Can't help falling in love with you

675 48 5
                                    

Llegamos a mi casa y no habíamos hablado en todo el viaje, nos quedamos un rato en el auto frente a la casa, en silencio.

— es tarde...quédate conmigo — susurré y ella me miró algo sorprendida.

— no...no es una buena idea — dijo

— oh vamos Elizabeth...porfa — ella se tomó unos segundos para pensarlo y finalmente aceptó.

Subimos juntas y entramos a mi casa, ella inspeccionaba todo, parada en la entrada mientras yo tiraba las cosas a un lado.

— taraaaan, esta es mi hermosa casita — dije y ella me miró sonriendo.

— es muy bonita — dijo

— lo sé, bueno puedes ir tú primero a bañarte y luego iré yo, te sacaré alguna ropa mía que me quede grande — dije y ella asintió.

Se metió al baño y yo empecé a buscar alguna pijama mía que fuera bastante grande, lo que no fue tan difícil ya que es el tipo de ropa con el que duermo. Abrí la puerta y dejé la ropa ahí y no pude evitar mirar por el cristal de la bañadera a Lizzie, quien miraba el suelo dejando caer el agua en su cuerpo. Ella me miró y yo fui a salir, pero ella me llamó.

— Lucía...entra conmigo — dijo y yo pensé en no hacerlo, en decirme que debía respetarme — Lucía...— cerré la puerta quedando en el baño junto con Lizzie.

Quité mi ropa hasta quedar completamente desnuda y entré a la ducha con ella. Ella puso una mano en mi mejilla, sus dedos rozando mis labios, luego bajó a mis hombros y llegaron hasta mis senos, pellizcó mis pezones haciéndome soltar un leve gemido.

Inmediatamente que aquel gemido había salido de mi boca, ella me cargó y me pegó al cristal de la ducha, sentí su erección en mi zona sensible y yo solté un gemido más alto. Ella me penetró sin avisar, haciéndome soltar un grito. Sus penetraciones se volvieron más rápidas y fuertes. Mis pies, que estaban alrededor de su cintura, temblaban. El baño se había llenado de nuestros gemidos, y yo ya veía las estrellas en ese momento.

Poco después llegamos juntas, ella en ese momento se agachó y sin darme ningún descanso, comenzó a chupar mi clítoris aún sensible por mi anterior orgasmo. Comencé a gemir aún más fuerte, mis dedos fueron a su pelo mojado y empujaba su cabeza más hacia mí, para obtener más presión.

Ella tomó dos dedos y los metió en mi, comenzó con su va y ven con estos, dejándome sin aire, mi cabeza daba vueltas y creía que perdía la cabeza de todo el placer que ella me estaba dando. Poco después llegué en su boca y ella tragó todo mi orgasmo, para luego pararse y besar nuevamente mis labios, dejándome probar de mi propio sabor.

La abracé y nos quedamos en ese abrazo por un buen rato. Dios, la quiero tanto.

Nos dimos una ducha rápida después de eso y ella se puso la ropa mía que le di y yo me puse una pijama mía. Nos acostamos y yo estaba boca arriba en la cama, mientras que ella se acostó sobre mi, su cuerpo entre mis piernas y su cabeza en mi pecho, estaba boca abajo, por lo que comencé a hacerle cariños en la espalda, y escuché su respiración pausada, pero sabía que no dormía.

Me había dado cuenta de su falta de sueño, así que para hacerla dormir comencé a cantar, cantaba mucho antes, era algo que me gustaba.

— wise man says, only fools rush in...but I can't help falling in love with you...shall I stay, would it be a sin if I can't help...falling in love...with...you —

Paré de cantar cuando me di cuenta que esta vez si estaba completamente dormida.

Al poco rato, me quedé dormida yo también y la verdad que dormir con Lizzie da tanta paz.

///

Me desperté en la mañana y Lizzie seguía aún dormida, normalmente tendría clase, pero decidí no ir y no dejaría que se levantara, lo mejor es que descanse. Así que me paré de la cama con cuidado para que ella no se despertara y salí del cuarto dejando la puerta cerrada, me fui a la cocina y me hice un sándwich y me puse a ver un rato la tele.

Llegaron alrededor de la una de la tarde y yo seguía metida en mi serie, y oí la puerta del cuarto abrirse y luego aparecerse una Lizzie media dormida.

— me dejaste dormir mucho...— dijo estrujando sus ojos.

— estabas cansada, quería dejarte descansar, se veía que tenías un sueño muy profundo —

Ella no dijo nada y se acostó en el sofá, reposando su cabeza en mis piernas. Comencé a hacerle cariños en el cabello y cuando se acabó el capítulo pensé en que debe tener hambre.

— ¿quieres que te haga algo de comer? — pregunté y ella asintió.

Fui a la cocina y le hice un sándwich como a mi y se lo di.

— es lo único que me sale bien — dije haciéndola reír.

Creo que necesitábamos este tiempo de calidad entre nosotras después de los duros tiempos que estábamos pasando.

Miss Olsen Donde viven las historias. Descúbrelo ahora