

— Como digas, niña.

Bakubro, tiene nombre. —Escupió Kirishima con el ceño levemente fruncido.

— Sí, es cierto. Cómo era... ¿Ari? ¿Mary?

— Eri. —Corregí—. Eri Chisaki.

— Eso, Eri. ¿Qué haces aquí? ¿No deberías estar con tus padres?

— Bakugo...

— Mis padres fallecieron. Además, prefiero estar aquí, tengo muchos amigos mayores. —Dije con euforia—. Tú eres uno de ellos, Bakugo–san —terminé.

— Ni creas que voy a ser amigo tuyo, extra.

Iba a corregir aquel «extra», volviendo a recordarle mi nombre. Pero apareció Deku–san junto con Uraraka–san.

— ¡Kacchan, ¿Kirishima ya te presentó a Eri–chan?!

— Qué te importa, Deku.

Mientras ellos dos hablaban, los miraba. Desviaba mis ojos de un lado a otro conforme ellos hablaban. Cogí la mano de Uraraka–san cuando Kirishima–san se unió a la conversación de esos dos.

Entramos a la clase 1–A, le pedí a Uraraka que me prestase colores y un folio e hice un dibujo. Después volví a salir con ellos tres.

— ¡Deku–san, Kirishima–san, Bakugo–san, mirad!

Acerqué mi dibujo hacia donde estaban ellos con mis ojos brillantes. Kirishima, Deku y Bakugo estaban cogidos de la mano, y entre Deku y Bakugo habían varios corazones de distintos colores.

— Eri–chan, ¿qué significan estos corazones entre Kacchan y yo?

— Que estáis enamorados. —Respondí con alegría corriendo a abrazarlos a ellos dos.

Deku miró a Bakugo con nervios y un sonrojo, y Bakugo lo miró a él con enfado, nervios y un sonrojo aún mayor.

— ¡¿Estás diciendo que me gusta este inútil?!

— Bakugo–san, no es lo mismo que te guste alguien a que estés enamorado de él...

Comenzó a crear varias explosiones en su mano izquierda, la cual había alzado con la risa de Kirishima–san de fondo.

— Maldita niña...

— ¡Eri!

Padres | 𝐄𝐫𝐢حيث تعيش القصص. اكتشف الآن