Capítulo 1

2.3K 281 42
                                    

Vegas terminó de abotonarse su camisa con estampados y de beber su copa de vino. Había ordenado que la cena se sirviera en la enorme mesa del comedor, que los hombres de la primera familia los acompañara. Su padre estaba decidido en agradar a Porsche, no conocía sus razones y ciertamente tampoco le interesaba descubrirlas. Le bastaba la satisfacción que obtenía de molestar a su primo Kinn, no lo quería cerca del omega recesivo y aquello por la atracción que le tenía. Al inicio, no dudó en fijarlo como su próximo objetivo; sería un golpe bastante duro para su primo que se lo quitara, incluso sospechaba que no se repondría.

Solo que su lobo parecía no importarle, inquietándole.

No sería la primera vez que se quedaba con los juguetes de Kinn, que se burlaba de ellos para que traicionaran a su primo y lo abandonaran. "¿Entonces por qué le costaba tanto fingir las sonrisas, usar las mismas tácticas para ilusionar a esos incautos? ¿Qué ocurría con su lobo para rehusarse a no sentir nada?".

—Mañana visitarás la fábrica, ¿cierto? —Su pequeño hermano se apareció en su habitación, era el único entusiasmado por la cena. Supuestamente. —. ¿Te llevarás a los hombres de la primera familia?

—Tengo que hacerlo.

— ¿Podrás dejar a Pete? —Vegas se giró hacia Macao, arqueó una ceja. No era una petición difícil de aceptar; de hecho, le convenía. Así podría tener a Porsche solo, y fastidiar doblemente a su primo. —. No quiero meterlo en problemas.

— ¿Por qué lo harías? —Se acercó hacia su pequeño hermano, le tomó del mentón y le sonrió.

—Porque le hice prometerme una noche de películas, terminando la cena.

Vegas miró a su hermano y negó. —Realmente, eres un consentido.

Macao frunció el ceño, esa no era la respuesta que quería recibir. Se colgó del brazo de su hermano, insistiéndole. No quería postergar su noche de películas, se había hecho varias ilusiones sobre ser el que inicie a Pete en la saga de superhéroes.

El alfa dominante disfrutaba tener a su hermano con tanto ánimos, que podría jurar que el guardaespaldas de su primo Tankhun despertaba la misma alegría. Su lobo tiraba de él para que se les uniría, sería totalmente divertido. No solo por Macao, sino por el propio Pete. Le gustaba su compañía, sentir ese dulce y refrescante aroma a lavanda, observar cómo se marcaba esos lindos hoyuelos cuando las sonrisas tímidas del omega dominante aparecían, que esos cabellos se desordenaran y cubrieran el ras de sus ojos.

Su lobo aulló y él suspiró profundamente.

—Ya estamos por llegar, Hia. —Macao hizo un puchero con su boca, ambos hermanos se detuvieron a unos pasillos del comedor. Sus hombres le avisaron que los guardaespaldas de la primera familia se hallaban en la espera.

—Bien, podré prescindir de Pete por la mañana. —El menor festejó, Vegas rodó los ojos. No estaba acostumbrado a sonreír tanto. —. Siempre que me dejen participar.

— ¿En nuestra noche de películas?

Vegas asintió, su pequeño hermano achinó los ojos con desconfianza. Se cruzó de brazos esperando su respuesta, incrédulo de que Macao estuviera considerando integrarlo o no en su dichosa noche de películas. Se suponía que era su hermano y no el de Pete, que debía preocuparse únicamente por él. Pero podía apostar que su silencio era por el guardaespaldas.

—Está bien, puedes unirte. —Macao susurró, no tan convencido. Conocía al alfa dominante, que le era imposible no recelar sus decisiones. Su hermano no era seguidor de trasnocharse viendo películas, apenas se permitía hacerlo con él un par de veces al mes. Que juraba otras razones para su interés, ello le alarmaba. No quería que Vegas estropeara la relación con Pete, que el guardaespaldas terminara alejándose como el resto.

Choose us, Pete! [VEGASPETE]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora