CAPITULO II

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Toda la clase la pasamos en silencio, nadie hablo en ningún momento y lo único que sonaba era la voz segura e intensa de ese profesor nuevo, su manera de dar la clase no era aburrida y eso que parecíamos todos unas estatuas prestando atención a cada detalle y señalamiento que él nos hacía, pasó el tiempo y el timbre sonó para la hora de comer, todos se fueron lo más rápido posible y yo me quede guardando mis libros, no me iba a salvar de su clase, aún quedaban dos horas más con el, ¿eso es un castigo? Supongo que si.

Levante la mirada y lo vi sentando en el escritorio colocándose unos lentes que estoy segura que los usa para que su vista no se canse, escribía en su laptop mientras tenía un montón de papeles a su lado, supongo que era algo importante porque movía la mirada a los dos lados con agilidad, lo observé durante unos segundos y me di cuenta que tenía un físico bastante atrayente para ser sincera, una mandíbula muy marcada, cabello castaño fuerte con varios rayitos más claros que otros, nariz linda para mi gusto, labios bonitos.

—¿Seguirás viéndome o te irás a comer?— Levanto la mirada y la luz de la pantalla de su laptop reflejaba en sus lentes pues el salón tenía las ventanas cerradas y oscuras.

Ya la cague, era obvio, Helen pareces zombie viéndolo, es solo tu maldito profesor.

Reaccione al instante y me levante rápidamente, —Disculpe, estaba en un viaje astral— Mentí.

—Créeme que no estoy interesado en tu viaje astral o lo que sea, solo ve a fuera, no puedes estar aquí— Regreso la mirada a su laptop.

—Claro, error mío— Caminé hacía la puerta lentamente pero giré la cabeza para verlo nuevamente, había algo que me llamaba la atención de él.

El noto de nuevo mi presencia, se puso de pie lo cual hizo que los nervios fácilmente aparecieran, era muy alto, bastante, se acercó a mi y se quedó viéndome a la cara sin decir una palabra, su mirada fría hablaba por si.

—Su comportamiento señorita no me está gustando en lo absoluto, salga ahora del salón o tendré que ponerle otra falta más— Dijo sin apartarme la mirada de encima.

Y ahí me di cuenta de que era lo que me llamo la atención, sus ojos, tenía un ojo color verde con tonos azules y el otro café con tonos mieles, tenía heterocromía.

Son hipnotizantes.

Bien, tendrá falta— Me dio la espalda y caminó hasta su escritorio para agarrar la lista de alumnos, volví a reaccionar después de unos segundos, no sé cuanto tiempo me quede viendo sus ojos. Mierda.

—¡No!— Levante la voz y me tape de inmediato la boca, —Quiero decir, no lo haga, ya estaba por salir, lo veo después de la comida— Di media vuelta y salí de ahí antes de que él dijera algo, aunque sé que no tuvo la molestia de hacerlo.

Fui a la mesa donde siempre me siento con Jane y Lee, ellas ya estaban ahí comiendo y cuando notaron que estaba ahí no dudaron en saludarme.

—Hasta que apareces Helen— Dijo Jane con la boca un poco llena de su sándwich de mantequilla de maní.

—¿Donde estabas?— Preguntó Lee.

—Estaba en el salón de clases, me quede recogiendo unas cosas y apenas salí— Me senté  con ellas, saqué mi topper de comida y lo abrí, unas ricas quesadillas.

Tú eres mi secreto (+21) Where stories live. Discover now