32.2

436 52 9
                                    

Nerviosa, me miraba al espejo una y otra vez. Miraba a Ieiri, a Maki, Mei Mei, Kirara, Miwa y Utahime. Todas estaban listas, todo estaba marchando bien. Entonces, ¿por qué me siento vacía? Es lo que siempre soñé; casarme con Satoru. ¿Por qué no me siento bien?

Me faltan mis hermanos.

— Oh, Dios — susurró Itadori al entrar a la habitación. Lo miré, estaba completamente sonrojado y sus ojitos no dejaban de brillar —. He conocido la verdadera definición de "Diosa".

Sonreí y no lo pude retener más. Lloré y me senté en la cama. 

— Mi hermano debería estar aquí — dije, secando las lágrimas para que el maquillaje no se arruine —. Pero... 

— Recuerda que Megumi es fuerte — dijo Ieiri, tomando asiento a mi lado —. Bastante fuerte, como tú. Él demostró una gran fortaleza en todo este tiempo que estaba peleando. Pero se descuidó, a todos nos pasa.

— Su hermanita está aquí para ayudarlo una vez más — dijo Mei Mei, tomando asiento a mi lado —. No te rindas ahora que eres más fuerte que antes.

Asentí cabizbaja. 

Tienen razón. Mi hermano es fuerte y ahora que le llevo una gran ventaja a Sukuna no puedo rendirme a medio camino.

— Te ves preciosa, Sunmi — dijo Yuuta al entrar a la habitación. Tanto él como Itadori llevaban un traje, es raro verlos con eso. Incluso es raro para mí usar vestido.

— Hojuelas de bonito — dijo mi primo, también vestido con traje y entrando a la habitación. Sonreí levemente. Panda corrió para subirse a la cama y abrazarme del torso. 

— No, no llores — dijo y tomé su pequeña cabecita —. Gojo-sensei y tú finalmente se casarán... No llores. Te ves más hermosa sonriendo — reí bajo y froté mi mano en su cabeza. Miré a mi alrededor, falta una persona.

— ¿Y Zen'in? — pregunté.

— Ella... No quiso estar presente — respondió Itadori. Él mismo me dijo que Zen'in y él son familia, tataratataranieto. Es curioso que después de tantos años, se encuentre con su descendiente —. Le trae malos recuerdos una boda.

Suspiré. El día de su boda, ella fue sellada. Es entendible. Asentí lentamente. Ya sé dónde está. La ceremonia se va a llevar a cabo en la academia, así que ella estará en el bosque. Acompañada de Itadori, ya que los demás fueron con Satoru por si necesitaba ayuda, nos dirigimos hasta Zen'in. Tenía razón. Estaba entre los árboles más frondosos, esperando no ser vista por nadie; sentada en el césped, con las piernas abrazadas y la cabeza apoyada en las rodillas era la posición que mis ojos captaron y era en la que se encontraba.

— Zen'in.

Mencioné y ella miró hacia arriba para encontrarse con mis ojos azules. Parpadeó repetidas veces y sonrió de manera diminuta.

— Vaya, te ves como toda una muñeca de porcelana — dijo, ampliando su sonrisa —. Tan frágil, delicada, hermosa y preciosa. Sólo pocas personas cuidan dichas figuras y el Seis Ojos la ha cuidado desde el primer momento que se conocieron.

— Tomaste mis recuerdos y los de él de cuando éramos niños — dije con voz calmada. Sí me da coraje pero no me voy a alterar, no ahora. Ya no.

— Ese será mi regalo de bodas — dijo, volviendo a mirar hacia abajo —. Pero se los daré cuando la ceremonia termine. No quiero estar presente.

Suspiré y dejé una mano en su cabeza, como solía hacerlo con mi hermano cuando se sentía mal, como solía hacerlo con mi hermana cuando estaba muy estresada por la escuela.

Silent Cry; Gojo Satoru.Where stories live. Discover now