MIDNIGHT, hermione granger.

14

—MIDNIGHT.
14. "Querer un cambio."

La ausencia de sus amigas solo hacía que se pusiera más nerviosa, pues ambas Slytherin no parecían querer aparecer en las habitaciones y a ella no se le antojaba ir a buscarlas solo para contarles aquello. Estaba desesperada, confundida, ansiosa, y más que todo aterrada.

De todos modos, ella inmediatamente descartó la idea de contarles a Charlie y Pansy sobre ello, consciente de que ellas al ser Sangre Pura y supremasistas de sangre estarían felices por ello, o quizás le restarían importancia y le dirían que dejara aquello. Y con un bufido froto sus ojos, ¿quizás su hermano? Pero ella no deseaba meterlo en esto, no en su primer año.

¡no sabía qué hacer! Necesita decirle a alguien, necesitaba que alguien hiciera algo pues el colegio parecía no hacerlo. Necesitaba que la petrificaciones pararan, y según el recuerdo de Tom, todo esto era culpa de Hagrid y su querida araña.

Pensó que su mejor opción, al no tener demasiadas de todos modos, era dormir y darse a sí misma un descanso.

[...]

A la mañana siguiente despertó por un golpe en su frente, asustada y frustrada por haber sido despertada de su sueño tan sólo abrió sus ojos para observar la causa de su golpe. Era Charlie, mirándola divertida sentada en los pies de su cama.

—Babeas cuando duermes, Avery—se le burló mientas se acomodaba—. Levántate, tenemos que ir al comedor a desayunar.

Pero Venus no se veía entusiasmada por aquello, recordando que sus términos con ciertos de sus compañeros no eran los mejores, y la pelirroja frente suyo lo notó pues la expresión de Avery fue una negativa con todas sus letras, mientras se volvía a tapar hasta la cabeza.

—¿Quieres hablar de ello?—le preguntó.

¿Avery quería hablar de ello? No estaba segura.

Una parte de ella lo deseaba, quería ser comprendida por alguien justo en ese momento. Pero era consciente de cómo Charlie era, o al menos como suponía que era, y eso le desalentaba. Sabía que si le contara al respecto la pelirroja estaría de acuerdo con Malfoy, y lo comprendía porque ella era la que se estaba equivocando.

Ella estaba olvidado quién era y como debía actuar, ella se estaba comenzando a desviar y eso le frustraba porque aún así, aún a sabiendas de que estaba actuando de manera incorrecta, no quería cambiar de opinión ni de actuar. No le parecía correcto lo que sucedía, no le parecía correcto como los verdes actuaban al respecto, no le parecía correcta la idea de Granger petrificada.

Estaba siendo débil, pensó.

A ella no debía importarle aquello porque ciertamente ella no era quien corría peligro ni tampoco su hermano, o si quiera sus amigos, pero le seguía pareciendo injusto. Y recordó con un escalofrío la noche de su nombramiento, rememoró como el sombrero le sugirió Gryffindor y ella se negó rotundamente a ello.