¡Esto no puede estar pasando...!

Monstruos

Han pasado 4 días desde que todo comenzó. Aún no puede llegar a su destino, puesto que en su camino se encontró con muchos obstáculos de los cuales debió deshacerse. También se ha encontrado con muchos conocidos entre familiares y amigos, a quienes se unió por un momento y luego se separan para continuar cada quien con su viaje a sus respectivos destinos.

En este apocalíptico viaje ha visto de todo lo que tiene que ver con monstruos y zombis. Monstruos, porque las personas sacaron, algunos, su lado más horrible y que nadie sabía que existían.
Wei WuXian estaba preparado para enfrentarse a sus enemigos y derribarlos, después de todo estuvo en el regimiento bajo el mando de Wen RuoHan y fue uno de los mejores dentro de los primeros 5 lugares. Si alguien le preguntara, ¿estas preparado para enfrentarte a lo peor? él respondería: ¿lo peor, a caso existe algo peor que yo? - sin poder evitar ser arrogante. Pero en realidad, Wei WuXian no estaba preparado para lo que en ese momento estaba viendo y menos para lo que se viene dentro de un momento.

La calle entre los edificios, debían pertenecer a algún tipo se bestia sádica e irrazonable, claro, siempre y cuando no sea un zombi ya que eso seria caso perdido. En el suelo de espalda o boca abajo hay zombis regados en todas partes, eso no sería importante si todos estuvieran muertos de un balazo en la cabeza o degollados. Estaban "vivos". Lo desagradable del asunto es que esos miserables estaban abiertos por el estomago o espalda  con todos sus putrefactos órganos fuera de sus cuerpos, mientras que a otros les faltaba por completo todo el interior. En este estado semi incompletos se movían en un intento por levantarse del suelo sin éxito ya que les faltaba  a la mayoría más de una extremidad. Parecían tortugas aleteando boca arriba en un intento desesperado por voltearse y pararse sobre sus patas.

- ¡esto es repugnante! - exclama con asco en lo que su cuerpo tiembla a causa del escalofrío repentino que le recorrió la espalda hasta la nuca. Pasando por entremedio de los zombis a medida que avanza les va cortando la cabeza- cuadras enteras están en el mismo estado -  por donde me meta, en las otras calles es lo mismo y esta es la única dirección que me lleva al puente.

Esta vez, Wei WuXian la tenía fácil e incluso, no había necesidad de eliminarlo a todos porque no eran una gran amenaza. No había por ningún lado señal alguna de peligro, mas aún no, bajaba la guardia y continuaba su camino con total confianza. De un mentó a otro el segundo escalofrío de su día le sugirió que estuviera alerta y que se girará con mucha cautela. Haciendo caso a sus instintos y a paso lento se gira, en el momento que lo hizo se fue de bruces al suelo.

Un zombi al sentir carne fresca a su alcance, giro su cabeza para dar un gran mordisco justo en el momento en que Wei WuXian quito su brazo por reflejo, pero sin despegar la vista de aquel horrible monstruo, habitualmente no le tenía miedo a esas tiernas cosas peludas, como mascota eran la mejor opción a parte de los conejos.

- esto es un nido... - la habilidad de una persona ya las conocía y eran fáciles de matarlas de un tiro o un par de movimientos de sus afiladas armas. Pero muy distinto lo es un animal, no se había encontrado con uno en ese estado en todo su viaje y este ha de ser su primer enfrentamiento - ¡no pierdas la confianza - se dice así mismo poniéndose de pies lentamente, sin hacer ningún movimiento brusco para no provocar a la bestia - ¿qué es mejor...? - se pregunta pensando en cuál de todas sus armas sería la mejor opción.

La bestia lo ha estado observando desde que aquel humano entró a su cubil, lo acecho gran parte del camino observando como mataba uno por uno sus fuentes de alimento,  eso le molesto en demasía y habiéndolo seguido hasta dónde sabia que el humano no tenia a donde esconderse, se le apareció por la espalda y cuando lo vio caer, se preparo para saltar.

- balas, es mejor que una espada para estos casos - se dice sacando rápidamente un arma para apuntar y disparar directo a la cabeza - ¡eso estuvo cerca! - exclama de alivio después de ver a esa horrenda criatura muerta.

Habiéndose puesto en pies, se sacude la ropa  cuando escucha un ronco gruñido, más intenso que la del perro zombi que acababa de matar, porque si, la criatura a la que se enfrento hace un momento era un perro, pero la bestias que ahora tiene en frente de alguna extraña manera es casi tres veces más grande que él anterior.

- tenía razón, le dije al psiquiatra que jamás iba a superar la cinofobia - se dice completamente pálido - yo sabía que eran hijos del demonio, ahora tengo pruebas....

Aquel perro, se empezó a acercar a su siguiente presa en lo que se engullía a un zombi que todavía tenía indicios de "vida"

- ¿para donde arrancó si en cuanto me mueva  me va a atacar?

Claramente se escucha los huesos de aquel zombi ser triturados por los filosos y fuertes dientes del animal y cuando se trago de una al cadáver para comerlo por completo, corrió en persecución. Wei WuXian no podía moverse de su lugares ya que habíase quedado inmóvil, su cuerpo no respondía a las órdenes que dictaba su cerebro.

Aquel perro que parecía la mascota del infierno salto sobre Wei WuXian derribándolo. Ejerciendo presión con su enorme pata delantera en contra del pecho de su presa, se asegura de que no se mueva de donde esta.

- ¡por favor santos cultivadores! - exclama en ruego - ¡no me dejen morir hoy! - su cuerpo tiembla - ¡no quiero morir...! - Siente como un enorme nudo crece en su pecho y sube hasta su garganta - ¡mi hijo me necesita! ¡quiero tenerlo una vez más entre mis brazos - sus lágrimas empiezan a caer como cascada - ¡quiero ver una vez más a mi esposo, quiero abrazar a mi pequeña familia! ¡los extraño!

El zombi acerca su nariz al rostro de su presa para olfatear - ¡no me comas! - exclama. La bestia entonces da un potente rugido, liberando un montón de baba espesa y pegajosa que escurre sobre Wei WuXian. Retrocediendo su cabeza, toma impulso para atacar con su hocico abierto dejando a la vista sus feroces dientes amarillentos y ensangrentados.

Una Granada propulsada por cohetes impacta en las costillas de aquella bestia, lanzándola a varios metros a la distancia antes de poder devorar a su presa, quien gira su rostro en dirección de donde vino el ataque para encontrarse con su cuñado sosteniendo una lanza granada.