Llegar a tiempo

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El camino era largo y silencioso, Sett no le dirigió la palabra a Aphelios durante todo ese tiempo, ni siquiera volteó a mirarlo tampoco, y esa situación hacía que todo fuera aún más silencioso y eterno.

Ambos estaban cansados, ya era mucho más de mediodía, no habían comido ni bebido nada desde la mañana, por lo que cuando vieron un local abierto a la orilla de la carretera, en medio de la nada, fue como llegar a un oasis tras días en el desierto.

Se apresuraron a entrar, abriendo la puerta de golpe tal que llamaron bastante la atención, muy similar a la llegada de Sett la noche anterior. Fueron directo a la barra y antes de que el vastaya pudiera siquiera pensar en lo que diría, Aphelios habló primero.

- Hola amigo, dame una cerveza por favor y, ¿tienes el número de alguna grúa? Mi auto se descompuso.

El cantinero asintió, lo saludó de regreso de manera amistosa, le sirvió una cerveza e indicó el número de una grúa para que fuera a usar el teléfono público del local. Aphelios tomó su cerveza, de todos modos ya no iba a tener que conducir, y se encaminó hasta el teléfono público que funcionaba con monedas. Colocó las suficientes en el aparato haciendo su llamada, mientras miraba a un lado suyo un par de máquinas expendedoras de pequeñas sorpresas, simplemente chucherías pequeñas como mini figuritas de alguna serie, llaveritos de poros e incluso anillos y colgantes con símbolos de un conocido videojuego. En lo que hablaba por teléfono ponía monedas en aquella última máquina expendedora, sacando un par de huevitos de plástico donde venían sus premios sorpresa, realmente sorprendido de haber sacado un par que en realidad hacía juego.

No lucía como que ambos chicos anduvieran juntos, y aunque ambos eran extranjeros solo Sett llamaba la atención. El piltoviano pidió una gaseosa para luego sentarse en un sillón viejo frente a una mesa baja, observó el sitio notando que tenía cierto parecido al pub del targoniano, quizás todos los lugares de ese tipo eran parecidos, pero de alguna manera, aunque el Moonbeam Pub se caía a pedazos, tenía mejor ambiente que este lugar.

Apenas llevaba algunos sorbos de su gaseosa, cuando alguien pasó por su lado dando una patada a su maleta. Sett pensó que era el guía de viaje que lo llevaba hasta la capital, pero cuando volteó a ver, con evidente molestia, se encontró con una cara completamente desconocida.

Un sujeto alto, musculoso y con cara de pocos amigos había pasado y tirado su maleta al piso, mirando de manera desafiante al pelirrojo. Por supuesto Sett no se iba a dejar intimidar, pero su madre no había criado a un matón, Settright era un hombre maduro, que sabía guardar la compostura, y manteniendo la calma se levantó para dirigirse hacia aquel sujeto.

- ¿Tiene algún problema?

El tipo frente a él, casi de su misma estatura, no se dejó intimidar tampoco por el vastaya, aunque titubeó un poco al darse cuenta de que este era más alto. Sonrió con burla y dió otra patada a la maleta en el piso, mientras los sujetos que lo acompañaban se acercaban haciendo un semicírculo para encerrar a Sett.

- Es una bonita maleta la que trae ahí. ¿Qué tal si me la deja a cambio de salir intacto de aquí?

- Yo creo que no.

Respondió Sett con los dientes apretados y sonrisa fingida, tampoco tenía tanta paciencia, pero siempre recordaba las palabras de su madre, ¿qué pensaría ella si lo viera perder los estribos? Pero las cosas comenzaron a descontrolarse cuando él mismo, al ver que uno de los sujetos se le acercó de más y otro iba a tomar su maleta, derramó su gaseosa sobre uno de ellos para detenerlos.

Todos le vieron con molestia, e iban a comenzar una pelea cuando alguien más irrumpió.

- ¡Muy bien! Asunto arreglado, ya hice la llamada, termino esto y nos vamos. - Aphelios hablaba como si nada raro estuviera pasando, solo se acercó en medio del caos, recibiendo miradas diversas de gente desconocida. - ¿Y ustedes qué?

Propuesta de eclipse lunar [Sett x Aphelios]Tempat cerita menjadi hidup. Temukan sekarang