capitulo 15 ( un reincuentro inesperado)

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Afortunadamente, ningún humano llegó a ver el cuerpo antes que ellos, los presentes en el despacho del director Roins; todos ellos eran vampiros líderes, responsables de mantener el orden dentro de la academia para asegurar la convivencia entre humanos y vampiros; nadie sabía cómo ni cuándo pudo ocurrir aquella carnicería, pero estaba claro que no había sido nadie de los presentes, ya que ninguno olía a la sangre de la muchacha.

-Psicópata hijo de puta, ¿Quién ha podido hacer algo así? -exclamó uno molesto por como mataron a esa humana.

-Tranquilo, no te alteres... -le dijo otro a su lado con la mano en su hombro para calmarlo.

-Director, ¿Qué debemos hacer? -preguntó uno entre la multitud-, Nadie de los aquí presentes es el culpable, por lo que...

-Sí, lo sé -aseguró el director sin dejarle terminar. Entonces alzó la mirada-, hay un vampiro suelto por la academia y es uno que no respeta nuestras leyes de paz con los humanos.

-Pero, ¿Quién puede ser? -preguntó el de antes- Está claro que debe ser uno que no puede convertir a las mujeres, por lo que tiene que ser...

-Una mujer, sin duda.

Todos quedaron de piedra al oír la voz de aquella persona que dijo eso. Se giraron a la entrada del despacho que se abrió, y de ella entró una hermosa mujer de cabello negro azabache y ojos negros. Todos la confundieron con Freen Sarocha, pero enseguida vieron que no era ella, era notablemente un poco mayor a Freen, y no vestía el uniforme escolar sino ropas de viaje y una gabardina gris. Algunos no tardaron en saber de quien se trataba esa mujer tan misteriosa que parecía conocer el asunto actual.

-Veo que... Hay muchos más seguidores que antes. Estoy impresionada -dijo la mujer mirando a los vampiros presentes. Entonces vio al director al fondo y dijo-: Parece que el puesto te va bien, Víctor.

El nombrado se puso en pie, y los vampiros se apartaron para que ambos se vieran cara a cara. Víctor no se mostró sorprendido.

-Ya me habían dicho que vendrías, pero hubiera deseado que fuera en circunstancias... más agradables -confesó el director con ironía-. Ha pasado mucho tiempo, Amanda.

-Desde luego, una vida por lo menos -coincidió ella con una sonrisa-. Me alegro mucho de volver a verte, esposo mío.

En la mansión de Freen apenas corría la noticia, cosa que Jon quería guardarse para no preocupar a su ama, quería minimizar el acontecimiento, pero Freen no era tonta, que los lideres vampiros estuvieran reunidos solo podía indicar problemas.

-¡Explícate, Jon! -exigió la joven vampira a su mayordomo de pie ante ella. -¿Qué ha pasado exactamente en la academia?

-Nada que deba preocuparla, Lady Freen -aseguró él con una inclinación de cabeza-. El director, así como los demás se ocuparán de este asunto y lo solucionarán.

Freen y Baeng entendieron a qué se refería Jon con "demás". Si decía eso es que algo sobre vampiros se trataba, y eso siempre era alarmante. Viendo que no pintaba nada allí, Baeng se retiró dejando a esos dos solos para hablar.

-Con eso no me respondes a mi pregunta, Jon. -dijo Freen sin dejar de mirarle a los ojos, fría y directa-, Quiero detalles.

-No puedo decirle nada, Lady Freen. -dijo él. Ante eso, Freen lo agarró de las ropas atrayéndolo a su rostro.

-¡¿Por qué no?! ¡Soy tu ama y como tal debes obedecerme en todo! -le recordó ella cabreada- ¡¿Quién demonios te ha dicho que no puedes decirme nada?!

-Nuestra madre.

En un abrir y cerrar de ojos, Freen fue apartada de Jon para ser abrazada por alguien detrás suyo, abrazada por debajo del pecho y por el rostro. La morena quedó de piedra, ya que conocía esa voz, esos brazos, esa fuerza, y ese aroma tan delicioso. En un par de segundos Freen se vio lejos de la puerta y de Jon, este se arregló las ropas con total normalidad, nada sorprendido de lo ocurrido.

-Déjanos a solas, por favor Jon. -pidió el sujeto que tenía sujeta a Freen. Habló justo al lado de su oído. -Quiero estar a solas con mi hermana esta noche.

-Como ordene, Lord Dorian. -acató Jon con una reverencia con la mano en el pecho. -Con permiso.

El mayordomo se retiró cerrando la puerta. Durante unos minutos, ningunos de los dos dijo nada, simplemente se quedaron allí de pie en silencio. Dorian, el hermano mayor de Freen, era más alto que ella, la cabeza de la morena llegaba a sus hombros, por lo que, si le latiera el corazón, ella lo podría oír claramente. Sintió que los brazos y todo el cuerpo de Dorian estaba cálido, cuando debería estar igual de frío que el de ella. Se había alimentado hacía poco, exclusivamente para que ella estuviera más a gusto en un evidente y claro gesto vampírico de agrado. Eso la hizo sonreír. Entonces, Freen sintió como él cambiaba la forma de abrazarla, dejaba de cogerla por la cabeza para abrazarla por debajo del pecho y así poder apoyar la cabeza en su hombro el gesto hizo estremecer a la joven morena, ruborizándola.

-Pensaba... que no llegaría a verte esta noche. -dijo ella con nerviosismo en su voz, pero también satisfacción.

-¿Dudabas de nuestra palabra? Siempre cumplimos nuestras citas, ya lo sabes. -dijo Dorian en su oído con seducción-, Yo siempre... cumplo con mis promesas, mi amada Freen.

El abrazo fue más fuerte y profundo, Freen sentía como si su corazón muerto volviera a latir con mucha fuerza. El estar de esta posición con él la llenaba de gozó y paz. Entonces, sin poder aguantarlo más, se dio la vuelta para tenerlo de cara y besarlo mientras lo abrazaba por el cuello con ambos brazos. El beso fue apasionado y Dorian le corresponde abrazándola por la cintura.

-Te echaba de menos más que a nadie en toda mi existencia... -confesó ella ruborizada y excitada. Se la veía como una chica humana reunida con el amor de su vida-, Deseaba volver a estar así contigo...

-Y yo. -coincidió él igual de excitado y deseoso de más. Él la volvió a besar cogiéndola del rostro y ella acepta con gusto.

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