Blue Papercuts©

4. Micah, Alias "Mecha Corta"

Muchos tienen el concepto de que la escuela es el lugar maravilloso a donde vas a obtener conocimientos para el futuro, otros creen que es una pérdida de tiempo, también están esas personas que la ven molesta pero necesaria. Luego estoy yo, que asisto porqué no tengo nada mejor que hacer.

En su mayoría, las personas de mi edad esperan a que suene el último timbre para correr a casa. En cambio yo, que por imbécil estoy repitiendo el último año y tengo notas de mierda en casi todo, creo que preferiría quedarme en la escuela en vez de saltar clases como hacen algunos. Algo tengo que sacar de estar tanto tiempo en éste infierno de sitio, al menos puedo jactarme de que salgo decente en materias como matemática y física, que ya de por sí son el puto tormento del adolescente promedio. Dejando eso de lado no considero la escuela como el mejor sitio para estar.

Además de que un maldito viejo pelón cree que es divertido ponernos a trotar diez minutos enteros antes de obligarnos a saltar como estúpidos de un lado a otro.

Esto es una tortura.

Aunque trotar no es lo que me molesta para ser honesto, estoy algo acostumbrado a hacer ejercicio por lo que tengo algo de resistencia, lo que me jode es que ciertos idiotas creen que pueden hacer de todo una puta competencia. Y con idiotas me refiero obviamente al cabrón que acaba de empujarme. Si hubiese sido otra persona lo dejaría pasar, al fin y al cabo pudo ser accidental, pero quien me empujó fue el imbécil de Jude, lo que solo significa que está buscando que le patee el culo y lo deje en silla de ruedas por lo que queda de curso.

¿Soy yo o lo que acabo de decir suena terriblemente mal?.

Da igual, mi prioridad es alcanzar al maldito y hacerle saber que a mí no me va pisotear ningún hijo de perra con aires de matón, porqué primero acaba él hecho mierda que yo pisoteado por esa basura.

Hago un esfuerzo por alcanzarlo y le devuelvo el empujón con la misma fuerza. No alcanzo a derribarlo pero si logro que pierda un poco el equilibrio. Sin embargo no me puedo retirar victorioso pues el imbécil vuelve a la carga y me empuja también. Y así acabamos corriendo como idiotas alrededor de la cancha mientras competimos ¿Qué clase de competencia es? No me pregunten porque no tengo cabeza para pensar en cosas lógicas en éste momento.

Rebasamos a algunos, otros menos afortunados se llevan un empujón. El profesor parece no darse cuenta de la estupidez que estamos haciendo y si lo notó se está haciendo de la vista gorda, o quizás sea el reflejo de la luz sobre su calva que no lo deja ver. Por un momento la realización de que estoy haciendo el ridículo llega a mí, pero es demasiado tarde para echarme para atrás pues alguien arremete contra ambos y nos empuja con tanta fuerza que es casi inevitable que nos caigamos al suelo como dos sacos de papas.

Aturdido por el golpe a penas y me alcanzo a sentar, observando como a unos pocos metros se encuentra el imbécil de Micah, está apoyado sobre sus rodillas mientras parece recuperar el aliento, no tengo que ser adivino para darme cuenta de que el emo fue quien nos empujó. No se si reírme o enojarme; por un lado logró que Jude se cayera de cara contra el piso, por el otro casi me saca el maldito estómago con el empujón.

Pero no tengo tiempo de elegir que hacer pues Jude se pone de pié a la velocidad del Rayo Macqueen y avanza con zancadas hacia el más bajo.

ㅡ¿Qué mierda te pasa? ㅡExclama, dándole un empujón y apretando los puños. Poniéndose a la defensiva como una rata que se pelea por un trozo de pan rancio, acaba de pintarle una diana a Micah en el rostro.

ㅡ¿Qué mierda te pasa a ti? ㅡVociferó, frunciendo el ceño y plantando cara, a pesar de que su corta estatura no lo ayude.

