El karma no es un motor inviolable del castigo cósmico. Más bien, es una secuencia neutral de actos, resultados y consecuencias.
[17/03/2023] #1 Mayo Zambada
[18/03/2023] #1 Guzmán
En curso.
®cordovaswift 2023
ˢʷᵉᵉᵗ ˡⁱᵏᵉ ʰᵒⁿᵉʸ, ᵏᵃʳᵐᵃ ⁱˢ ᵃ ᶜᵃᵗ
ᵖᵘ...
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Melissa
-Mi chiquita-. Le digo corriendo hacia ella y viendo como relincha y mueve sus orejas como cada vez que estaba emocionada. Los sollozos escandalosos que salían de mi garganta parecían imposibles de retener. -Mi princesa ¿Qué haces aquí?-.
-Mel ¿De que hablas?-. Pregunta desconcertado.
-Ella es mi princesa, la que me regalo mi abuelo ¿Por que la tienes tu?-. Le pregunto seria.
-Esa yegua era de mi papá-. Me aclara mientras me ve extrañado.
-No claro que no, es mi princesa-. Le digo. -¿Sabes de donde la saco?-.
-Se la regalo la esposa de uno de sus amigos, dijo que ya no la iban a poder cuidar y se la regalo-.
-¿Alguien se la regalo?-. Pregunto llorando con mas ganas mientras no dejo de acariciar y besar a mi princesa.
-Yo tampoco entiendo mi amor-. Dice mientras acaricia mi espalda tratando de brindarme apoyo. -Pero ahora la tienes contigo, se ve igual de emocionada que tu-. Dice riendo mientras princesa restriega su cabeza en mi pecho para que le siga rascando las orejas.
-Que lastima que no podamos saber que paso-.
-Es una chingadera que mi papá no este aquí para contarnos-. Dice triste y ahora soy yo quien lo abraza.
-Si, o que princesa no pueda hablar-. Digo bromeando y me gano una sonrisa.
-¿Quieres ir a montar?-.
-¡Si!-. Grito emocionada y sin querer ocasiono que de un brinco espantado.
Luego de haber estado paseando por el rancho sin querer despegarme de princesa, Iván me mostro el interior de la casa y justo ahora estaba saliéndome de bañar. Iván estaba quedándose dormido recostado en la cama.
-¿Todo bien?-. Me pregunta cuando me empiezo a vestir.
-Quisiera saber como esta mi abue Nati-. Digo sentándome en una orilla de la cama, Iván se sienta junto a mi y empieza a acariciar mis mejillas.
-Podemos buscarla-. Niego.
-Por mi culpa perdió al amor de su vida, me debe estar odiando y no la culpo-. Digo recargándome en su pecho.
-Eso no es verdad, no vuelvas a decirlo-.
-Mejor cambiemos de tema ¿Si?-. Propongo mientras me paro para empezar a ponerme el pantalón.
-Van a venir a comer con nosotros la familia de Don Mayo, es el compadre de mi papá y lo queremos mucho-. Asiento y trato de ocultarle lo nerviosa que me hace sentir el conocer a una persona tan importante.
-¿Cuando vamos a ver a tu abuelita?-. Le pregunto emocionada.
Había tenido oportunidad de hablar por llamada con Doña Consuelo en una ocasión y me pareció una persona lindísima, no dejaba de hablar maravillas de sus nietos y le pidió en repetidas veces a mi novio que me llevara a conocerla, incluso prometió hacer mole y eso fue suficiente para convencerme.
-Va a venir a comer con nosotros también-.
-Pero mira que niña tan hermosa eres Meli, Quino me a hablado tantísimo de ti-. Dice separándose del abrazo que me había regalado antes.
-Tenia muchísimas ganas de conocerla señora-. Digo mientras ella aun acaricia mis manos.
-¡Ya llego la alegría de la casa!-. Llega gritando Ovidio con varias bolsas, que supongo son la comida.
-Cuñis, te trajimos un aguachile super especial para ti-. Dice Alfredo y casi puedo distinguir el tono de broma con el que me lo dice.
-¿A si?-. Asiente. -Gracias-. Digo desconfiada.
Luego de acomodarnos en la mesa, entra uno de los hombres que cuidan el rancho.
-Patrón, ya llegaron los Zambada-. Iván asiente mientras se sigue comiendo una tostada.
Cuatro hombres entran al comedor y cordialmente nos saludan a todos.
-Tu debes de ser Melissa-. Me extiende la mano un hombre algo mayor y asiento mientras estrecho nuestras manos. -Así que tu eres la novia de Quino-.
-Si, señor-. Se carcajea.
-No me digas señor, todos me dicen padrino y como ya eres de la familia-. Se encoge en hombros graciosamente y le sonrió. -Ellos son mis hijos, Vicente, Serafín y Mayito-.
-Un placer-. Los saludo de mano.
-Hasta que te conocemos-. Dice el que creo se llama Serafín. -Quino ya nos tenia harto, todo era, Meli y Mel y Melissa-. Dice gracioso y veo como el color rojo le sube hasta las orejas a mi guapo novio, inevitablemente sonrió.
-Si, pinche mandil-. Dice Néstor entrando al comedor. -Ten Mel-.
-¿Que es?-. Dice mi cuñado Ovidio mientras esculca la bolsa que me tendió Néstor.
-Néstor y yo coincidimos en que no habíamos comprado postre, fue por un pastel-. Néstor asiente.
-Pinche culo, te encabronas cuando te pido que me vayas a recoger y a la cuñis si le vas a traer su pastel-. Dice resentido.
-Es que ella si me cae bien-. Ovidio me ve molesto y volteo a ver la pared con forzada curiosidad.
-Del odio al amor solo hay un paso-. Dice Alfredo mientras empieza a sacar los capiteles con comida de las bolsas. Ovidio ve a Néstor mientras mueve las cejas juguetonamente y este lo ve aguantándose la risa. Iván a mi lado niega con la cabeza divertido también mientras pone una de sus manos en mi muslo y lo acaricia.
Luego de comer y de la broma de mal gusto por parte de mis cuñado al darme aguachile con habanero, habíamos decidido jugar cartas y no es por presumir pero ya había ganado cuatro veces.
-Oye Mel, te apellidas Silva ¿No?-. Pregunta Don Mayo mientras seguimos jugando.
-Si-. Asiento levemente.
-¿Eres algo de Vicente Silva? El productor de mezcal-. Pregunta interesado.
-Si, es mi abuelo-. Trago duro. Lo veo abrir la boca en asombro.
-Lamento muchísimo lo que le paso-.
-Mmmm ¿Usted lo conocía?-. Pregunto asustada.
-Si, éramos amigos, hicimos negocios un par de veces-. El corazon me bombeo fuertemente y la boca se me seco.
-No tenia ni idea-. Digo bajito.
-Yo creí que tu y tu familia si sabían-.
-Tal vez mi abuela-.
-Si ella si, varias veces comimos juntos, mi difunta esposa y ella eran muy buenas amigas-. Asiento.
-Pero no éramos tan amigos como lo era con mi compadre Joaquín, de hecho lo conocí porque el nos presento-.