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11: Un horrible sentimiento.




Al parecer jamás me cansaría de escuchar a mi madre hablar de otras personas, y esta vez tampoco en casa de mis abuelos, donde podía oír claramente a mi abuelo paterno estar de acuerdo en todo lo dicho o incluso acotando más cosas que ya eran innecesarias.

Y aunque de estar apartado de ellos, en el segundo salón de la casa donde yacía un piano, las ganas de practicar se habían ido cuando la conversación cambió ahora sobre mi futuro.

Podía oír todo lo que decían, incluso sus molestias por estar estudiando en una escuela pública y no privada como en un comienzo quisieron en mí. Recuerdo el trato que tuve que hacer para quedarme en esa escuela: Mantenerme en los primeros tres lugares. No objetar las clases particulares. Ganar diploma de alumno ejemplar. Y ya llevo dos años consecutivos viendo esos diplomas con mi nombre colgados.

¿Orgulloso?

Realmente ahora al mirarlo, me genera estrés. Estrés de que tenía que conseguir el otro.

ㅡ¿Y cómo va en los estudios el muchacho?ㅡ vuelvo a tomar atención a la conversación.

ㅡEstá bien, ese fue el trato que hicimos. Si bajaba un puesto en los estudios, lo sacaremos de la escuela, al menos si sabe cumplir sus palabras. ㅡ mi madre dice con voz desgastada. Como si de todos modos aún no le gustara la idea de que estuviera estudiando ahí ㅡLo hizo por ese chiquillo amigo suyo, además, ese lugar apesta de todo tipo de gentuza. Cuando voy a la reunión de padres siempre veo todo tipo de madres.

ㅡ¿Hablas del chico Park?ㅡ la voz de mi abuelo pregunta.

ㅡSí, son amigos de infancia, pero los Park son unos fieles que se cuelgan de la caridad. Eso nadie me lo quitará de la cabeza.

ㅡOh ese tipo de gente, ¿el padre de ese chiquillo es solo un capataz de una obra?

ㅡSí. ㅡ responde mi padre esta vez. ㅡNuestra empresa financia la nueva obra. Pero el señor Park no durará mucho, es un viejo que ya no sirve.

Tragué con dificultad. Sintiendo la sangre hervir cada vez que los oía hablar a los cuatro en el otro salón sin remordimiento y más encima de personas que yo realmente admiraba. Me dolía comenzar a sentir este tipo de sentimiento hacia mi propia familia que se sentía exenta de algún error.

Estábamos lejos de ser perfectos.

Nuestras sonrisas frente a las personas dejaron de ser sinceras. Poco a poco iba descubriendo que las sonrisas en mi familia se escondían otro tipo de significados.

Aterrado y conmocionado por la verdad al ver como lo bueno comenzaba a verse distorsionado por la maldad y la falsedad. Yo también comencé a verme envuelto en ello tiempo después. Esa es la triste verdad.

La señora Park siempre ha sido una mujer dulce y esforzada en tratar darle todo a sus hijos y el señor Park también, cada vez que yo iba de visita jamás me presionaron para que actuara perfecto frente a ellos, y parte de eso en ese hogar me sentía libre, un lugar hogareño y no me importaba que casi todo los años viera al señor Park arreglar el tejado por las lluvias que se filtraba por algunas goteras.

Ellos eran una familia con sus defectos, pero eran ellos mismos.

Y entonces, ahora sentado y escuchando lo que los adultos hablaban, también me resuena la molesta voz de Yoongi. Él grito con furia parte de la verdad que no me había dado cuenta. Podía sentir su impotencia también reflejada en mí.

Pero entonces los dilemas de toda mi enseñanza, ellos mismos comenzaban a ser catastróficos mientras buscaba respuestas a lo que no tenía.

Con mi mirada pérdida, sentía como dos grandes manos comienzan a rodear mi cuello, asfixiándome lentamente. Parecía divertido el verme perder el aire de mis pulmones, tocando la zona de mi pecho, subo mi mano a mi cuello, no sintiendo ninguna otra mano que estuviera ahí, pero el calor persistía y era irritante. Mi interior estaba matándome.

ᬊJUDAS ✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora