Un Caballero Florece entre la Sombra del Fuego

Capítulo 6: Encuentro de Asesinos

Una cuchara voló en el aire, girando y salpicando su contenido sobre un objetivo específico. Mordred Uzumaki gritó con todas sus fuerzas mientras daba a conocer su desagrado a la humanidad.

Mordred odiaba esa comida verde de guppy que sus padres insistían en darle.

Naruto se limpió la salpicadura de comida de su mejilla con una toalla mientras se reía de su niña mohína, "Supongo que es justo. A mí tampoco me gustaría comer eso".

El rubio progenitor se levantó mientras cogía su humeante bol de ramen de taza con los restos de panceta de cerdo y costillas de ternera de la noche anterior, junto con un huevo pasado por agua y lo colocó sobre su regazo.

Cogió uno de los trozos de panceta de cerdo y lo mordió para hacer un trozo adecuado para un niño de seis meses y se lo acercó a los labios. Veloz como un zorro, la niña se metió el trozo en la boca y miró fijamente a su padre. La mirada era clara: quería más.

Con el índice y el pulgar, arrancó pequeños trozos de fideos y los sopló un poco para enfriarlos antes de dárselos.

Después de unos minutos de darle ramen repetidamente, ella estaba satisfecha, recostada en su recién adquirida silla de comer, bebiendo un poco de leche con los ojos caídos.

"Naruto, ¿le diste de comer a Mordred?" La voz de Artoria llegó desde el pasillo, asomando la cabeza desde el baño.

"Sip. Probablemente se desmaye pronto". Respondió el hombre de ojos azules con una sonrisa.

"Gracias." La voz de su mujer llegó desde el interior del cuarto de baño, recordándole rápidamente: "¡No olvides acostarla antes de irte!".

Sus ojos se posaron en la niña de seis meses. Que seguramente luchaba con el párpado para mantenerse despierta, la sonrisa de sus labios se ensanchó, "Me alegro tanto de haberte tenido... ¡Te quiero Mo-chan!".

Levantó con cuidado a la niña y le dio un beso en la frente antes de tumbarla en su cuna. Cerró la puerta de su habitación al salir, y se marchó para prepararse para el último de sus encargos secretos.

Danzo caminaba por un sendero abandonado fuera de los muros de la hoja oculta, escoltado únicamente por uno de sus ninjas de mayor confianza. El líder de los Akatsuki había convocado una reunión con el anciano, y el halcón de la guerra quería aprovecharla para reforzar su posición.

Mientras se alejaban unos 30 kilómetros de la aldea más cercana, el anciano se detuvo y se dio la vuelta.

"¿Quién es usted?"

"Tu deseo de muerte". Respondió el enmascarado mientras Danzo salía despedido hacia atrás, con el brazo izquierdo cortado antes de recibir la patada.

"¡Itachi!" Exclamó sorprendido el anciano mientras la extremidad especial se incendiaba en fuego negro.

"No, soy mucho peor". Respondió la voz mientras se movía más rápido de lo que el anciano shinobi podía seguir, y cortaba.

El líder de Raíz se quedó estupefacto y horrorizado mientras una profunda laceración se abría a través de su pecho, escupiendo sangre por todas partes antes de caer de espaldas.

"Tsk. ¿De verdad Sasuke gastó todo ese tiempo para matar a esta peste?" Se preguntó Naruto mientras miraba el cuerpo, los ojos sangraban rojo y negro, y quemó el cuerpo después de susurrar para sí mismo, "Amaterasu."

"Probablemente debería irme, tengo un amigo que visitar en una hora, y NE que cazar" Habló el Uzumaki para sí mismo después de unos minutos de observar el fuego negro.

"Vaya, vaya Naruto-kun, ¿ni siquiera vas a saludar a tu viejo amigo Tobi?". Otra voz gritó desde detrás del tronco de un árbol mientras una familiar figura enmascarada se dejaba ver.