Veinticinco

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Maratón
1/3

♥︎

     Yoona;

—Me he dado cuenta, ¿eh? —molesta Dowon mientras yo me tomaba un descanso sentándome detrás de la barra.

El restaurante estaba muy concurrido y desde que abrimos no habíamos tenido tiempo ni para descansar siquiera cinco minutos. Y era bueno que estuviésemos llenos, pero al mismo tiempo muy agotador.

—¿De que hablas? —miro inocentemente a mi amigo.

—No te hagas —me señaló juguetón—. ¿Como van las cosas con el señor Jeon?

—Ah —río un poco y sonrío asintiendo luego de morder brevemente mi labio inferior—. Bien. Me encanta pasar tiempo con él.

—Sí, sí. Me lo imagino.

Rodeo los ojos divertida ante su insinuación.

—¿Y que hay con tu amiga?

—¿A que te refieres?

—Bien, la última vez que salimos, me quedé pensando en algo —lo miro mientras hablaba—. Creo que ella se ha convertido en una buena amiga para ti, ¿cierto?

—Sí —suspiro asintiendo.

—Independientemente de  todo, creo que estás consciente de que en algún momento debes decirle que estás con su padre ¿verdad? O bueno, al menos decirle que se gustan y que tienen una relación.

—Lo sé —presioné mis labios—. Pero es díficil ¿sabes? Exactamente por eso. Porque es mi amiga. Y estoy segura de que no se lo tomará nada bien.

—Puede ser —asiente el peli rojo—. ¿Pero y si sí? ¿Y si no se lo toma mal? Es decir, creo que, el hecho de que su padre esté feliz y que tú también estés bien, es lo que le debería importar a ella.

Niego, a pesar de que en cierta parte mi amigo pudiese tener razón.

—Aunque pudiera ser, estamos conscientes de que ella no se va a fijar en eso en la primera instancia.

Y hubiésemos podido seguir hablando pero una llamada entrante en mi celular interrumpió. Dowon se dirigió a limpiar la mesa en la que habían estado unas personas que se acabaron de levantar y yo miro la pantalla de mi celular viendo que la llamada era exactamente de Somin.

Decido responder.

—¿Si, Somin?

—Oye, ¿estás ocupada?

—Sí. Estoy trabajando. ¿Por qué? ¿Ocurre algo?

La siento suspirar, y me doy cuenta de que sí pasaba algo.

—Quería hablar contigo, pero no quiero interrumpirte. Hablamos mañana en la prepa, ¿está bien?

—¿No es muy grave? Solo dime que es.

—No te preocupes —tranquiliza—. No es tan malo ¿si? Hablemos mañana.

Y antes que preguntara nuevamente, cuelga. Dejándome con mucha curiosidad y extrañamente un poco preocupada. E iba a guardar el celular, para dirigirme a mi labor, pero me detengo otra vez para leer el mensaje en la pantalla que me hace sonreír casi al instante. Sobre todo, debido de quién era.

Kook
Pediré una orden dentro de unos minutos. Tráela y ven a mi oficina. Quiero verte y decirte algo también.

Exactamente una orden del hospital donde trabajaba Jungkook llegó al poco rato, y efectivamente fui yo quién se dirigió a llevarla. Detuve la moto en el sitio especificado y me adentré al gran edificio. Hice el mismo procedimiento de la otra vez, y en vez de dirigirme a la oficina del hombre llamado Seokjin, esta vez fue a la oficina de Jungkook.

Daddy Issues |𝐉𝐮𝐧𝐠𝐤𝐨𝐨𝐤 ✔Where stories live. Discover now