Travesía VI

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Cursi

Summary: Alzándola, los recién comprometidos se besaron con fuera mientras un rayo a la distancia caía con luz propia y un resonar estridente llenaba el cielo de la ciudad en el cual dulces estrellas se seguían viendo a pesar de la lluvia. Permitiendo que con una cursi y especial pedida de mano los jóvenes portadores de la creación y destrucción hicieran el pacto de unir sus vidas para siempre.

[...]

Adrien parecía una ostra en una olla, sus pulsaciones estaban a mil y podría jurar que sentía como el sudor de su cuello rodaba por la curvatura de su espalda, si bien él era de las personas que le gustaba crear planes y que todo fluyera sin presión esta vez no podía darse el lujo de verlo así.

Un grito interno dejo salir el joven al ver como casi se cae un bello adorno de flores rosadas y azules y suspirando al ver que no fue nada grave y lograron acomodarlo mejor.

—Mi principito está muy estresado al parecer —la voz suave de la mujer que le había dado la vida lo hizo suspirar y mirarla derrotado.

A ella jamás podría engañar con sus emociones, ni a ella, ni a Kagami y mucho menos a la persona por la cual hacia esto, ellas podían reconocer sus emociones.

—No puedo mentirte, madre.

La risa jovial de aquella mujer; similar al joven, pero en versión femenina; resonó y abrazo a su retoño mientras le acariciaba su cabeza.

—En verdad quieres que salga perfecto ¿verdad?

Suspirando el joven asintió.

—Sé que nuestras citas no son perfectas, de hecho, nuestra relación no lo es y es parte de su encanto, sin embargo... quiero que esto lo sea, no es una cita o nada por el estilo, es muy especial.

—Cariño, lo que hagas por la pequeña Marinette será siempre perfecto para ella, créeme, no debes estresarte con ello.

Asintiendo ante las palabras de aliento de su madre el joven se sintió más relajado, así comenzó a caminar hasta donde estaba una dulce mesa con bocadillos de azúcar y sal, a su vez, había una exquisita botella de bebida efervescente.

Sonriendo al ver que todo estaba perfecto, ahí en su dulce jardín donde tenían gratos recuerdos de ellos dos, el joven siguió revisando así ante la vista de su madre la cual estaba sonriendo y negando, en seso parecía a su padre.

—En verdad ama a Marinette.

—Ella ayudo a que le devolviera la sonrisa a su hijo, Emilie —expresó Natalie mientras llegaba con una bebida fría.

Emilie sonrió aún más, en verdad le agradecía y tenía un gran aprecio a la joven.

—Marinette es la lady de sus sueños y es una chica extraordinaria.

—Así es.

—Natalie, por favor, que nadie arruine esta bella tarde de mis niños.

—La seguridad esta lista si llega a pasar algo fuera de lo normal, aunque no creo, luego de ese ataque de akuma y la verdad revelada todo está bien.

Sonriendo, Emilie asintió mientras comenzaba a caminar hacia la casa, mientras veía a su retoño robarse una que otra golosina.

Adrien por su parte no sabía cómo hacer que el momento llegara hasta ese punto donde lo haría, quería que todo fluyera y que Marinette no sintiera su tensión.

—Chico calma, tu madre mismo lo dijo, cualquier cosa que hagas será perfecto para Marinette, así como ella lo es para ti.

—Lo sé Plagg, pero esto solo pasa una vez en la vida y quiero que ella lo recuerde eternamente.

Travesías de CupidoOù les histoires vivent. Découvrez maintenant