Si Micah pudiese golpear a cada idiota que se le atraviesa sin tener consecuencias por hacerlo estoy seguro de que ya se le habría ido encima a Jude para dejarle la cara echa mierda. Creo que está de más decir que al maldito emo se le suben los humos cuando está de mal humor y aún así tiene las pelotas de decir que yo soy el violento.

A Jude no parece gustarle que lo enfrente, está acostumbrado a intimidar a media escuela sin esforzarse, por lo que al verse amenazado reacciona como el animal que es: poniéndose en posición para empezar una pelea. Y el imbécil de Micah se ve listo para aceptar el reto.

Entonces intervengo, haciendo a un lado al emo y parandome frente al cabeza de espárrago que me mira como si fuese un pedazo de mierda de perro tirada en la calle. Obvio que no se da cuenta de que él parece un adefesio salido de las alcantarillas. Es una rata gigante, una muy molesta.

Nadie tiene derecho a intimidar o meterse con el maldito Micah Evander, a ese imbécil sólo yo puedo joderlo.

ㅡ¿Tú qué carajos quieres? ㅡCuestiona, mostrando sus dientes chuecos en una muecaㅡ ¿Vienes a defender a tu novio o qué?

ㅡPensé que eras más creativo, así no te aceptarán en la feria ㅡsonrío ante su ceño fruncido, tenemos una pelea de miradas durante algunos segundos bastante tensos, aprieto los puños, resistiendo el impulso de patearlo hasta que ruegue por misericordiaㅡ Desaparece.

ㅡOblígame.

Y en el momento más decisivo la perra del profesor cree prudente hacer sonar su horrible silbato para llamarnos la atención y dispersar al grupito de narizones que nos mira. Como se le antoja molestar decide ponernos a Jude y a mí a hacer flexiones de pecho como castigo por el alboroto.

Repito: Esto es una tortura. Ojalá se incendie la escuela.

Cuando acaba la tortuosa clase de educación física me tomo el tiempo de darme una ducha antes de abandonar los vestidores para ir a mi siguiente clase en compañía del vagabundo que vive frente a mi casa.

No se me es ni un poco extraño que Micah tenga el cabello recogido en un moño desordenado y grasiento, pues es obvio que no se bañó y parece que se quedó bajo el sol por horas de lo sudado y asqueroso que está, la excusa que pone es que se siente observado en las duchas y que ni muerto se baña con un montón de desconocidos cerca. Le creería si no fuera un cerdo que evita bañarse tanto como le sea posible.

ㅡMetiche ㅡexclamó mientras caminamos, frunciendo la nariz como si hubiese olido alguna peste. Seguro se olfateó la axilaㅡ Yo puedo con Jude, no tenias que meter tu narisota en mis asuntos.

ㅡMe importa una mierda. ㅡFruncí el ceñoㅡ Yo lo estaba enfrentando primero, pelea con él si le traes tantas ganas, a ver si ahí se te acomodan las ideas ㅡdije mientras él me miraba como si fuese a saltarme encima para ahorcarme.

ㅡMaldito idiota. ㅡManoteó mi brazo.

ㅡMe halagas. ㅡLo golpeé en la cabeza.

Dejamos de discutir cuando el timbre suena, mandándonos a callar e indicando que debemos ir a nuestras aulas. Mi siguiente clase es historia universal, el lugar perfecto para tomar una siesta antes de tener que ir a detención por algunas horas para nada valiosas.

Al llegar al salón Ann nos intercepta y jala a Micah con ella hasta su salón, yo por mi parte decido avanzar solo hasta mi aula y sentarme en el fondo, en esa esquina mugrosa donde el profesor ni siquiera se dará cuenta de que existo, perfecto para poder dormir las siguientes dos horas.

Cierro mis ojos y me recuesto sobre la madera, solo espero a que el sueño llegue a mí y me expulse de la realidad.