𝗘𝗨𝗣𝗛𝗢𝗥𝗜𝗔 -Aonung

Capitulo 4

—Dime tu nombre.— aquel chico no dejaba de mirarle intensamente provocando que sin darse cuenta empezarán acercándose.

—¿Ah? ¿Por qué que te diría mi nombre? —Ha'lia no quería tener más problemas por lo que en cuanto vio una oportunidad de salir no dudo en esquivar al chico.

Claro, no fue muy rápida y su camino terminó siendo bloqueado de nuevo por su acompañante.

—No, enserió quiero saber tu nombre.

—Ha'lia, ¿Estás contento?

El chico no pudo evitar soltar una risa nasal que no pasó desapercibida por la mestiza.

—¿Qué fue lo gracioso? Niño de la selva.— la chica iba acercándose poco a poco al otro na'vi y así quedar -casi- frente a frente, pues el contrario le sacaba pocos centímetros.

—¡Hey, hey¡ tampoco creo que debemos llegar a esos extremos.—toma las muñecas de Ha'lia aprovechando su distracción alejándose unas milésimas de ella.

—Por cierto, soy Loak.

—¿Loak?— observa cuidadosamente el rostro del chico.

El chico solo logro asentir y una vez que estuvo seguro que no habría una  reacción brusca por parte Ha'lia continuo hablando.

—¿Entonces?—se detuvo unos segundos, dudando si seria buena idea ser un preguntón.

No quería que la chica se llevara una mala impresión de él

—¿toda tu vida has vivido en los arrecifes?

Fue tan directo que estuvo a punto de darse un un golpe.

Ha'lia por su parte no pudo evitar reírse del chico, ¿qué tipo de na'vi preguntaba esa clase de cosas? Sin duda era alguien con quien nunca se aburriría.

—¿En los arrecifes? No lo creo niño, en toda mi vida no he salido de esta isla.

—Entiendo, mírame a mi.—susurro lo suficiente alto para que la chica también pudiera escucharlo.

—Mi vida siempre fue en el bosque y ahora estoy atrapado en un lugar rodeado de solo agua.—suspiró tomando asiento en la arena mirando todavía como el sol apenas salía.

Ha'lia no supo que decir, pero entendía el sentimiento de querer tanto su hogar que se le hacia imposible imaginarse lejos del mar, lejos de todo lo que amaba.

La chica igual tomó asiento a su lado manteniendo la vista al mar, entonces recordó la charla que tuvieron la familia Sally con los jefes del clan, algo en especial llamó la atención de la mestiza.

—¿Por qué están aquí?¿De quienes se esconden Loak?—pregunto sin una pizca de vergüenza, que más daba ambos ya habían roto la barrera que les impedía hablar abiertamente.

—La gente del cielo regreso a los bosques.—volteo su mirada observando el rostro atento de la chica, sin evitarlo Sonrió.

Loak no era alguien que estuviera acostumbrado a andar contando su vida a cualquier extraño que Eywa le mandara en su camino, pero el creía que quizás Ha'lia era alguien especial, le hacía creer que enserió le importaba a alguien.

Además ambos compartían similitudes, por ejemplo; tener cinco dedos y ser un desastroso problema en sus familias.

—Llegamos aquí como ultimo recurso donde refugiarnos, mi padre solo quiere protegernos.

—Que genial debería de ser tener a un Toruk Makto como padre.

Loak miro espantado a la chica queriendo encontrar algún rastro de broma en ella, por supuesto no lo era.