𓏲 O8: A Thousand Snowflakes

1.1K 176 12
                                    

— Mamá, ¿es cierto que no existen dos copos de nieve iguales?

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

— Mamá, ¿es cierto que no existen dos copos de nieve iguales?

Chaeyoung le ponía la gorra a Haewon para salir a la nevada en su jardín. Mina le acomodaba la gruesa bufanda roja.

— Pues se dice que los copos pueden adquirir hasta casi un número infinito de formas, por eso el dicho. No se puede decir a ciencia cierta, pero por probabilidades... digamos que todos son únicos —explicó Mina.

Salieron al patio y el césped se vestía de un manto albo. Haewon corrió enseguida a dar vueltas bajo los copos de nieve que tanto había esperado por ver.

— Si los copos de nieve fueran leche malteada, me encantaría estar ahí. Abriendo la boca para saborear, ah ah ah ah ah ah ah ah ah ah. —Comenzó a cantar.

Chaeyoung se sentó en un espacio a juntar nieve para hacer un muñeco. Mina la acompañó.

— Mira, Hotaru se atrevió a salir —dijo al ver a la mascota salir con cuidado al jardín.

El gato, al ver a su dueña dando vueltas y cantando, se abalanzó hacia ella, provocando que se cayera del susto.

— ¡Oh Dios! Pero qué sorpresa. —Haewon tomó al animal y lo abrazó a su pecho, rodando con él.

— ¡Hey, Hae! Ya que estás ahí tirada, ¿por qué no haces ángeles en la nieve? —le gritó Chaeyoung, un humo escapando de su boca.

— Buena idea, tal vez Hotaru quiera hacer unos.

Pero fue suficiente para el gato con ese frío, así que salió corriendo. Haewon movió sus brazos y piernas, riéndose, porque nunca había hecho eso en su vida y le emocionaba aunque fuera una cosa mínima.

Sus madres ya habían construido la base del muñeco de nieve.

— Esta vez nevó mucho, no me lo esperaba, por eso Hae está tan emocionada — comentó Mina, palpando la nieve junto a Chaeyoung que estaba del otro lado.

— Mamás, la nieve sabe fea...

— ¡¿Eh?! —Mina exclamó, ya con la nariz roja, y vio a Haewon acercarse a ellos con cara de asco.

— ¿Pero por qué probaste la nieve? ¿Tú no sabes cuantos gérmenes tiene? —dijo, preocupada por su hija.

— Sólo me entró curiosidad —dijo la menor, encogiéndose de hombros.

— Ay, Hae...

La chica sacó una bola de nieve de detrás de su espalda y se la lanzó a su mamá cuando este se puso a negar con la cabeza.

—¡Te tengo! —le dijo, levantando las manos en un gesto de victoria.

La bola cayó en el hombro de Mina y Chaeyoung se rió como loca

— Oh, Haewon, no acabas de hacer eso... —Mina la miró con ojos de advertencia, pero la niña no se inmutó.

—¡Y otra para Mami Chae!

A la adulta riendo le cayó la bola directamente en la cara y la mayoría de la nieve entró en su boca.

— Fue una buena maniobra de distracción, ¿no creen? Mami, no deberías comer nieve, ¿tú no sabes que tiene muchos gérmenes? — Lanzó una risilla y comenzó a correr cuando vio a Mina levantarse con dos bolas de nieve en cada mano.

— Eres una traviesa, Hae.

Chaeyoung también se paró con su munición y entre las dos adultas persiguieron a Haewon por el amplio patio, sin embargo, la menor era muy buena esquivándolas

— Ven para acá, traviesilla, mami tiene un regalo para ti. — Chaeyoung se le plantó enfrente con una sonrisa malévola muy cómica, imitando a un villano.

Haewon retrocedió, pero Mina ya estaba detrás de ella.

— Ha llegado tu hora —escuchó la voz de su otra madre, también imitando a un villano de película.

La joven no tuvo opción más que recibir las tres bolas de nieve, con la risa de sus madres cuando lo atraparon.

— No es justo, son dos contra uno.

— Tu madre y yo siempre hemos sido como una, ¿no es así, Chae? —Mina le guiñó un ojo.

— Es algo así como tu dinámica con la estúpida de Lily, Hae, algún día entenderás —respondió Chaeyoung, riendo ante el puchero de su hija.

— Que injustas... ¡Pero ya verán!

Haewon se agachó e hizo más bolas de nieve que comenzó a lanzar a sus madres.

Las tres empezaron una guerra donde Haewon esquivaba todo lo que le llegaba, Chaeyoung hacía una barricada y Mina trataba de apuntar a su hija escurridiza

Los copos de nieve seguían cayendo. Todos diferentes, todos únicos. Como un regalo para iniciar una memoria eterna.

Son las pequeñas cosas que construyen este hogar, que nos hacen felices cuando no vemos más que tristezas en la vida.

Son las películas que vemos en familia.

Son los días especiales que cuentan una historia de memorias pasadas.

Son sentimientos en un torbellino de juventud.

Son los copos de nieve, todos únicos, todos diferentes, que caen para cubrir el suelo que pisamos.

Son esos momentos los que nos da la vida.

Son esos momentos los que nos da la vida

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.
❝ All the little things ❞ || MiChaengWhere stories live. Discover now