Capítulo 34

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Las omegas pararon en la casa de la mayor, preferían estar en la comodidad de un hogar y evitar cualquier inconveniente en sitios públicos. Nayeon abrió la puerta y dio paso a la menor.

―Aquí hablaremos más tranquilas, ―dijo retirándose el cubrebocas del rostro.

―Sí, solo iré un poco de agua primero, ―comentó la mayor antes de sentir la saliva acumulada en su boca, creciendo como el flujo de un río, una arcada sobrevino a ello.

Cubrió su boca con la mano derecha y salió disparada hacia el baño

― ¡Unnie! ¿Estás bien? ―preguntó azorada por su repentina huida.

―S-Si, ―respondió a duras penas.

Nayeon se encontraba dentro del baño, con las manos sosteniéndose del inodoro, no es difícil adivinar lo que estaba haciendo.

― ¿Segura? No suenas bien, ―se apegó a la puerta por si acaso.

―Solo, solo son nervios. ―contestó recuperando el aire.

Unos minutos después salió del baño, con la cara lavada y el estómago más tranquilo.

―Te dije, ya estoy mejor, ―sonrió de lado, un poco fanfarrona.

Tras acabar con ese sorpresivo episodio, el par de chicas tomó asiento en el living, esta era la oportunidad de Nayeon para ver qué tan complicado era su panorama actual.

―Sé que conociste a la familia de Momo... ¿Qué tanto sabes de sus negocios?

Miró a la omega, esperando una respuesta de su parte. Chaeyoung lo pensó unos minutos, realmente no creía que fuera del todo importante.

―Creo que me hago una idea de lo que quieres saber ―Inició su explicación, ―Yo que tú solo me preocuparía por Haneul, esa perra está loca.

Dijo haciendo alusión a un meme muy popular. Nayeon no contuvo la risa, captando de inmediato la doble intención en el comentario.

― ¿Qué tanto debería? ―Arqueó una ceja.

―Bastante, verás, Momo literalmente dejó su vida en tus manos, ―sus palabras sobresaltaron a la omega mayor. ―Ella desconfiaba de sus capacidades para estar al mando de la empresa, por lo que pude enterarme, puso sus acciones a tu nombre, todo este negocio estaba a cargo de Haneul, los padres aquí no quieren saber nada, ella exigía que Momo tuviera un hijo, porque sabía que tarde o temprano esto de la internación pasaría ―cada descubrimiento se volvía más desconcertante que el anterior.

―Al suceder la internación y no haber un bebé de por medio, eres una accionista oficial, como sabes Momo heredó la mayoría de las acciones cuando su padre se desvinculó de la empresa, por lo tanto eres accionista mayoritaria.

Nayeon cerró los ojos unos minutos, masajeando sus sienes con los dedos.

―Y yo sabiendo todo esto al final, que buena suerte la mía, lo que menos me importa es dirigir una empresa, Haneul puede quedarse con esas acciones si quiere. ―Bufó molesta.

―No es tan fácil, Haneul no se controla a si misma cuando está enojada, es derrochadora y ha pedido préstamos que dejan en una situación compleja a la empresa, Momo no tiene a nadie más para ocupar su lugar, podría venderle las acciones por supuesto, pero sabe que si deja todo en sus manos quedarán en quiebra mucho más rápido.

Chaeyoung suspiró, en el tiempo que compartió como supuesta amante de la alfa, fue confidente de muchos secretos familiares.

―Es un caos, ¿No hay alguien que pueda hacerlo? ¿Un amigo a quien le pase un documento de poder temporal o algo así? ―preguntó algo cansada.

Su mente rebuscaba en los rincones alguna respuesta factible.

―Alto ―Im tomó la palabra antes que la menor. ―Hace unos años, Momo me comentó que creía tener una hermana, dijo que había algo incoherente en su acta de nacimiento, lo pensó porque fue a pedirla en el registro y le dieron una diferente a la que vio en su casa de la infancia, había otro nombre, Hirai... ―suspiró y frunció el ceño, recordando, ―Hirai Misuk, pero no había forma de confirmar que hubiera otra bebé.

― ¿Y la fecha de nacimiento? ―Chaeyoung creía que ese dato podría ser fundamental.

―Nueve de noviembre del noventa y seis, la supuesta bebé nació un minuto después, diez del mismo mes.

Chaeyoung abrió los ojos a sorprendida, haciendo que Nayeon imitara su expresión de sorpresa

―Mina nació en la misma fecha, es decir, la misma fecha que la bebé, a las doce y un minuto del día diez. ―Completó la información.

―No puede ser... ―murmuró.

Las omegas se observaron incrédulas, pasmadas con la nueva situación presentada ante sus ojos. El destino no podía ser más laberíntico, cada pasadizo tenía un nuevo secreto y ese secreto un nuevo caos

― ¿Qué haremos? Mina quedará devastada cuando lo sepa ―habló Chaeyoung con un cúmulo de miedos y dudas.

―No podemos ocultarlo, es su vida y su identidad, tendrá que saber, pero yo me encargaré de eso ¿Si? ―tomó las manos temblorosas de la menor, logrando que termine sonrojada.

Mina giró la llave en la cerradura y empujó la puerta con suavidad, es un hecho que su loba gruñó por lo bajo al ver la escena, aclaró su garganta y avanzó.

―Regresé antes de lo pensado ―comentó serena.

―Hola, Minari ―la omega mayor sonrió, levantándose para recibir a su alfa con un pequeño beso.

Chaeyoung desvió la mirada, tocando su mejilla interna con la lengua. Se puso de pie y caminó hacia la pareja.

― ¿Todo bien unnie? ―la saludó con un apretón de manos.

―Sí, tengo buenas noticias, la famosa mujer es alfa, llamé al hospital cuando llegué a la oficina, después de unas preguntas me dijeron que la única enfermera llamada Shin Ara era alfa.

Sonrió, su gesto se contagió a las omegas que sonrieron a su par, aun estando nerviosas.

―Me alegro, bueno, tengo que irme.

Besó la mejilla de la omega mayor y huyó de la mirada molesta de la alfa.

Nayeon suspiró, Chaeyoung tendría que dejar esos hábitos algún día. Tomó la mano de la pelinegra y la guio al sillón.

―Yo...Tengo mucho que contarte, pero necesito que estés calmada.

Infidelidad [Adaptación Minayeon]Hikayelerin yaşadığı yer. Şimdi keşfedin