CHAPTER 1⠀⠀第一章

77 14 4
                                    

⠀⠀⠀⠀⠀⠀

⠀⠀⠀⠀⠀⠀

終わりかけの始まりです。

⠀⠀⠀⠀⠀⠀

⠀⠀⠀⠀⠀⠀

⠀⠀⠀⠀⠀⠀Dentro de un bosque templado de área boscosa, con árboles de gran tamaño, se escuchaba el brusco sonido de las ramas rotas y hojas secas sobre la tierra acompañado del incesante llanto de un bebé cargado en los brazos de una madre que corría desesperada por huir de su fatídico destino.

La mujer, quien fue acusada de infidelidad con alguien de su mismo género, lloraba en silencio mientras buscaba alguna manera de mantener a salvo su vida y la vida su hijo, producto de un matrimonio arreglado con un hombre al quien no amaba.

Ella tuvo que contraer dicho matrimonio para mantener su estatus en alto, puesto a que su familia había quedado en quiebra por las incontables deudas desde hace años.

No obstante, su amor por la pequeña criatura que cargaba en brazos era inocente y firme; amaba tanto a su bello hijo desde que nació y lo tuvo en brazos débiles. Quería darle todo el cariño y afecto que ella nunca pudo tener desde que era una niña.

Pero sabía que su deseo maternal nunca podría cumplirse.

Ella estaba siendo perseguida por un grupo de hombres armados con katanas y wakizashis* con la intención de matarla a ella y al bebé como castigo por infidelidad e "inmoralidad".

Todo por enamorarse de alguien que nunca debió amar...

— ¡Kamado Kie! ¡Deténgase en este momento!

Los hombres gritaban su nombre constantemente; sin embargo, la mujer hizo caso omiso al llamado debido a que reconocía las malas intenciones de los armados.

Su silueta se escondía con facilidad entre los grandes troncos. Movía angustiada sus piernas lo más rápido que podía mientras pedía perdón repetidas veces a su hijo por no ofrecerle una buena vida, por no ser una buena madre y por lo que iba a ocurrir luego de ese día.

Kie se dio cuenta de que había perdido el rastro de los hombres por un breve momento hasta que llego a un rio con una corriente medianamente alta y se detuvo.

Le seria complicado seguir avanzando con su bebé en brazos. Lo miró con suma tristeza su rostro enrojecido por el constante llanto, y no pudo evitar soltar las lágrimas lastimeras que habían llenado sus ojos al momento de pensar de que tal vez era mejor separar sus caminos.

— Es mejor que vivas tú, mi pequeño bebé. — Susurró acurrucando a la criatura en sus brazos.

Se arrodilló con lentitud, su llanto silencioso se mezcló con el bullicioso del bebé. Varios hipidos salían de sus labios que temblaban, Kie observó cómo sus lágrimas caían sobre las ramas que recolectaba para construir una especie de cuna con algunas ramas que se encontraban cerca. — Perdóname, perdóname, perdóname por favor...

Seguía repitiendo en voz baja, las lágrimas empezaron a mezclarse con su frio sudor. Agitadas eran sus manos que terminaron de arreglar la cesta donde su hijo deambularía hacia un desconocido comienzo o posible final.

— Perdóname, mi amado niño...

Sostenía en sus brazos por última vez a su hijo, quien había dejado de lloriquear al ver el rostro de su madre frente suya. Su pequeña mano deseaba acariciar la mejilla de la mujer, sus dedos se movían y su palma quedo abierta.

Kie estaba rota, completamente rota al ver a su hijo. Mordió su labio inferior, ahogando los gemidos de impotencia e ira que rogaban por salir y acostó con sumo cuidado el cuerpo del bebé. Por último, acomodó sus ropas y resguardo su delicado cuerpo en una manta.

NIÑO FLOR DE LOTO⠀⠀   蓮華⠀⠀   KYOTANWhere stories live. Discover now