XIX

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Acerco la carta al fuego de la vela mientras siento como un pedazo de mi alma está saliéndose de mi cuerpo y mi corazón esta quebrándose en pequeños fragmentos que cortan el interior de mi pecho.

Poco a poco el talismán empieza a quemarse, pero ante mi vista está deshaciéndose muy rápido, más de lo que me gustaría, todos los recuerdos junto al hombre que amo están presentes en mi mente. La primera vez que lo vi, nuestro primer beso, nuestros mañanas juntos y desayunos y por último el recuerdo que más que lastima, la propuesta de matrimonio.

Es increíblemente lamentable saber que al fin tuve lo que tanto deseé por años, un hombre que me amaba con locura al igual que lo amaba yo. Y aunque quisiera quedarme con nuestros recuerdos, el anillo y los besos que nos dábamos, el dolor que experimentaríamos en el proceso no se no merecía, él me está esperando como siempre lo ha hecho y aunque con todas las fuerzas de mi ser quiera volver esta vez era imposible.

El talismán está a punto de volverse nada y un dolor punzante en mi cabeza llega, es fuerte pero no tanto como el dolor incesante que tengo en el pecho por la pérdida del amor de mi vida.

Siento la vista borrosa mientras que el dolor en mi cabeza no hace nada más que aumentar y poco a poco voy perdiendo la conciencia, pero eso no impide que siga llorando...

Siento la vista borrosa mientras que el dolor en mi cabeza no hace nada más que aumentar y poco a poco voy perdiendo la conciencia, pero eso no impide que siga llorando

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𝑵𝒂𝒓𝒓𝒂𝒄𝒊ó𝒏 𝒐𝒎𝒏𝒊𝒄𝒊𝒆𝒏𝒕𝒆

Cameron no hacía más que llamar una y otra vez a su amigo que no parecía querer ser encontrado, lo busco por todos lados desde lugares que frecuentaba con ___ hasta el parque en el que estuvieron la última vez, pero ni siquiera había señal de que Aidan estuviera cerca de aquel lugar y eso solo hacía que la preocupación de Cameron fuera en ascenso.

Lo único que le quedaba hacer es esperar a que Aidan regresara por su cuenta, no había otra salida, pero sabía a donde iría, era una ventaja. Se adentro a la casa de ___, estaba muy silenciosa se notaba a kilómetros la ausencia de la mujer excepto por las luces que se permanecían encendidas, su casa siempre estaba llena de música y luces ya que no le gustaba la oscuridad.

Después de soltar un largo suspiro fue hacia la cafetera y puso a preparar café, minutos después el olor a café inundaba la casa.

𝑷𝒐𝒗 𝑨𝒊𝒅𝒂𝒏

Hace un par de horas han pasado desde que estoy en la habitación de ___, olía a ella, nunca antes había notado que su habitación desbordaba su olor, supongo que es la falta de su presencia la que hizo que lo note apenas abrí la puerta.

𝕰𝖑 𝖉𝖊𝖘𝖙𝖎𝖓𝖔 𝖓𝖔 𝖕𝖚𝖊𝖉𝖊 𝖘𝖊𝖗 𝖙𝖆𝖓 𝖈𝖚𝖊𝖑 ¿𝖈𝖎𝖊𝖗𝖙𝖔?

Recuerdo sus palabras y sí que el destino era despiadado, darme al gran amor de mi vida y a la mujer por la que daría mi vida sin dudar por salvarla para quitarme cuando más loco por ella estoy. Era predecible, no es de este tiempo, pero quitármela tan abruptamente y sin aviso previo es espantosamente doloroso.

No volveré a verla está más que claro, mi mente lo entiende, pero mi corazón solo se fractura con cada segundo que pasa, no he dejado de beber desde que llegue, desde que llegue creí verla caminar por la casa mientras bailaba y reía sin dejar de mirarme, la mente también puede ser muy cruel.

Un olor a café llega a mí, el preferido de mi prometida, pienso que es otro escenario fantasioso que crea mi mente por la falta de ella, pero el sonido de la cafetera desde la cocina me confirma que no estoy alucinando. Como puedo le levanto y bajo corriendo tratando de no caerme por lo ebrio que me encuentro, veo la taza favorita de ___ con el café listo en la cafetera y sonrío ampliamente al creer que volvió, al creer que la tengo de vuelta.

Aidan -escucho su voz y sonrío, volteo de inmediato, pero es Cameron quien llamo por mi- dios santo, amigos, te he buscado por toda la ciudad ¿Dónde haz estado? ¿Qué sucedió?

Veo borroso debido a las lágrimas que se han acumulado en mis ojos sin darme cuenta.

¿Por qué lloras? -pregunta con notoria preocupación- ¿Qué es lo que pasó?

Ella se fue -digo a duras penas mientras mi voz es cortada por los fragmentos de mi corazón- no podré volver a verla

Pero qué estás diciendo -dice él aún más asustado- estas ebrio, Aidan, no te había visto así ni siquiera cuando tu ex se fue

Es por qué no la amaba tanto como a ella, es porque ___ es la mujer destinada a mí y carajo porque pasa esto -sollozo- no lo entiendo, por qué quitármela de esa manera tan horrible.

Habla claro, no puedo entenderte -grita con desesperación-

Creo que eso fue el final de todo -mis lágrimas salen sin parar- por que pasa esto

Cameron me atrae a él desde los hombros dando golpes leves en mi espalda en modo de consuelo, pero para ser sincero no funciona para nada.

Me suelto de él y salgo de la casa que no hace más que recordarme a ella, esta lloviendo fuerte y muy rápido mi ropa se humedece camino hacia el parque con la ilusión de encontrarla allí, corro sin ver nada más que a ella alejándose y un claxon suena a centímetros de mí y ni siquiera eso hace que reaccione, junto a un grito de Cameron caigo al duro y frio suelo de la calle.

¡¿Intentas matarte?! -grita moviendo mis hombros- no actúes como un demente y detente, esto no solucionará nada, ¡solo terminarás matándote. idiota!

La quiero de vuelta -digo vagamente- la quiero a mi lado todo el maldito tiempo.

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Espero no hayan llorado tanto como yo al escribir esto, ¡se nos enloquece el muchacho!

Por favor voten y dejen su comentario no sean lectores fantasmas (a los que le dedicamos bastante tiempo y amor a esto para que quede bien no nos gusta eso no no), me gusta leerlxs a todos.

Si por ahí existe alguna falta ortográfica pido mil disculpas.

Después de leer esto vayan a la nueva historia que comencé, eso es todo por hoy.

Daya, cambio y fuera .

𝑩𝒂𝒄𝒌 𝒕𝒐 𝒎𝒆 - 𝑨𝒊𝒅𝒂𝒏 𝑮𝒂𝒍𝒍𝒂𝒈𝒉𝒆𝒓Where stories live. Discover now