Capítulo 15

131 10 4
                                    


Mi Guardián


Una mañana tan tranquila y fría por el invierno y la pequeña azabache pues... ha corrido toda la mañana.

¿De donde demonios saca tanta energía? Se cuestiono el albino.

No quería acudir a esa tecnica, pero no le quedaba otra opción.

La niña seguía corriendo así que Mamoru se paro enfrente de ella y cambio su forma. Se transformo en un pequeño zorrito.

Quedando encantada con lo bonito que se veía, se acerco, lo alzó en brazos y lo abrazo. No mentiría, le gusto ese acto de la miko.

Pero no era momento para comodidades, en un movimiento rápido regreso a su forma habitual y así la capturo, la pequeña azabache pataleo, su pequeño cuerpo no pudo contra los brazos fuertes del kitsune, no podía librarse.

— ¡¡Noo déjame!! —lloriqueo.

— Miko, has corrido toda la maldita mañana ¿no te cansas?

— ¡No, yo quedía juga y tú no me dejas!

— No hay tiempo para jugar. —regaño— Además, has pensado en ¿cómo derrotar a la loca esa?

La expresión de la niña cambió a una seria, era necesario pensar en una posible solución rápida.

— Hmm... aún shigo penshando en invitale a juga.

— Ya dije que no, no seas tan necia.

— Pero... —sus ojitos se cristalizaron.

— No me vengas con tus mañas de manipulación, estar persiguiendote para que te quedes quieta ya me esta hartando.

Muy joven para cuidar a una niña ¿no? La yashahime era muy inquieta, no duraba donde la ponía, ya no sabía como tenerla en un solo lugar.

— Hagamos esto, quédate sentada aquí sin decir y hacer nada, mientras que yo pienso en una estrategia ¿de acuerdo?

— Shi.

— No me importa q- —se interrumpió así mismo después de analizar— Espera... ¿aceptaste?

— Con una condichión.

— ¿Condición?

El albino miro a la pequeña, con dudas de lo que podría ser su condición y esperaba no fuera nada que no pudiera aceptar.

— Tengo frío, quiero domi en tus brazhos...

— ¿¡HAH!?

— ¡Di que shi! —pidió.

— ¿Por qué quieres eso?

— Tus brazos son muy calidosh y...

— ¿Y? —indagó.

— Y me gushta esta contigo... —confeso, en sus mejillas se notaba un tenue sonrojo.

Quedo perplejo por lo que pedía, no tenía opción de todos modos, así que solo se limitó a suspirar resignado.— Esta bien.

— ¡¿En sherio?!

— Si eso hará que te quedes en un solo lugar, tomaré el sacrificio.

— ¡¡Shi!!

Moroha se acomodo en los brazos del kitsune, en menos de cinco minutos se quedo dormida.

— Bien. —suspiro con cansancio.— Ahora debo pensar en una estrategia.

Comenzó a formular las posibles soluciones, corregía y agregaba, no podía permitirse errores, "no quiero terminar como la miko" pensó y se advirtió a sí mismo, en serio no quería convertirse en un niño sin que él mismo necesitara hacerlo.

Mi Guardián | YashaHimeWhere stories live. Discover now