TORBELLINO DE EMOCIONES

El principio de los enamorados

Todo está bien en ti cuando no conoces el amor, ¿bueno, bien bien?

Todos sabemos lo incómodo que se siente cuando miras una publicación de enamorados en una red social, o cuando ves preciosas fotos de novios juntos, o cuando observas parejas de enamorados el 14 de febrero.

Pero bueno, suponiendo que logramos ignorar todas esas emociones que pueden surgir, siempre llega alguien que te hace sentir ese flechazo. Así es, me refiero al famoso 'flechazo de Cupido'; sientes esas 'maripositas en el estómago', todo te parece más bonito ¡y hasta te sientes más sexy! Todo cambia y eso hasta lo ha comprobado la ciencia.
Bueno, algo así es lo que me ha ocurrido, pero yo aún no lo sabía.

Mi nombre es Kristel y te voy a contar cómo pasé de no conocer el amor a encontrar al chico por quien siempre había soñado.

Mi madre me había dicho que algún día conocería a alguien que me haría feliz; alguien que me quisiera como yo me merecía; alguien que fuera mío y solo mío.

Cada noche, antes de dormir, cerraba los ojos y me imaginaba cómo sería ese alguien. Me preguntaba cómo se llamaría, cómo sería su personalidad y qué cosas le gustarían.

Me preguntaba si él me amaría de verdad; si me sería fiel y leal; si me haría reír y llorar; si me protegería y me cuidaría. Me preguntaba si él me amaría para siempre.

Lo sé, son muchas preguntas, pero para entonces tenía muchas dudas sobre qué era el amor.

Aunque no lo conocía, cada día lo amaba más y sentía que era parte de mi vida. Me preparaba para el día en que lo viera.

Sabía que ese día llegaría pronto. Que el destino nos uniría de alguna forma. Que nos encontraríamos y nos enamoraríamos. Que nos haríamos una promesa bajo las estrellas. Que hablaríamos y llegaríamos tarde a casa. Que viviríamos felices para siempre.

Esperaba ese día con mucha ilusión. Con ansiedad y nerviosismo.

Me preguntaba cuándo sería ese día.

Y ese día llegó...