Capitulo 1

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En la aldea del Awa'atlu dicha mestiza se encontraba en su marui ayudando con los deberes a su madre.

Claro que le parecía injusto con ella era la única que aportaban su "hogar" mientras su hermana gozaba de libertad, podía entrar y salir sin decir alguna palabra.
A veces la entendía, era ya una na'vi de 18 años, sabía lo que hacía.

Perooo, es otra historia.

Llevaba ahí mucho tiempo sentada, ya no sentía sus piernas, además el silencio y el ambiente incómodo no le ayudaba.

Quería terminar y salir de ahí. Sentía que se asfixiaba.

Nunca tuvo una buena comunicación con su sa'nok, al principio le afectaba bastante pues con su hermana era diferente; Nunca entendió como funcionaban las cosas para ella.

Igual se termino acostumbrando a la actitud de ella, pues no la necesito desde que se dio cuenta lo valioso que era tener de compañía al hijo mayor de los líderes.

Disfrutaba su simple presencia.

Decidida a romper el horrible ambiente que había, ambas escucharon como la caracola sonaba llamando la atención de todo el pueblo Metkayina, incluidas ellas.

—Algo esta pasando.— ka'let fue la primera en hablar haciendo notar su preocupación.

—¡Mamá!— como pudo rápidamente se levantó intentando seguirle el paso a la mayor.

—Ha'lia, quédate y no vayas a salir por ningún motivo.— Sin más se marchó dándole a entender que no quería que se involucrará en lo que sea que sucedía allá afuera.

Pero Ha'lia no sabe que es la palabra no, su crecimiento se baso en la libertad de recorrer libremente la aldea sin que alguien que le reprendiera.

Junto con su poca valentía para estar rodeada de los tantos na'vis que nunca supo si realmente podrían llamarla cono uno de ellos, no corría el riesgo que la vieran de más pues ella no sería la que robaría la atención.

Cuando llego al lugar de donde provenía el escándalo, observo como grandes animales voladores de diferentes colores se encontraban descansando ya en la orena. Impresionante.

Pero eso no fue lo único que llamó su atención si no que de ellos bajaron na'vis de un tono más azulado del que estaban acostumbrados a ver adso sus colas, brazos y piernas eran más delgados.

Una familia, jamás había visto nav'vis como ellos.

La Metkayina sin darse cuenta ya había llegado en donde se encontraban los demás. Cosa que claramente  no estaba en sus planes.

Entre mas se acercaba Ha'lia podia escuchar los murmullos sobre los intrusos todos y cada uno, fue cuando unos comentarios poco despectivos la hicieron mirar hacia donde provenían esas voces que reconocía a la perfección.

—Es muy pequeña, ¿como nadan con eso?—El amigo de Aonung, Rotxo fue el primero en hablar, ambos reían contagiando al pueblo.

—Rotxo, Aonung, ¡basta!— escuchó una voz tranquila; Tsireya.

—Hey.— El chico rapado de ambos lados le hizo un gesto a la hija menor de los líderes, o como le gustaba llamarla la chica mestiza, Reya.

Solo atino a sonreír le y tomar lugar juntos los chicos acuáticos.

Del mar salían varias criaturas marinas con alas, que eran montadas por guerreros entre ellos Tonowari el lider del clan.

La femenina miraba todo más que divertida, para ella el Olo'Eyktan era su figura paterna un hombre de admirar y su gran ejemplo a seguir.

—Jake Sully— saludo el líder.

Ha'lia dejo de prestar atención, esta claro que encontrarse con más na'vis no era lo que esperaba ver, sin duda le había asombrado ver diferentes especies a ellos pero no más.

Estaba a nada de alejarse de ahí y volver a su marui pero escuchó la característica voz de la Tsahík.

—¡Estos niños no son verdaderos na'vi!

La femenina regreso su mirada encontrándose a Ronal sosteniéndo la mano del chico rapado, mostrando así su mano. Cinco dedos.

—¡Tienen sangre demoníaca!— murmullos inundaron el lugar, asombro, preocupación, miedo.

Al parecer eso era tan malo, o eso lo hacía ver la Tsahík pues en asombro y miedo los delataban.

—Escuchen, soy hijo de las personas del cielo y ahora soy na'vi.

—Podemos convivir— el sully mayor trataba de tranquilizarlos.
El cuerpo de Ha'lia estaba ahí pero su alma no, habían surgido tantas preguntas desde que supo que no era la única que contaba con cinco dedos.

Todo fue tan confuso para ella, debía saber más.

Después una discusión entre ambas mujeres de las familia y palabras intercambiadas entre Jake Y el lider accedieron a darles el tan solicitado uturu.

Volvió a entrar en si cuando vio que toda la gente empezaba a dispersarse llendose a retomar sus actividades.

Estaba a punto de hacer lo mismo pues recordó que su madre le había encargado y advertido que no saliera para nada. Ups

Aonung la vio padara entre todos esos na'vis la veía tan concentrada en algo que no pudo evitar sonreír como un tonto.

Se acercó a paso lento y con suavidad la sujeto de la cintura y la alzó — ¿Quie- — la femenina se intenta bajar y ver el responsable de su susto.

Hali— Sonrió el chico, una sonrisa perfecta — no te había visto.—mentira claro que la vio desde que llegó podía sentir su presencia en todas partes.

Aonung deja a la chica en la arena de nuevo pasandole un mechón rebelde detrás de su oreja que se colaba en bella rostro.

—Es por que soy toda una maestra wn el escondite. Por cierto ¿Nunung? ¿No debería ayudar a tu hermana con la nueva familia?

—No— ambos se acercan quedando lo más cerca posible.— ella puede sola, además Rotxo le está ayudando.

—¿Tu no tienes un tiempo para mi?—la chica solo ríe.

—Se supone que eres el futuro jefe, deberías estar ahí y poner de tu ejemplo.

—Por cierto deje a mi madre sola, debo de irme nung.— Ha'lia intenta alcanzar la mejilla del chico pero el ser más alto le era difícil.

—Hali te he dicho que eres un pescado, un pescado pequeño y hermoso.— acorta la pocs distancia entre ellos acariciando la mejilla contraria y rozando sus labios en el proceso.

—¿Aonung?—fue callada por el chico.

—¿Te...Te veo después?—observo como se alejaba.— ven a nadar con nosotros, vamos será divertido.

Lo mira divertida— vamos.

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𝗘𝗨𝗣𝗛𝗢𝗥𝗜𝗔 -Aonung Donde viven las historias. Descúbrelo ahora