Capítulo 4

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Advertencia: contenido +18, relaciones sexuales sin consentimiento (no es muy explícito), no leer si eres sensible

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7 años atrás

—¡Miren quién viene por ahí! El alfita afeminado —el grupo de chicos soltó una carcajada viendo al "supuesto alfa" pasar frente a ellos ignorando sus burlas.

Ese día llevaba un bonito abrigo rosa pálido de tela coralina y pantalones blancos medio ajustados que lo hacían ver bastante adorable a pesar de su tamaño. El maquillaje que llevaba era bastante sutil mas resaltaba sus bonitos ojos de buena manera, contrastando a la perfección con el suave brillo labial que cubría sus finos belfos.

Jimin lo miró con una ceja alzada de arriba a abajo riéndose aún. Le parecía increíble como a ese chico no le daba vergüenza aparecer con esas fachas en una universidad tan prestigiosa como lo era esa. Dos de sus amigos, alfas ambos, se acercaron a él y sujetaron su mochila impidiendo que el bonito chico continuara con su camino.

—¿A dónde crees qué vas marica? —soltó el pelirosa despectivamente y los alfas lo empujaron, todos volvieron a reír.

El pequeño grupo estaba conformado por tres omegas y cinco alfas. Los más ricos y populares de aquella universidad donde había una gran división de clases. Lamentablemente Jeon cayó en la mirilla del "grupito de reyes" desde el primer día, al principio todos pensaban que era un omega, pero cuando se acercaban y sentían el fuerte aroma a licor y café se daban cuenta de que era un alfa.

Y es que el problema recidía en su forma de vestir, ya que era bastante apuesto y a pesar de todo varios omegas gustaban de él. Jungkook vestía colores claros y usualmente se maquillaba. Le gustaba mucho y no le veía nada de malo, su mamá le decía que le quedaba muy bonito, pero al parecer no todos opinaban igual. Siempre lo criticaban por no cumplir con el estereotipo de alfa dominante que solo usa botas y ropa negra.

Uno de los alfas, llamado Kim Namjoon, quien por cierto se pasaba todo el día coqueteando con Park, tomó su mochila y la lanzó lejos bajo las miradas burlonas de los demás integrantes de la pandilla.

—Deberías sentir vergüenza de salir de tu casa, rarito —se acercó a él mirándolo con la cabeza ladeada—. Eres una escoria, no mereces ser llamado alfa.

De un empujón lo mandó al piso ensuciando su impoluto pantalón. Jungkook lo miró con el ceño fruncido y los labios apretados, conteniéndose para no golpear a esos niños ricos que siempre lo molestaban. Sabía que si peleaba con ellos el sería el más perjudicado, en primer lugar por la influencia de sus familias y en segundo lugar porque podían quitarle la beca que con tanto esfuerzo consiguió.

—Déjenme en paz —murmuró poniéndose de pie y caminando hacia el lugar al que tiraron su mochila de forma rápida.

—¿El alfita tiene miedo? Que estúpido —declaró Jimin de forma burlona sonriendo de lado.

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