CAPITULO IV

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Termine de bañarme y me cambie, estaba el aire frío afuera pero no era algo que no se pudiera soportar, enchine mis pestañas para después ponerme unas capas de rímel, mi dependencia se basa en el rímel y mi cabello, si alguna de esas están mal créanme que no salgo y me quedo viendo Netflix en mi casa por lo que reste del día, algo exagerado pero una realidad para mi. El profesor me pidió una hora en específico así que pensaba en ser puntual porque con ese carácter tan malo que tiene es capaz de llamarme la atención aún y estando fuera de la escuela, yo estaba relajada, Jane no estaba así que no tenía que inventarme alguna excusa para no parecer interrogada por una policía que en realidad era una metiche, con amor.

Pedí un taxi y le di la dirección, mientras íbamos en camino miraba por la ventana, entramos a una especie de colina donde habían unas cinco casas muy grandes y lujosas, si así son estas no quiero saber cómo será la del profesor, el taxi se paro y enfrente había un portón negro con una "AM" en el centro que estaba en letra cursiva, había dos guardias mirándonos y me giré para ver al taxista.

—¿Por qué paramos aquí?— Nunca había venido para acá así que todo era nuevo para mi.

—Lugar muy restringido, no puedo pasar, tendrás que ir tú sola.—

—Vaya. — Saque mi cartera y le pague al taxista, se me hizo algo caro pero el lugar estaba algo retirado de donde yo vivía y como eran casas lujosas entonces era razonable.

Me baje del taxi y camine hasta los guardias, me vieron de arriba abajo unas varias veces, no decían nada solo tenían puesto unos lentes oscuros y estaban en traje como si se tratase de la casa de algún rey o algo parecido.

—¿A quien busca señorita?— Dijo con firmeza.

—Ahm, buscó al joven Andrew Marchetti.— Dude en como llamarlo porque no quería sonar una extraña con esos guardias pero por la expresión de sus rostros sabía que tenía que contestar unas preguntas más.

—¿De parte de quien y para que?— Preguntó el mismo guardia y el otro solo tomaba anotaciones.

—De parte de Helen Dixon, lo buscó para unas cosas que tengo pendientes con el.—

—Permítame un segundo, tenemos que asegurar que eso sea cierto.— El mismo guardia que me interrogaba reviso mi cartera , sacando poco a poco mis cosas personales y examinándolas, el otro hacía una llamada mientras le daba todos los datos que había dicho con anterioridad, esto era demasiado raro y eso que solo venía a por clases extra. Se estaba haciendo tarde hasta que el portón se abro y me regresaron mi cartera.

—Adelante señorita, disculpe la demora.—

—Mhm, no hay problema.— Les di una sonrisa de boca cerrada y me adentre más.

Era un jardín gigante, había arbustos, flores, árboles y pajaritos por todos lados, era muy tranquilo, subí unas escaleras blancas que brillaban de lo limpias que estaban, era una mansión ante mis ojos, era asombrante, habían tres carros incluyendo el bonito carro negro que había visto antes, las escaleras eran iluminadas por diminutas luces incrustadas en el mismo escalón, me paré enfrente de la puerta negra con detalles muy lindos y discretos, llame al timbre que se encontraba a centímetros de la puerta, en lo que esperaba mire hacia atrás y había una mesa con sus respectivas sillas que combinaban con la casa, la puerta se abrió y rápidamente voltee arreglándome el cabello, era una señora que llevaba en su mano un pequeño trapo blanco.

—Buenas tardes señorita.— Dijo con amabilidad.

—Buenas tardes.— Le sonreí mientras asentía con mi cabeza, era una señora de unos 40 años con muy buenas vibras, cabello negro en una cebolla y ojos oscuros.

Tú eres mi secreto (+21) Where stories live. Discover now