15. Expuesto y Cínico

1 0 0
                                    

Otro sábado por la noche

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Otro sábado por la noche. Otro concierto. Otro posible ataque de pánico.

Aunque tengo claro que la cantidad de personas que nos verán tocar ésta noche es considerablemente menor a la del último concierto eso no quiere decir que sea más fácil. Lo estoy intentando pero preferiría morir ahora antes que salir a presentarme, aunque supongo que Sander aprendería nigromancia para revivir me y obligarme a tocar por lo que mi anhelo de muerte no me da ningún consuelo en ésta ocasión.

Resoplo, sentado en el piso junto a unas cajas, el zanahoria está sentado junto a mí, su brazo recargado casualmente en mi cabeza.

Ha estado mirando su celular los últimos 5 minutos, sospecho que está checando la página de nuestra banda, se encarga de administrarla así que no es de extrañar que se esté tomando el tiempo para echarle una ojeada, los seguidores casi siempre suben después de la presentación, no somos especialmente populares pero tenemos una base de fanáticos decente.

Bueno, ya sé que una parte de ellos solo nos siguen por las fotos de Sander ─o lo que sea que encuentren atractivo en él─ y no por la música, pero marketing es marketing así que no me molesta.

Pensando sin querer en Sander y su apariencia a mi mente llega el recuerdo de la dichosa fotografía que le tomé esa fatídica tarde en la que no sabía qué carajos estaba haciendo cuando agarré la cámara y apunté la lente en su dirección. Me abofeteo mentalmente y me sacudo para que quite su brazo, arrastrándome lejos de él para levantarme, sintiendo la incomodidad que me produce tenerlo cerca con estos pensamientos flotando en mi cabeza.

Él me mira desde abajo con una ceja alzada, celular en mano.

ㅡ¿Qué te pasa, te picó una chinche? ㅡInquiere con cierto tono de fastidio.

ㅡJódete ㅡbufo y me alejo con la excusa de ir a ver si nos toca subir al escenario.

El zanahoria no parece interesado en lo que sea que me ocurra por lo que sólo regresa sus ojos de pescado hacia la pantalla del celular. ¿Se supone que éste bastardo es mi "amigo"? Si me estuviera muriendo de verdad y esa fuera su reacción estaría muy ofendido.

Me alejo, esquivando a los tramoyista y a la gente encargada del sonido, cerca del escenario la música retumba en mis oídos y el ruido me distrae de los pensamientos estúpidos que se cuelan en mi mente.

Me concentro en la banda que toca y la ansiedad por subir al escenario regresa como invitada no deseada.

Mis ojos se quedan fijos en la vocalista, con sus notas largas e impostadas, el ritmo de la música es diferente al que nosotros tocamos y hace que la bombilla sobre mi cabeza se encienda de la nada. Saco mi celular y escribo algo en el block de notas, es una idea cruda y rudimentaria pero si la trabajo lo suficiente podría significar un gran avance para la canción en la que he estado trabajando y que me tiene estancado desde hace días.

Blue Papercuts©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora