6.

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–¿Esto es una cita?

Harry levantó rápidamente la mirada del menú cuando escuchó la pregunta del Omega frente a él.

Llevaban solo 10 minutos ahí, aún no sabían que ordenar. Se dedican miradas disimuladas, haciendo notar un poco el nerviosismo de ambos.

– Creí que eso era algo obvio. – Bien Harry, no te escuchaste nada nervioso.

Louis sintió su cara caliente. Desde que Harry pasó por él y le repitió constantemente lo bien que se veía no ha parado de sentirse como si estuviera volando, a pesar de los nervios estar con el Alfa es muy cómodo.

Harry parecía ser una especie de libro abierto, una persona transparente (o eso espera). Le sonríe de manera sincera y sus ojos le transmiten, de alguna manera, confianza. Le agrada.

Ambos están en silencio, un silencio que no se puede descifrar si es del todo cómodo. Louis quiere hablar, quiere saber qué pasa o que puede pasar. Necesita dejar las cosas claras desde el principio.

– ¿Pasa algo?, estás tenso. – Señaló el Alfa, se preguntó a sí mismo si esto estaba siendo muy incómodo, no quería incomodar al Omega.

Louis lo miró con ojos grandes y dudosos. – Quisiera saber que pasa... o que puede pasar. – Bien, fuiste directo, no tengas miedo. Si solo quiere divertirse huyes y lo olvidas.

O no.

– No entiendo. – Dijo Harry cerrando la carta del menú para mirarlo con suma atención.

Louis suspira antes de abrir la boca. – Somos adultos, si esto es una cita me gustaría saber si esto tiene alguna intención de ir más allá. No estoy buscando nada, pero si me encuentro con un alfa tan increíble como el que pareces ser, quiero que sepas que no estoy para dramas innecesarios. No necesito confusiones, ni falta de comunicación. Por eso me gustaría que dejemos claro ahora cuales son nuestras intenciones. ¿Entiendes?

– Lo entiendo. – Murmuró el alfa, quien no había dejado de mirarlo en todo momento.

Se sintio mal, culpable, tonto y mal Alfa. Le haría daño, lo sabía, no pensó mucho cuando lo invitó a salir, no pensó en lo mal que podría terminar todo esto.

Soy jefe de una mafia.

Esas palabras están en la punta de su lengua sin saber cómo decirlo y que el Omega no salga corriendo, no quería que eso pasara. Su lobo interior le rasguñaba en el pecho con impotencia cada vez que pensaba en que algo saliera mal, siente que ha encontrado a su otra mitad. Tal vez suene muy apresurado pero desde la primera vez que lo vio no dejo de pensar en él ni un solo segundo. Quiere conocerlo, cuidarlo, mimarlo y sobre todo que eso sea correspondido. Quiere ser correspondido por Louis, por el precioso omega de ojos azules y sonrisa brillante.

Lastima que las cosas en su mundo no funcionan así.

– Me interesas, Louis. – Soltó luego de un largo silencio en el que el Omega mantuvo la cabeza gacha. – Me atraes mucho, pienso en ti todo el tiempo desde la primera vez que te vi, me haces sentir bien, tu aroma es maravilloso y siento que quiero tenerlo sobre mi todo el tiempo. No sé cómo es que puedes ser tan increíblemente hermoso e inteligente. Eres directo y con esto me lo demostraste aún más, mis intenciones contigo son conocerte, quiero conocer todo de ti. – Lo miro directamente a los ojos, mirada que fue correspondida. – Me gustaría tener algo serio contigo, llegar más allá, una relación formal.

Para este punto el Omega de Louis está por explotar de felicidad, está completamente sonrojado y ahora se siente nervioso de decir algo más.

Pero antes de siquiera poder pensar en decir algo el alfa se le adelantó.

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