2.

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— ¡Lena! —exclamó Natasha afuera de la escuela.

Vio como la pelirroja se daba vuelta sonriente y corría a ella.

— Hola ma. —murmuro la menor en cuanto estuvo frente a ella.

Natasha le dio una leve sonrisa y camino hacia el auto que Fury le había dejado.

— ¿Recuerdas cuando te dije que algún día tendríamos una aventura para la protección de las cuatro? —preguntó Natasha entristecida y a la niña se le cayó la mandíbula.

Flash back:

23 de enero de 2016.

Lia gateaba por toda la casa y Natasha sonreía observándola con la pequeña de 6 años a su lado.

— Ella es pequeña... muy pequeña —murmuro Lena mirando con atención a la bebé en frente de ella.

Natasha asintió y observo a su hija mayor unos segundos.

— Si... lo es. Algún día, tu y yo vamos a protegerla del mundo —habló Natasha y Lena arrugó su nariz observándola.

— ¿Sin mamá? —preguntó y Natasha sonrió tratando de lo que iba a decir no sonará tan mal para la pequeña.

También tendremos que protegerla a ella —comentó y Lena la observo confundida.

— ¿De quienes? —preguntó y se sentó en las piernas de Natasha recostandose en el sillón, pero aún con la mirada en su madre.

— De los malos que quieren lastimarlas por mi culpa —contestó Natasha y Lena rió.

— Pero mami... También tendrás que protegerme a mi ¿no? —exclamó confundida la niña ante lo que su madre decía.

— Por supuesto que te cuidare Boo. —contestó Natasha con una sonrisa.

— Pero de una forma diferente... más cercana, tu estarás conmigo —habló Nat y la niña observo a la bebé y luego miró por la ventana.

— Estas confundida ma, estamos las cuatro juntas ¿Acaso no las ves? —preguntó y señaló a la bebé en el suelo.

Natasha sonrió con débilmente.

— Ahora si... pero en unos años... solo seremos tu y yo... y ellas se quedarán aquí —trato de explicar Natasha el echo de que algún día deberían dejarlas.

— ¿Porque ellas se quedarían? —inquiro la niña con su nariz fruncida al igual que sus cejas.

— Te contaré algo... en el mundo, existen personas que quieren lastimarnos... a ti y a mi, no debes preocuparte por eso, pero un día al querer herirnos, van a lastimar a tu hermana y tu madre ¿Entiendes? —habló Natasha y la menor la observo asustada.

— Pero ma... no quiero que lastimen a mamá y Lia —murmuro Lena preocupada.

Su madre negó acariciando su mejilla.

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