VIII

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En vez de encontrar una casa con fachada intimidante, lo que recibió a Roier fue un cobertizo y a Rubius mirando alrededor buscando algo en lo que parecía ser el patio.

Probablemente estaba midiendo el espacio para la otra casa. Roier se acercó la puerta, tocó y esperó.

Sé escuchó un traqueteo del interior de la morada y al instante, Quackity le abrió la puerta.

— ¡Roier! ¿Qué tal?

Sonrió con nerviosismo, a decir verdad, había venido aquí por mero impulso y ahora estaba nervioso sobre si preguntar o no por la persona que buscaba.

Que grande eres Roier.

— Todo bien, ¿y ustedes que tal?

— Pasa y siéntate un rato. Que tengo la casa sola.

El pato alzó ambas cejas divertido, Roier le siguió a las espaldas, comprobando que efectivamente, faltaban tres personas.

Quackity le hizo un espacio en una silla destartalada y charlaron un poco, no había mucho que decir ya que recién ayer se habían conocido, tomaron té y comieron galletas.

Su plan original era esperar a que el oso llegara pero por más conversación que le diera a Quackity, no se escuchaban pasos del exterior.

Y si los hubo, solo fueron los de Rubius que al parecer iban acompañados de otras dos personas.

Vio la cabellera de Missa por el umbral, este cargaba una cría de oveja en sus brazos y se veía entretenido con ella, poco después entró Shadoune y Rubius de último, cerrando la puerta tras de sí.

— ¿Te encontraste a Marki?

Roier, que había estado charlando sobre cosas mundanas, calló abruptamente y fingió disimuladamente ser educado cuando de verdad quería escuchar el chisme de la boca de Rubius.

— Yas, me dijo de hacer un combate amistoso, pero como estaba con Missa le dije que lo pensaría.

Shadoune se encogió de hombros indicándole a Missa con la mano que dejara la cría de oveja lejos de los libros.

— También le dijo a Spreen pero él directamente le rechazó.

¿Se referían al mismo Marki Locuras? Roier estaba algo consternado por la visión lúcida que había tenido en su sueño, pero quería seguir escuchando.

Habían mencionado a Spreen así que estaban los dos juntos en ese momento.

Aquí pasaba algo.

Roier exprimió sus sesos intentando recordar lo que había visto en su sueño, ¿que había dicho Locuras cuando Spreen había enloquecido y se había tirado a sus fauces apunto de matarlo?

"¿De que otro modo Shadoune te traicionaría?"

— Marki es fuerte, seguro quiere pelear al estilo callejero ya que vio que Spreen y tú sois fuertes.

— ¿Debería aceptar entonces?

— ¡No!

Rubius no fue el que dijo esa respuesta, en su lugar se volteó con Shadoune, prestando atención al grito de un tercero.

Quackity lucía sorprendido ante el grito también, Roier se había levantado bruscamente tirando la taza de galletas y el té al suelo gracias a la urgencia del mensaje.

Incluso Missa había salido del rincón del cuarto con su oveja confundido por la exaltación repentina.

— Ahm, ¿Roier?

Möbius [Sproier]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora