-Me he enamorado profundamente de él, me he enamorado tanto que el hecho de pensar en no poder estar a su lado nunca más duele...
___ lennox.
-Sé que el hecho de que llegaras tán facil a su corazón es culpa mia, porque no supe amarla como se lo mere...
Por favor, ___, quédate... sabes que nos encanta tenerte en casa -trataba de conveniente Marc, el esposo de Rose-
No quiero que vuelvas -dijo Rose tomando mis manos- quien sabe que te hará, William ha perdido la cabeza
Y por eso mismo debo volver, enloquecerá más...ya pase la noche aquí. Eso es más que suficiente para que enloquezca , se cuidarme sola -dije en un tono tranquilizante para que no se preocuparan más-
Bien -suspiro Rose- pero si algo llega a pasar...corre hasta tu habitación y llámame, en ese instante correremos por ti.
En verdad, más que como una hermana se preocupa como una madre por su hija, se preocupa más de lo que debería. Y Marc se veía igual de preocupado por mi situación.
Y eso haré, ya cálmense, les repito estaré bien -sonrio-
Tarde un poco en convencerlos pero al final lo hice y estaba por llegar a casa, ¿Por qué siento que algo va a salir mal?.
Un grito me saco de mis pensamientos y si, era William.
Entonces, primor, fuiste por un té ¿cierto? -dijo, podía ver rabia en su mirada, definitivamente, si la mirada matara ahora mismo estaría muriendo-
Así es, solo se me hizo tarde y Rose insistió en que me quedara en su casa, porque...¿Pasó algo? -para que estuviera así de molesto algo realmente malo debió pasar-
-soltó una risa nasal- Rose, claro, como no imagine que ella seria tu cómplice para hacerme algo así.
De qué hablas, William -cuestioné con algo de preocupación-
-tomó con fuerza de mi cabello y me arrastró dentro de la casa, me soltó tan brusco que caí en el piso- quién demonios era aquel hombre con el que estabas tan cariñosa ¡¿ah?!
¡Cálmate de una ves, William!. Te has vuelto un demente sin razón alguna -exclamé mientras me ponía de pie- no voy a tolerar que vuelvas a ponerme un dedo encima de nuevo, te lo advierto.
Te has rebelado -me tomo fuerte del brazo llevándome hacia la sala y soltarme con fuerza sobre el sofá- te vi, Lennox, llevabas otro vestido y traías cabello negro, no dudo que hayas usado una peluca para irte con aquel malnacido y claro, Rose fue de ayuda ¿o me equivoco? -se posó sobre mi- luego entraron en un maldito hotel, te entregas al primer hombre que te dice algo lindo pero a mi, tu esposo, no me has vuelto ni a mirar.
Trataba de deshacerse de mi vestido. Está volviéndose un paranoico.
¡William, basta! -lo empuje lejos de mi tratando de arreglar mi vestuario-
Por las buenas o por las malas lo haré pero esta noche te haré mía -soltó un golpe el cuál cayo directamente en mi ojo derecho dejándome aturdida-
Cuando me di cuenta estaba sobre el piso con William sobre mi nuevamente tratando de quitarme el vestido, miré a mi alrededor hasta que la posé en una barra de metal junto a la chimenea, la tomé lo mas rápido que pude y solté un golpe sobre la espalda de William a lo que se apartó de mi.
Gruño adolorido y corrí lo más rápido que pude hacia arriba dirigiéndome a mi habitación, cuando llegue trabé la puerta y tome el teléfono marcando a la casa de Rose.
Casa Lancaster, buenos días -contestó Rose-
De fondo se escuchaba como William trataba a fuerza de abrir la puerta.
¡Rose, William acaba de perder completamente la cabeza y necesito que me ayudes! -dije completamente asustada-
No salgas ahora vamos por ti -dijo preocupada y enseguida colgó-
Sostenía con fuerza aquella barra de metal, no dejaré que ese mal nacido vuelva a ponerme una mano encima, eso no volverá a pasar.
¡Abre la maldita puerta! - estaba hecho una furia, ¿de qué hombre habla? ¿Cabello negro?-
¡Recupera la razón, William, no estás bien y nada de lo que estas haciendo es correcto! -quería que recapacitara de lo contrario sucedería una tragedia-
De una patada abrió la puerta, corrí hasta el baño pero él fue más rápido, me tomo del cuello estampando mi cabeza contra el espejo del baño, por lo que evidentemente se rompió en pedazos que caían sobre el lavamanos y sobre el piso.
Wi..William, por favor detener -le suplique- ten piedad y recapacita, te lo pido
¿Y tu la tuviste conmigo?, todo este tiempo me he dedicado a amarte y adorarte y no he obtenido nada con eso, solo tus desplantes, no quería llegar a estas instancias pero aquí estamos y todo por tu culpa -esculpió con rabia mientras tomaba un vidrio en su mano, yo hice lo mismo sin que se diera cuenta- prometimos estar hasta que la muerte que nos separe y así será -gruñí de dolor-
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𝓟𝓸𝓿 𝓐𝓲𝓭𝓪𝓷
Llevaba varios días desde que aquella mujer desapareció de mi casa sin que me diera cuenta, ¿Qué fue lo que le sucedió?.
Lo raro de todo esto es que siento que ya la había visto en algún lugar. Trataba de recordar donde. ¡Lo tengo!
Corrí hasta el ático de la casa y busque entre las cajas que se encontraban allí hasta que di con una caja repleta de periódicos y fotos viejas, llenas de polvo por cierto. Encontré una foto de dos chicas una espeluznantemente igual a la mujer que encontré en aquel callejón y junto a ella estaba otra mujer de cabello rojizo.
Lo que más me llamo la atención de esa foto fue que la esquina inferior se veía algo escrito, con sumo cuidado quite el marco esto cada ves de vuelve más extraño.