𝐇𝐎𝐀 | ❛ Entonces.. si tus manos están manchadas de sangre embárrala en las mías, si eso ayuda a quitarte ese peso de encima ❜.
Robyn Hubert buscaba una manera de mostrar que su existencia valía la pena y junto a su mejor amigo de la infancia se...
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🩸──── 灰の中心 ⚔️ ──── capítulo quince. una extraña bienvenida.
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El grupo dirigido por Connie se acercaba a paso muy veloz al pueblo que quedaba en el sur luego de pasar a esa villa que el chico había mencionado que pasarían antes de llegar a Ragako. Cada vez más iba reconociendo el paisaje dado a que se estaba separando de sus compañeros por tomar la delantera, aunque una persona se estaba encargando de ir a la par suya, siendo Robyn quien avanzaba junto a su caballo detrás de él.
—¡Connie, Robyn! No vayan tan lejos, no sabemos si hay más titanes al frente. Dijeron que evitáramos separarnos unos de los otros —Reiner los intentaba llamar pues conocía la naturaleza impulsiva de la chica así como la desesperación en Springer.
Solo fue cuestión de segundos en donde se encontraban en la entrada de Ragako, la primera impresión de Connie acerca de su pueblo no fue la que esperaba. No había una sola casa en pie, todas habían sido destruidas y el único sonido que percibía era un tétrico silencio que le ponía los nervios de punta. Ningún habitante se divisaba a la distancia y esto lejos de ser un alivio hizo que su corazón golpeara su pecho con más fuerza con cada paso temiendo lo peor.
¿Por qué no se oyen ni siquiera los animales de los alrededores? ¿En dónde diablos están todos? Esto era justo lo que temía.. los titanes acabaron con todo.
Robyn ayudaba a revisar el área pero sin resultados favorables, topándose con lo mismo que el chico observó al llegar. El viento rugía por los escombros de las viviendas de las cuales aún caían algunos pedazos produciendo crujidos bastante tétricos que les helaban la sangre a ambos compañeros.
—¡¿Hay alguien aquí?! —El llamado de Connie hizo que Robyn se girara a el, teniendo los labios algo temblorosos e hizo que su caballo se detuviera justo detrás del chico.
Algo que resultaba misterioso para ella es que al haber ingresado al pequeño pueblo no pudo encontrar alguna gota de sangre o algún cuerpo que pudiera dar un indicio del paso de los titanes en el sitio.
